La osteomielitis hematógena en niños es una enfermedad relativamente poco común pero potencialmente seria. Los progresos en los estudios por imágenes radiológicas, principalmente en las imágenes por resonancia magnética, y el aumento del conocimiento de su condición ha llevado a una detección temprana y a una marcada disminución en la morbilidad y mortalidad.
El Staphylococcus aureus, que tiene la habilidad de unirse al cartílago, produce un glucocáliz protector y estimula la liberación de endotoxinas, las cuales representan el 90% de las infecciones en los grupos de todas las edades. Las infecciones por Haemophilus influenzae se han vuelto poco frecuentes en niños inmunizados. Es importante realizar una historia clínica cuidadosa y un examen físico completo. Los cultivos positivos sólo son obtenidos entre el 50% y el 80% de los casos; el rendimiento es mejorado a través de la realización de cultivos de sangre y técnicas moleculares envolventes.
El progreso en el tratamiento con antibióticos ha reducido la necesidad de técnicas quirúrgicas en el manejo de los pacientes que padecen estas infecciones. La terapia con altas dosis de antibióticos orales e intravenosos secuenciales es en la actualidad una modalidad aceptada.
La evaluación de la respuesta al tratamiento a través del monitoreo de los niveles de la proteína C-reactiva ha disminuido el promedio de duración de la terapia de 4 a 3 semanas, con algunas recaídas.
La emergente resistencia a los antibióticos, especialmente a la meticilina y la vacomicina por organismos S aureus, es un motivo de preocupación creciente. Las secuelas durante largos períodos de tiempo y la morbilidad son consecuencias derivadas fundamentalmente de los retrasos en el diagnóstico y de tratamientos inadecuados.