El BEAN (breast, estrogen and nutrition= mama, estrógenos y nutrición), es un estudio de intervención nutricional de 2 años que investiga los efectos de la soja sobre la densidad mamográfica. Los alimentos con soja protegen del cáncer de mama. El aumento de la densidad mamográfica, predictor de cáncer que confiere 4 a 6 veces más riesgo de desarrollar cáncer de mama, puede modificarse a través de la dieta. Debido a que el consumo de soja debe hacerse en forma prolongada, este estudio describe la posibilidad de incorporar soja en mujeres sanas por un período prolongado y comparó 3 mediciones de adherencia.
Métodos:
Se reclutaron 220 mujeres voluntarias premenopáusicas de 35 a 45 años. Las mujeres contestaron un cuestionario de frecuencia para medir ingesta de soja en los últimos 12 meses. Se les tomaron muestras de sangre y orina 5 días después de la ovulación. Se randomizaron en 2 grupos: uno control y otro con intervención dietética.
Se les entregó soja, recetas para cocinarla y tofu, leche de soja, polvo de soja, etc.
El propósito de la intervención era que consuman 2 porciones de soja o 50 mg de isoflavonas (IF) por día.
La adherencia se midió a través de la excreción urinaria de isoflavonas (IF), el recordatorio alimentario, y seguimientos telefónicos diarios. El dosaje urinario fue un marcador de la cantidad de soja ingerida ya que su excreción se produce dentro de las 24 a 36 hs de la ingesta. Para los recordatorios se usaron cuestionarios de frecuencia que incluían 10 alimentos de soja: tofu y sus variedades, bebidas de soja, "carnes de soja", etc
Resultados:
El criterio de adhesión a la dieta con soja se midió como el consumo de12 o más porciones de estos alimentos por semana. Esto se logró en promedio el 84% del tiempo que duró la intervención. Las variaciones de la adherencia en el tiempo no mostraron un patrón en especial y oscilaron entre 76% y 88% en los diferentes momentos en que se midió el consumo. Durante el estudio el consumo de bebidas con soja y de tofu fue aumentando a lo largo del tiempo, y los porotos de soja y las barras de proteínas de soja fueron consumidas un poco menos.
En el inicio del estudio los 2 grupos tenían igual consumo de IF, pero al final del estudio el grupo sobre el que se intervino mostró un aumento de 13 veces en la ingesta de alimentos de soja, y excreción urinaria de IF 6 veces mayor.
Discusión:
La mayoría de las mujeres incluídas en el estudio BEAN se adhirieron bien a las indicaciones dietarias. Las del grupo en que se intervino consumieron 2 porciones de soja casi todos los días.
Las mujeres manifestaron que el hecho de disponer de varios alimentos con soja, les permitió elegir aquellos que eran más compatibles con sus gustos y hábitos.
Las bebidas de soja fueron el alimento más elegido y facilitaron mucho la adherencia en el tiempo, también porque están muy disponibles en todos los ámbitos. El tofu también fue muy aceptado, en segundo lugar. La dificultad para conseguir y cocinar comidas con soja puede ser un factor que no favorezca la adherencia.
La frecuencia de los contactos con las nutricionistas para reforzar la ingesta de soja fue un factor importante en la adherencia.
Muchas mujeres del estudio incluyeron leche de soja en el desayuno
Comentario:
Múltiples estudios muestran que el consumo diario y prolongado de IF en mujeres adultas sanas, protege de enfermedades crónicas. Un problema que puede plantearse es cómo sostener en el tiempo, la ingesta regular de alimentos de soja. Este estudio muestra que las bebidas de soja y el tofu, por estar disponibles y ser más aceptados, pueden ser usados en este grupo poblacional para promover la ingesta de IF, y que la misma sea sostenida en el tiempo.
Artículo comentado por la Dra. Débora Setton, editora responsable de IntraMed en la especialidad de Nutrición.