Resultados del Melbourne Collaborative Cohort Study

Consumo de alimentos ultraprocesados y riesgo de mortalidad cardiovascular en una cohorte australiana

Un análisis prospectivo con más de 25 años de seguimiento en más de 41 000 participantes revela que una mayor exposición a patrones alimentarios basados en alimentos ultraprocesados se asocia con un aumento del 19 % en el riesgo de mortalidad cardiovascular.

Autor/a: Gauci S, Lotfaliany M y cols.

Fuente: Eur J Prev Cardiol. 2025 Jun 25:zwaf378. Exposure to ultra-processed food and risk of cardiovascular mortality: a prospective cohort study

Introducción

Está bien establecido que una mayor exposición a patrones dietéticos ricos en nutrientes, como la dieta mediterránea, es eficaz para la prevención primaria y secundaria de las enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, la industrialización del suministro de alimentos ha llevado a que una proporción cada vez mayor de la ingesta dietética de las personas provenga de alimentos ultraprocesados (AUP), según la clasificación de alimentos Nova.

Los AUP incluyen una amplia gama de productos caracterizados por un procesamiento industrial extenso, que suele implicar sustancias químicamente modificadas extraídas de los alimentos y otros aditivos para mejorar el sabor, la textura, el aspecto y la vida útil. Existe una variación sustancial dentro y entre países y regiones en cuanto al grado en que los AUP dominan los patrones dietéticos. Evidencias recientes muestran que el 42 % de la ingesta energética total en Australia proviene de AUP, cifra superior a la de Francia (31 %), pero inferior a la de Estados Unidos (58 %).

Esto es preocupante, ya que cada vez hay más pruebas de que la exposición a patrones dietéticos basados en AUP se asocia a un mayor riesgo de enfermedades cardiometabólicas y mortalidad.

En el estudio Framingham Offspring, cada ración diaria adicional de AUP se asoció a un aumento del 5 % en el riesgo de incidencia de enfermedad cardiovascular y un aumento del 9 % en el riesgo de mortalidad vascular. De manera similar, en el estudio de cohorte NutriNet-Santé de Francia, en comparación con quienes tenían una menor ingesta, aquellos en el cuartil superior de consumo de AUP presentaron un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular.

Este estudio tiene como objetivo ampliar la evidencia disponible determinando de manera prospectiva la asociación entre una alta exposición a patrones dietéticos basados en AUP y el riesgo de mortalidad cardiovascular en una cohorte de hombres y mujeres australianos, utilizando datos del Melbourne Collaborative Cohort Study.

Métodos

> Perfil de la cohorte

Se reclutaron 41 513 participantes de entre 27 y 76 años de edad en Melbourne y áreas circundantes entre 1990 y 1994.

En el momento basal se recogieron datos autoinformados sobre demografía, estilo de vida, condiciones de salud, información sobre fármacos y medicamentos, datos de ingesta dietética, medidas antropométricas y muestras de sangre durante visitas presenciales.

La cohorte se vinculo con el National Death Index, que proporciona datos sobre mortalidad, incluida la causa de muerte. Los participantes fueron elegibles para inclusión en el presente estudio si disponían de datos dietéticos basales completos y datos de seguimiento sobre mortalidad cardiovascular.

Exposición: evaluación dietética

Los participantes completaron un cuestionario de frecuencia alimentaria (FFQ, por sus siglas en inglés) semicuantitativo de 121 ítems en el momento basal, evaluando sus hábitos dietéticos durante los últimos 12 meses. A partir de estos datos dietéticos, se calculó la exposición al patrón alimentario basado en alimentos ultraprocesados

Resultados

Características de los participantes

La edad media de los participantes al inicio fue de 55 años, con un 60 % de mujeres, 1 % de diabéticos, 11 % de tabaquistas, y un índice de masa corporal (IMC) de 26,9 ± 4,4.

Durante el período de seguimiento, que abarcó 919 379 años-persona y un tiempo de seguimiento mediano de 25,1 años (rango intercuartílico de 23,6 a 26,4 años), se produjeron 4229 muertes por enfermedades cardiovasculares.

Una mayor ingesta de alimentos ultraprocesados se asoció con un 26 % más de riesgo de mortalidad cardiovascular (HR cuartil alto (cuartil 4) vs. bajo (cuartil 1) = 1,26; IC 95 %: 1,15 a 1,37; valor de p para tendencia < 0,001).

Los resultados se mantuvieron significativos tras ajustar por características sociodemográficas, estilo de vida y comportamientos relacionados con la salud. Un ajuste adicional por diversos indicadores de calidad dietética, incluido el puntaje AHEI, las ingestas de azúcar, grasas saturadas y sodio, así como el consumo de frutas y verduras, no modificó los hallazgos principales.

Discusión

En este estudio, una mayor exposición al patrón alimentario basado en AUP se asoció con un 19 % más de riesgo de mortalidad cardiovascular durante un tiempo de seguimiento mediano de 25,1 años, tras ajustar por características sociodemográficas, de estilo de vida y comportamientos relacionados con la salud. Ajustes adicionales por calidad de la dieta no atenuaron la asociación.

Mecanismos de acción potenciales

Se ha sugerido que los AUP afectan a las enfermedades cardiovasculares mediante vías y mecanismos directos e indirectos. Los AUP tienden a tener mayor contenido de sodio, densidad energética, grasas trans y azúcares, y menor contenido de fibra. Además, contienen mínimas cantidades de compuestos bioactivos, como los polifenoles, que han demostrado propiedades antiinflamatorias en humanos.

Dichos perfiles nutricionales (altos en sodio, densidad energética, grasas trans y azúcares, y bajos en fibra) se han relacionado repetidamente con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares y podrían alterar rutas metabólicas asociadas. Por ejemplo, los AUP como las bebidas azucaradas se han relacionado con alteraciones en el control de la glucosa y la regulación de la insulina, lo que incrementa el riesgo de enfermedad cardiovascular a través de un mayor aumento de peso, inflamación, estrés oxidativo y disfunción endotelial.

En el presente estudio, la asociación se mantuvo incluso tras ajustar por calidad dietética y nutrientes específicos (grasa saturada, sodio y azúcar). Esto sugiere que la composición nutricional de los AUP no es el único factor que impulsa la asociación observada. El procesamiento de estos alimentos podría impactar la salud mediante aditivos cosméticos, materiales en contacto con los alimentos, compuestos neoformados y la degradación de la matriz alimentaria.

Se considera que los AUP también impactan en los comportamientos dietéticos al afectar las señales de saciedad y los sistemas de recompensa alimentaria, lo que conduce a una sobrealimentación. Por ejemplo, un ensayo controlado aleatorizado cruzado demostró que una dieta rica en AUP, en comparación con una dieta no procesada emparejada en calorías, macronutrientes, azúcar, sodio y fibra, resultó en una mayor ingesta de energía y aumento de peso.

También hay evidencia creciente de que el microbioma intestinal podría desempeñar un papel importante en la asociación entre AUP y resultados adversos en salud, incluidas las enfermedades cardiovasculares. Los aditivos comunes en AUP, como emulsionantes y edulcorantes artificiales, podrían influir en la composición, función e interacción de la microbiota intestinal con el huésped. Esto puede llevar a un aumento de la inflamación, inducir respuestas inmunitarias y favorecer la ganancia de peso, contribuyendo a un mayor riesgo cardiovascular.

Fortalezas, limitaciones e implicancias de esta investigación

Este estudio presenta varias fortalezas. En primer lugar, su carácter prospectivo. Otras fortalezas vinculadas a las características del estudio incluyen una cohorte grande de 39 544 adultos australianos. En segundo lugar, las asociaciones encontradas fueron respaldadas por análisis de sensibilidad y ajustes por importantes factores de confusión. Los resultados se mantuvieron incluso tras considerar la calidad global de la dieta y la ingesta de nutrientes como sal, azúcar y grasas, lo que sugiere que la asociación podría deberse a características específicas de los AUP más allá de su composición nutricional.

El presente estudio también tiene las siguientes limitaciones. En primer lugar, aunque se ajustó por numerosos posibles factores de confusión, debido a su diseño observacional no se puede descartar confusión residual. Además, los datos dietéticos fueron autoinformados, por lo que están sujetos a errores de recuerdo y sesgos de sobre o subregistro. Si bien los cuestionarios de frecuencia alimentaria (FFQ) pueden clasificar adecuadamente los alimentos según la clasificación NOVA, el FFQ utilizado en este estudio no se diseñó específicamente para diferenciar niveles de procesamiento, lo que implica que podría haberse producido alguna mala clasificación. Para minimizarla, se siguieron las mejores prácticas para aplicar el sistema NOVA en evaluaciones dietéticas.

Los datos dietéticos también solo se evaluaron en un único momento, por lo que los hábitos alimentarios de los participantes podrían haber cambiado durante el periodo de seguimiento.

Implicancias

Este estudio tiene varias implicaciones para la política, la práctica y futuras investigaciones. Estos hallazgos demuestran que los AUP pueden contribuir a la importante carga de enfermedades cardiovasculares en Australia. Se necesitan intervenciones de salud pública eficaces, así como guías dietéticas poblacionales y clínicas para ayudar a las personas a reducir el consumo de estos alimentos.

La American Heart Association incluyó una declaración sobre AUP en su guía dietética científica de 2021, aconsejando a las personas elegir alimentos mínimamente procesados en lugar de ultraprocesados. Además, muchos países de América Latina han implementado regulaciones de salud pública orientadas a reducir el consumo de AUP; estas medidas incluyen etiquetas de advertencia en envases, impuestos sobre alimentos ultraprocesados y restricciones de marketing.

Conclusiones

En esta gran cohorte australiana, una mayor exposición al patrón alimentario basado en AUP se asoció con un mayor riesgo de mortalidad cardiovascular. Este estudio contribuye al creciente cuerpo de literatura que sugiere que el consumo de AUP se asocia con desenlaces adversos en salud, lo que en conjunto proporciona una justificación para realizar más investigaciones causales y mecanicistas, así como para impulsar políticas de salud pública destinadas a reducir el consumo de alimentos ultraprocesados con el fin de promover la salud cardíaca y potencialmente prevenir muertes relacionadas con enfermedades cardiovasculares.