El informe de los datos que proporcionó el Sistema de Vigilancia en Salud Pública luego de procesar los datos de 2024 y los de lo que va de 2025 fue noticia para Colombia, que festejó el pasado Día Mundial de la Salud con estos logros. La celebración consistió en un acto del que, además de las autoridades locales, participó la representante de la OPS en Colombia, Gina Tambini Gómez, quien destacó que un comienzo saludable de la vida no solo influye en el bienestar físico y emocional de las personas, sino que también constituye un pilar fundamental para el progreso social y económico de las comunidades. “El acceso a atención médica de calidad durante el embarazo, el parto y los primeros años de vida es un derecho humano esencial que reduce desigualdades y rompe ciclos de pobreza. Invertir en la salud materno-infantil refleja el compromiso con los valores de solidaridad, equidad y respeto a la vida, permitiendo que cada familia pueda proyectar un futuro lleno de oportunidades y sueños posibles”, señaló.
Y es cierto que había razones para celebrar en Colombia: según informa el Ministerio de Salud, y de acuerdo con los datos del Sistema de Vigilancia en Salud Pública (SIVIGILA), se alcanzó un récord, pues se logró disminuir un 2,7% la Razón de Mortalidad Materna (RMM) en comparación con la de 2018, el año con la cifra más baja hasta entonces. Señala también el reporte que la tendencia a la baja se mantiene en lo que va de 2025: comparado con el del mismo periodo del año anterior, el número absoluto de muertes maternas ha disminuido un 32,7%, y la RMM, un 27,2%.
Un documento de la organización internacional “Todas las madres, todos los niños" lo explica muy bien: se trata de un indicador que refleja el número de mujeres que, por cada 100.000 nacidos vivos, mueren anualmente por complicaciones relacionadas con el embarazo, el parto o el puerperio (concretamente, hasta 42 días después del parto), y del que se excluyen causas accidentales o incidentales.
“Este indicador es relevante en su calidad de trazador, porque captura fallas tanto de la atención primaria (prevención y diagnóstico temprano), como hospitalaria (tratamiento oportuno y manejo efectivo de las complicaciones), y de las condiciones sociales”, señala el texto, y resalta que el indicador se construye sobre la base de lo que se conoce como el “modelo de los retrasos”, o “modelo de las tres demoras:
A) Retraso en la decisión de buscar atención médica, influenciado por factores como desconocer signos de alarma, falta de educación, creencias culturales o miedo.
B) Retraso en llegar a un centro de salud, debido a obstáculos como lejanía de las instalaciones, transporte inadecuado, infraestructura vial deficiente o costos de traslado.
C) Retraso en recibir atención médica adecuada una vez en el centro de salud, generado por falta de personal capacitado, escasez de suministros médicos, equipos inadecuados o sistemas de referencia ineficientes.
Estas tres demoras son las que Colombia ha buscado eliminar mediante la implementación del Plan de Aceleración para la Reducción de la Mortalidad Materna (PAREMM), explica la información del Ministerio, y señala que está siendo posible gracias a la articulación del Sistema General de Seguridad Social en Salud (SGSSS) con organismos de cooperación (como la OPS) y con la academia; destaca también que esa cooperación, más “el seguimiento a las acciones estratégicas, basadas en la evidencia, permite avanzar en el cumplimiento de este resultado en salud”.
Como parte del PAREMM se ha creado el Sistema de Registro Nacional de Gestantes (SIRENAGEST), una herramienta que –integrando información de diversos actores del sistema de salud- permite el seguimiento nominal de las mujeres gestantes en todo el país. Actualmente, el 67,9% de las mujeres embarazadas están registradas en el sistema, lo que posibilita un monitoreo más preciso de su atención médica, y la detección temprana de posibles riesgos para la vida de las gestantes y sus hijos. Claro que falta, pero ya es una muy buena noticia.