Introducción |
La progresión de la lesión de la caries sin tratamiento causa infección pulpar y, finalmente, necrosis pulpar. La infección pulpar se propaga a través del foramen apical, causando una reacción inflamatoria alrededor del ápice radicular, denominada periodontitis apical (PA).
La prevalencia de PA en la población general es muy alta, con un 52 % de personas que tienen al menos un diente con PA. La PA puede tener implicaciones sistémicas. Además, se asocia con diabetes, enfermedades cardiovasculares, síndrome metabólico, trastornos hereditarios de la coagulación, enfermedad inflamatoria intestinal, enfermedad renal crónica y enfermedad hepática crónica.
Por otro lado, en mujeres posmenopáusicas, la deficiencia de estrógenos provoca osteoporosis. La osteoporosis causa una rápida pérdida ósea que afecta principalmente al hueso trabecular, afectando a los maxilares de forma similar a otros huesos.
La osteoporosis se ha relacionado con la PA, lo que sugiere que las pacientes osteoporóticas podrían sufrir una mayor pérdida ósea periapical.
Resultados |
> Características de los estudios incluidos: Se seleccionaron cuatro estudios para la revisión sistemática y el metanálisis. Los cuatro estudios fueron estudios transversales que compararon la prevalencia de la PA en mujeres posmenopáusicas con la de mujeres premenopáusicas sanas del grupo control.
> Metanálisis: Los cuatro estudios incluyeron un total de 932 949 personas, de las cuales 5360 (0,6 %) presentaron lesiones periapicales.
Entre las mujeres osteoporóticas, 548 (1,8 %) presentaron PA, mientras que en los controles sanos, 4812 mostraron lesiones periapicales (0,5 %). Las pacientes osteoporóticas tenían más del doble de probabilidad de presentar lesiones periapicales que las mujeres control, pero esta diferencia fue solo marginalmente significativa.
El riesgo de sesgo, según su resultado general, se clasificó como "no grave". La inconsistencia del dominio se clasificó como "grave" debido a la alta heterogeneidad.
Discusión |
Los resultados mostraron que las mujeres posmenopáusicas con osteoporosis tenían el doble de probabilidades de presentar lesiones radiolúcidas periapicales, en comparación con las mujeres sanas del grupo control.
La hipótesis de la existencia de una asociación entre la salud sistémica y la PA requiere la demostración de mecanismos biológicos que las vinculen. En el caso de la osteoporosis, se pueden sugerir algunos mecanismos biológicos por los cuales el estado periapical podría verse afectado. La alteración del proceso de remodelación ósea de los huesos maxilares, secundaria a la deficiencia de estrógenos, podría exacerbar una condición inflamatoria preexistente, como la PA crónica, causando un agravamiento de la reabsorción.
La osteoporosis también se ha asociado con la aparición y progresión de la enfermedad periodontal en humanos. Además, se ha demostrado que una baja densidad mineral ósea en mujeres posmenopáusicas se asocia con una mayor frecuencia de lesiones periapicales radiolúcidas.
La deficiencia de estrógenos en mujeres posmenopáusicas aumentaría la resorción ósea inflamatoria en las lesiones periapicales, lo que resultaría en una mayor pérdida ósea neta, con la consiguiente intensificación de la radiolucidez periapical, lo que facilitaría su detección radiológica.
Se ha reportado una disminución del grosor alveolar bucolingual, posiblemente debido a la reabsorción perióstica, en mujeres posmenopáusicas con baja densidad mineral ósea. Además, la masa ósea alveolar mandibular y el grado de trabeculación se correlacionan con la densidad mineral ósea esquelética.
En conjunto, todos los resultados mencionados sugieren que los cambios producidos por la osteoporosis en el hueso alveolar en mujeres posmenopáusicas aumentarían la probabilidad de detectar radiográficamente la lesión radiolúcida de PA. Sin embargo, no se puede descartar que la mayor reabsorción de las trabéculas óseas en los maxilares de mujeres posmenopáusicas facilite la producción de falsos positivos cuando se evalúa radiológicamente la región periapical.
El resultado de esta revisión sistemática debe evaluarse con cautela, teniendo en cuenta las limitaciones del estudio. No se pudo evaluar cuantitativamente el sesgo de publicación, ya que el número de estudios incluidos en el metanálisis no alcanzó el mínimo requerido de 10. Sin embargo, cabe destacar que ninguno de los estudios incluidos en el metanálisis fue financiado por el sector privado. Ninguno de los autores declaró ningún tipo de conflicto de intereses.
El hecho de que se utilizaran radiografías panorámicas en varios estudios para evaluar el estado periapical también puede considerarse una limitación. Se ha reportado una subestimación de las lesiones al utilizar radiografías panorámicas, pero la diferencia con la radiografía periapical no fue estadísticamente significativa. Ninguno de los estudios incluidos controló el posible sesgo que la terapia hormonal sustitutiva podría producir, ya que algunas de las mujeres incluidas en el grupo con osteoporosis seguramente la estarían tomando.
Finalmente, el resultado de este estudio no puede interpretarse en términos de causalidad. Los cuatro estudios incluidos son transversales, por lo que solo se puede especular sobre la posible asociación entre la osteoporosis y la prevalencia de PA. Si bien se han sugerido previamente posibles mecanismos biológicos de interrelación entre ambas afecciones, esto se ha hecho como especulación, nunca como mecanismos causales.
Conclusiones |
Las lesiones periapicales se diagnostican con mayor frecuencia en mujeres con osteoporosis, quienes tienen el doble de probabilidad de padecer PA. La evaluación del estado periapical por parte del dentista debe formar parte del control clínico rutinario de las mujeres posmenopáusicas, especialmente en aquellas con valores bajos de densitometría ósea.
Resumen objetivo: Dra. Alejandra Coarasa