Malassezia es un género de levadura lipofílica que coloniza comúnmente la piel sana y es el hongo más abundante en casi todas las áreas del cuerpo humano. Se supone que la colonización comienza poco después del nacimiento.
Se han clasificado al menos 14 especies de Malassezia. 8 de ellas se han aislado en humanos, siendo Malassezia restricta y Malassezia globosa las predominantes en lactantes y adultos.
Si bien la composición y la distribución de las especies en la piel sana puede variar según la edad, el sexo y la geografía, las alteraciones en el microbioma cutáneo que involucran a la levadura se han relacionado con varios trastornos dermatológicos, especialmente en ambientes cálidos y húmedos que favorecen su proliferación. También, factores del huésped, como la inmunosupresión, el uso de antibióticos y enfermedades subyacentes, como la diabetes, pueden influir.
- Es más común en adolescentes que en niños.
- Se presenta con máculas y parches rosados, hipo o hiperpigmentados, con escamas finas. Afecta tronco, cuello y extremidades superiores proximales; línea del cabello en bebés y niños.
- Diagnósticos diferenciales con vitíligo, pitiriasis alba, papilomatosis confluente y reticulada, pitiriasis rosada.
- Son factores predisponentes el clima cálido y húmedo; la diabetes, el embarazo y la inmunosupresión.
Para el tratamiento se recomienda crema de ketoconazol al 2 % una vez al día durante 2 semanas. También loción de sulfuro de selenio al 2,5 % en las áreas afectadas durante 10 minutos, una vez al día, por 2 semanas o crema tópica de terbinafina al 1 % una vez al día, durante 2 semanas. De forma alternativa o combinada, se puede prescribir fluconazol 300 mg, una vez por semana, durante 2 a 4 semanas.
La prevención se basa en el uso de champú de ketoconazol al 2 % mensual o dos dosis de itraconazol oral de 200 mg, tomadas con 12 horas de diferencia, una vez al mes.
- En adolescentes, es más común en varones.
- Se presenta con pápulas y pústulas monomorfas foliculares pruriginosas en el pecho, los hombros y la espalda; rara vez en el cuero cabelludo y la línea del cabello.
- Sus diagnósticos diferenciales son el acné vulgar, la queratosis pilaris y la foliculitis bacteriana.
- Son factores predisponentes el clima cálido y húmedo; el aumento de la producción de sebo, la sudoración, el uso de antibióticos y la inmunodepresión.
Para el tratamiento se sugiere crema de ketoconazol al 2 % dos veces al día durante 4 semanas. También el lavado de ketoconazol al 2 % cada dos días durante 2 a 3 meses. Una alternativa oral sería el fluconazol 100–200 mg al día durante 1–3 semanas.
La prevención se hace con lavados con ketoconazol al 2 %, dos veces por semana.
- En los bebés, generalmente aparece entre los 3 y 6 meses.
- Los síntomas son escamas gruesas y grasosas, blancas o amarillas, con eritema subyacente, distribuidas en el cuero cabelludo, la cara y, con menos frecuencia, el torso. Los pliegues cutáneos presentan eritema brillante y hay hipopigmentación posinflamatoria notable en las pieles de color.
- Se debe diferenciar de dermatitis atópica y psoriasis inversa.
El tratamiento para el cuero cabelludo se basa en aceite mineral y vaselina para aflojar las escamas y retirarlas suavemente con un cepillo de pelo para bebés o un paño. En la zona que no corresponde al cuero cabelludo, hayq ue mantener los pliegues de la piel lo más secos posible; si están muy inflamados, se indica un corticoide tópico de baja potencia (por ejemplo, crema o ungüento de hidrocortisona al 1–2,5 %) o crema de ketoconazol durante 1–2 semanas.
- En adolescentes; raramente en niños preadolescentes.
- Su presentación es variable. Oscila entre cuero cabelludo seco y escamoso (caspa) hasta escamas grasosas adheridas, con o sin eritema subyacente. También puede haber placas escamosas eritematosas, violáceas e hipopigmentadas en cara, orejas, cuello y tórax.
- Debe hacerse diagnóstico diferencial con psoriasis, dermatitis atópica, rosácea y lupus eritematoso.
- Se atribuye a las pieles con aumento en la producción de sebo.
Para el cuero cabelludo, el tratamiento es con champú con ketoconazol al 1–2 %, dos veces por semana, durante 1 mes. Las zonas sin cuero cabelludo deben recibir crema con ketoconazol al 2 %, dos veces al día, durante 4 semanas. Existe la opción de tratamientos cortos (1 a 2 semanas) de corticoides tópicos (clobetasol, hidrocortisona) para aliviar la picazón intensa y la descamación. Una alternativa es la espuma de roflumilast al 0,3 %, una vez al día, durante 8 semanas.
Para la prevención se indica champú de ketoconazol al 2 % una vez por semana.
- En adolescentes, con más frecuencia entre mayores de 13 años.
- Los síntomas son placas escamosas y eccematosas con eritema en el cuero cabelludo, la cara, el cuello y la parte superior del pecho.
- El diagnóstico diferencial implica rosácea, dermatitis atópica, dermatitis seborreica y dermatitis de contacto.
- Tener IgE elevada contra Malassezia y usar dupilumab son factores de riesgo.
El tratamiento requiere fluconazol oral, 150 mg semanales, durante 2 a 4 semanas. También se pueden emplear inhibidores tópicos de la calcineurina (pimecrolimus al 1 % y tacrolimus al 0,03 % o 0,1 %), dos veces al día, o según sea necesario. Estos últimos son las opciones preferidas para la prevención.
- Inicia dentro de las primeras 3 semanas de vida.
- Se presenta con pústulas y pequeñas pápulas con eritema variable en mejillas, mentón, frente, cuero cabelludo y cuello.
- Debe distinguirse de la miliaria pustulosa, la psoriasis pustulosa, la foliculitis y el herpes simple neonatal.
- Los factores identificados que aumentan el riesgo es el aumento en la producción materna de andrógenos y sebo.
Aunque autolimitada, se indica un tratamiento con crema tópica de ketoconazol al 2 %, dos veces al día, durante una semana.
Malassezia spp. es un componente normal del microbioma humano. Aún no se sabe con certeza por qué algunas personas son más propensas a desarrollar estas afecciones cutáneas asociadas a la levadura. Es probable que factores genéticos y ambientales contribuyan a la patogenia. Los defectos de la barrera cutánea debidos a la predisposición genética y la progresión de afecciones cutáneas inflamatorias, como la dermatitis atópica, pueden aumentar la penetración de Malassezia y la susceptibilidad a la respuesta inflamatoria del huésped. El reconocimiento y el diagnóstico, así como la comprensión de su historia natural, mejorarán el manejo. |