En épocas en que se acumulan datos y falta tiempo para leer y retener, creo importante, destacar en forma breve y concisa, cuatro elementos que no deben perderse de vista en el tratamiento a largo plazo del paciente alcohólico.
Como sintético fundamento, recordemos que ésta problemática, se caracteriza por su alto y múltiple impacto en diferentes aspectos, destacándose aquí el psicosocial.
Se trata también de pacientes de una alta labilidad emocional, con riesgo permanente de volver a beber. Se dice también que la enfermedad no se cura, sino que se detiene, alcanzándose una prolongada sobriedad, que se aspira a que sea permanente.
Por lo señalado en esta síntesis, destaco que superada la etapa aguda, y prescriptas las medidas necesarias, (internación, estudios complementarios, tratamiento clínico concomitante, psicofármacos, etc.). Se debe tener en cuenta de modo principal, los siguientes aspectos:
1) Establecimiento de una sólida alianza Médico - Paciente, que contemple
calidez, franqueza, trato espontáneo, dosis de firmeza y confianza.
Éste vínculo será duradero e incluirá la posibilidad de disponer del contacto en situaciones de emergencia o avatares siempre posibles. Si el médico se transforma en alguien significativo para el paciente, mejorará el pronóstico.
2)Prescripción y mantenimiento de la abstinencia, con revisión permanente de la misma.
No hay mejoría ni cambio significativo, en el paciente que no detiene su ingesta cuando inicia el tratamiento. No se justifica de modo alguno, la dilación en éste aspecto, tanto por los riesgos múltiples, como por el favorecimiento de confusiones sobre la índole de la patología y su alternativa de salud.
No hay cura sin abstinencia total y prolongada.
La posibilidad de recaídas, se presenta aún después de muchos años y en inesperadas circunstancias. "¡Siempre hay un motivo para brindar...!"
Si la abstinencia no se logra, se detendrá el tratamiento hasta agotar el punto, y se considerará la conveniencia de internación.
3) Participación de la familia, o de los vínculos más significativos del entorno del paciente.
Se realizará psicoeducación, se buscarán medidas consensuadas con el paciente para favorecer la abstinencia, y se revisaran actitudes propiciatorias concientes e inconcientes y modos de relación y comunicación. La enfermedad y la abstinencia, alteran significativamente los roles y el equilibrio familiar, y éstos cambios deben ser contenidos y esclarecidos, desarrollando variantes.
4) Indicación de asistencia a Alcohólicos Anónimos, y grupos de familiares.
Mencionamos anteriormente, que la enfermedad es de múltiple impacto, y de larga evolución. Los grupos de Alcohólicos Anónimos, estarán "... cualquier día, a cualquier hora y en cualquier lugar...", para asistir a nuestro paciente.
Trabajan especialmente la conciencia de enfermedad, y la importancia de la abstinencia. Acostumbran a asignar un "padrino", que acompaña a cada persona nueva en momentos de necesidad.
Ofrecen una reinserción social muy valiosa, desde una perspectiva realista y experta.
No hay incompatibilidad con el tratamiento profesional, aunque es recomendable conocer el funcionamiento y las tradiciones de Alcohólicos Anónimos.
A modo de conclusión, señalamos la preferencia de un enfoque multidisciplinario, la importancia de conocer la gravedad del presente problema, y de no caer en rápidos desalientos, dado que lo que hoy puede no ser eficaz, puede cobrar sentido a lo largo de los años siguientes en la evolución de la enfermedad. El alcoholismo es un desafío enorme, pero la recuperación y los progresos múltiples de nuestro paciente y su entorno, llenan de satisfacciones.
* Médico Especialista en Psiquiatría y Psicología Médica Especialista en Medicina Legal Psicoterapeuta Gestáltico