Riesgo de ataque cerebrovascular

Pronóstico posterior a una ceguera monocular transitoria asociada con estenosis de la arteria carótida

La endarterectomía carótida podría ser beneficiosa para los pacientes que sufren ceguera monocular transitoria junto con otros factores de riesgo para un ataque cerebrovascular, según recientes investigaciones.

A pesar de que la ceguera monocular transitoria, asociada con la estenosis de la arteria carótida interna es un factor de riesgo para el ataque cerebrovascular (ACV), ningún estudio realizado hasta el momento determinó el efecto de la endarterectomía carótida en pacientes que presentan esta patología.

A partir de un reciente estudio, un grupo de investigadores canadienses e israelíes comparó el riesgo de ACV en pacientes que sufren ceguera monocular transitoria y sujetos que padecen ataque isquémico hemisférico transitorio. El efecto de la endarterectomía fue evaluado en los pacientes con ceguera a través de datos provenientes del Experimento Norteamericano de Endarterectomía Carótida Sintomática.

De acuerdo a los resultado obtenidos, un total de 198 pacientes tratados médicamente por ceguera monocular transitoria experimentó un riesgo a 3 años de ACV ipsilateral que fue aproximadamente la mitad del riesgo evidenciado por 417 sujetos tratados médicamente por ataque isquémico hemisférico transitorio (tasa de riesgo ajustada, 0.53; 95% CI, 0.30 a 0.94).  Al mismo tiempo, se encontraron 6 factores asociados con un riesgo más elevado de ACV en pacientes con ceguera monocular: edad de 75 años o más, sexo masculino, un antecedente de ataque isquémico hemisférico transitorio o de ACV, estenosis de 80 hasta 94% del diámetro luminal y ausencia de circulación cardiovascular. El riesgo a 3 años de ACV con tratamiento médico para pacientes con ninguno o sólo un factor de riesgo fue del 1.8%, con 2 factores fue del 12.3%, en tanto con 3 o más factores de riesgo el porcentaje ascendió al 24.2% (P = 0.003).

La reducción absoluta a 3 años en el riesgo de ACV asociada con la endarterectomía fue del 2.2% (es decir, un incremento en el riesgo del 2.2%) en pacientes con ninguno o sólo 1 factor de riesgo, del 4.9% para aquellos que presentaban 2 factores de riesgo y del 14.3% para los sujetos con 3 o más factores de riesgo (P = 0.23 por una prueba de interacción).

A partir de estos hallazgos, los investigadores creen que en pacientes con estenosis de la arteria carótida interna, el pronóstico es mejor para aquellos que presentan ceguera monocular transitoria que para los que padecen un ataque isquémico hemisférico transitorio. La endarterectomía carótida podría ser beneficiosa para los pacientes que sufren ceguera monocular transitoria junto con otros factores de riesgo para ACV.