Investigación
Las personas valoran la ayuda psicológica antes de una cirugía
Es la conclusión de una investigación del hospital Penna. La preparación emocional disminuye el uso de analgésicos y los días de internación Los terapeutas aclaran dudas y temores. No siempre los pacientes entienden el discurso médico.
El equipo de psicólogas, coordinado por la licenciada María del Carmen Mucci e integrado por las licenciadas Mabel Besada, Susana B. García y María Cristina Lado (todas ellas con una década de trabajo ad honorem en el servicio), trabaja para que el paciente afronte las circunstancias de su enfermedad y cirugía de la mejor manera posible.
"Hacemos dos recorridos semanales por la sala de Cirugía General de Adultos del hospital, que tiene 36 camas siempre ocupadas por pacientes pre o posquirúrgicos y ahí detectamos qué pacientes pueden necesitar de nuestra intervención -explicó la licenciada Mucci-. Se trata de procesos terapéuticos breves y focalizados; en el caso de cirugías por realizarse, se trabaja a partir de lo que cada paciente trae como problemática, como por ejemplo sus miedos o la ansiedad, o también su preocupación por volver lo antes posible al trabajo o su angustia por estar desempleado, algo cada vez más frecuente."
Mabel Besada agregó que los estudios realizados en EE.UU demuestran que la psicoprofilaxis quirúrgica disminuye el uso de analgésicos poscirugía, los días de internación y las infecciones hospitalarias.
Traducción emocional
El equipo de psicoprofilaxis quirúrgica del hospital Penna realizó varios trabajos sobre el tema, a partir de los casi 900 pacientes quirúrgicos asistidos desde 1994.
El grupo de psicólogas cuenta con el aval de sus superiores: el doctor Eduardo Moreno, jefe de Salud Mental del hospital; el profesor Claudio Barredo, jefe de la División Cirugía, y el doctor Jorge Covaro, jefe del Departamento de Cirugía.
"Encontramos -dijeron las psicólogas- que una mayor información no necesariamente disminuye la ansiedad y puede aumentarla. Sobre todo si el paciente busca datos a través de muchas fuentes, Internet, un vecino, un amigo, ya que esto puede confundirlo mucho. Parte de nuestro trabajo es ayudarlo a elaborar la información que tiene, y que pueda preguntar lo que desea saber."
Las psicólogas agregaron que más del 50% de la muestra consultada se sintió suficientemente informado antes de la cirugía; sabían cuál era su problema y de qué serían operados "y, sobre todo, no mostraban ansiedad; es decir, tenían aquellos datos que consideraban apropiados".
Las dificultades aparecieron en cambio ligadas a problemas de comunicación con los cirujanos, causados por diversas razones: la falta de tiempo para la atención, el hecho de pasar por varios médicos y la vergüenza que el paciente siente frente a los guardapolvos blancos cuando se le habla en una terminología que no entiende y no se anima a preguntar.
"Frente a algunas enfermedades, como por ejemplo las cirugías oncológicas -dijeron Mucci y Besada-, es frecuente que el paciente haya sido informado, pero debido a la dificultad de aceptación que plantea el diagnóstico de este tipo de condiciones, a menudo se activa un mecanismo de negación frente a lo que escucharon. Y allí también es muy oportuna la intervención psicológica."