"Estar de pie durante mucho tiempo, especialmente en un ambiente cálido, puede derivar en desmayos ocasionales, incluso en personas sanas", indicaron los autores, pertenecientes a la Universidad Humboldt en Berlín (Alemania).
"Nuestros resultados muestran que beber agua, antes de la donación, mejora la capacidad de mantenerse de pie y evitar el desmayo", agregaron. El otro grupo que ha realizado un trabajo similar pertenece a la Universidad de Vanderbilt (EE.UU.).
Las conclusiones de ambos grupos demuestran que beber agua reduce la propensión al desmayo, tanto en personas sanas, como en aquellas con problemas del sistema nervioso autónomo, que es el que regula las funciones del organismo que no se controlan conscientemente, como el ritmo cardíaco y la presión sanguínea. Estas personas suelen desmayarse cuando están de pie después de donar sangre y, por esta razón, muchas de ellas no vuelven a donar.