En dicho trabajo, la resonancia magnética (RM) fue empleada en embarazadas con dolor abdominal o pélvico agudo. Después, el curso clínico de cada paciente fue seguido muy de cerca. En opinión de los autores, coordinados por la Dra. Katherine Birchard, las interpretaciones prospectivas de RM se correlacionaban muy bien con los hallazgos clínicos y quirúrgicos. La RM describió de forma precisa numerosos procesos patológicos, incluyendo apendicitis, pancreatitis, fibromas uterinos y colitis ulcerosa.
La seguridad se cuidó más, si cabe, por tratarse de mujeres embarazadas. "En lugar de radiación ionizante, con propiedades carcinógenas que se utiliza en los rayos X y la tomografía computerizada, la RM emplea fuertes campos magnéticos y pulsos de radiofrecuencia para producir imágenes, que no se han asociado ni al cáncer ni a malformaciones del feto", han concluido los autores.