"Las consultas por molestias vinculadas con la columna vertebral han aumentado en forma alarmante en los últimos dos años, sobre todo en personas jóvenes. La vida sedentaria, el uso de la PC y el estrés que se transforma en tensión muscular son las principales causas de estas patologías", asegura el doctor Miguel Acánfora, especialista en Medicina Física y Rehabilitación y director médico de ALPI.
"De hecho -agrega la doctora María Jesús Von Zeschau, coordinadora de Rehabilitación de la misma institución-, el 50% de los dolores o contracturas reconoce una causa postural. Un pequeño dolor puede derivar en incapacidades importantes, mareos, desórdenes visuales, hernias de disco e incluso complejas intervenciones quirúrgicas."
Esto sucede, explica, "porque la gente le resta valor a su dolencia. Debemos buscar todo el tiempo posturas en las que las molestias no aparezcan. Incluso pequeños cambios como pasar de tacos altos a bajos o viceversa, pueden dar comienzo a cambios posturales que fatigan el músculo sin que nos demos cuenta. La importancia de valorar las molestias reside en que el daño comienza a ser visible en las placas cuando el 40% de la articulación ya está afectada".
Entre las dolencias más comunes, el primer puesto se lo llevan las de las cervicales, seguidas por las lumbares y por último las dorsales.
Manos que sanan
Dicen que el primer anestésico natural de la humanidad fue la mano de la madre sobre la pancita dolorida de su bebé. Con nuestras espaldas parece suceder lo mismo: "si bien la "batería kinesiológica" (onda corta, magnetoterapia, etcétera) ha demostrado probada eficacia -explica el doctor Acánfora-, los pacientes piden más masajes. Parecen aportar un plus terapéutico necesario en esta época y que tiene que ver con el contacto físico humano."
Sea como sea, hoy los doloridos pacientes buscan literalmente ponerse en manos de otro. Dentro de las técnicas "cuasioficiales" ejercidas por kinesiólogos, el boom del momento es la reeducación postural global (RPG), una técnica creada por Philippe Souchard en 1980 para el tratamiento integral de la cadena músculo-esquelética.
Aún no existe título oficial, pero es una materia de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y pueden ejercerla kinesiólogos o profesionales con titulo equivalente que hayan hecho el posgrado, por ahora privado.
Se aplica en casos de escoliosis, problemas cervicales, lesiones articulares, lumbares, del deporte. Busca estirar la cadena músculo-esquelética y corregir malas posturas. Para ello, el terapeuta trabaja todo el tiempo sobre el cuerpo del paciente, que va realizando diversas posturas. Presta mucha importancia a la respiración.
Hoy casi todos los especialistas la recomiendan por su capacidad de enderezar columnas. Sus resultados son a mediano plazo (una vez por semana como mínimo seismeses). Los expertos en RPG son muy buscados, porque son pocos. Por ahora son contadas las prepagas que los cubren y las listas de espera no bajan de los cuatro meses. En forma particular cobran de 50 a 100 pesos la sesión.
La osteopatía
"Por favor, aclaremos que no tenemos nada que ver con los también llamados osteópatas, médicos dedicados a las patologías metabólicas de los huesos, como la osteoporosis", se preocupa la licenciada Olga Garay, docente de la UBA y de la Escuela Osteopática Argentina (una de las dos instituciones que forman a estos profesionales).
Los osteópatas (de ostheon: lo medular ) formados en dicha escuela (que funciona en la Facultad de Medicina) son todos kinesiólogos que realizan un posgrado de cinco años para recibir su título (por ahora en vías de oficializarse). Aunque hasta hace poco era un tanto desconocida, "estamos asistiendo a un verdadero aluvión de consultas. La gente acude a nosotros porque además de decidir un tratamiento, tenemos una mirada integral del paciente -dice Garay-, y nuestro objetivo es determinar el origen del dolor, que no siempre está donde se siente".
Los osteópatas realizan un interrogatorio exhaustivo, hacen tests de movilidad de distintas zonas y revisan todo el cuerpo. "Para nosotros, la clínica manda -dice Garay-. Hacemos mucho hincapié en lo que no se debe tocar."
Las técnicas osteopáticas pueden dividirse en dos: las de impulso o quiroprácticas, y las blandas: masajes y movimientos efectuados sobre el cuerpo del paciente. No utilizan aparatología, son enemigos de la medicación y aseguran que en pocas sesiones (que cuestan entre 70 y 150 pesos), el síntoma puede cambiar.
Tratan alteraciones musculares y articulares. "Las sesiones son pocas porque nuestro lema es Encuentra la lesión, trátala y déjala .
El paciente continúa con ejercicios en su casa, pero debe generar sus propios recursos para recuperarse."
Descontracturarse
Si bien hay cada vez más tipos de masajes, el doctor Acánfora recomienda distinguir entre aquellos terapéuticos, ejercidos por fisiatras o kinesiólogos especializados, de las que son técnicas relajantes o descontracturantes ejecutadas por personas con menor formación. Esto no descarta que logren buenos resultados al eliminar tensiones, pero hay que estar seguro de que la patología es leve y pedir el visto bueno del médico.
Dentro de estas técnicas, gozan de mucho respeto entre los profesionales técnicas como la digitopuntura (para relajación y analgesia), el shiatzu (para sedación y relajación), el yoga (que combina posturas). Y recomiendan especialmente el tai-chi-chuan, por sus movimientos suaves, de estiramiento y relajantes.
Otros masajes de moda son el tailandés (estiramiento corporal, presiones profundas) y el californiano (relajante con deslizamientos que recorren todo el cuerpo). Muchas veces se utilizan varios en forma combinada y a casi todos suele sumarse la reflexología (que estimula determinados puntos de los pies).
"Pero -advierte Garay- sea cual fueres el masaje elegido, éste siempre debe ser suave y tranquilo. Si es muy intenso vuelve a depositarse calcio en el músculo, lo que luego agrava el dolor. Y tener especial cuidado con las técnicas de tracción (tirar del cuello, por ejemplo) porque pueden dañar pequeños nervios dentro de la columna."
Por Florencia Bernadou
Para LA NACION
Dónde consultar
ALPI: www.alpi.org.ar .
RPG: www.rpg.org.ar .
Escuela Osteopática de Buenos Aires: www.eoba.org.ar .
Consejos para aliviar y corregir malas posturas
Mantenerse erguido: es muy importante mantener la columna vertebral recta para que tanto los discos intervertebrales como las otras articulaciones de la columna puedan repartir correctamente el peso. La posición de erguido significa centrar la cabeza en el centro de la pelvis. Siempre que la cabeza esté desplazada por delante de la pelvis hay un mayor esfuerzo de los músculos para mantener dicha postura.
Sacar pecho: llevando los hombros hacia atrás suavemente, manteniendo la cabeza levantada con el cuello recto, es una manera de autoobservarse en una postura equilibrada. Esta postura debería mantenerse obteniendo una buena tonificación de los músculos abdominales, lo que facilita el uso correcto del tronco.
Doblar las rodillas al agacharse: ponerse en cuclillas manteniendo la espalda recta, para alcanzar un objeto bajo, levantar un objeto del suelo o acomodar elementos.
Durante el sueño: la posición horizontal descansa la columna vertebral, ya que ésta no tiene que soportar el peso del cuerpo. Si se duerme de costado es importante flexionar las rodillas para no forzar la zona lumbar y permitir el descanso. Hay que tener un colchón firme, colocado sobre una estructura resistente y tensa. La almohada debe ser amplia y mullida para poder adecuar las curvas de la cabeza y el cuello, sin quedar caída hacia un lado cuando estamos de costado. Boca arriba la almohada debe soportar la cabeza, el cuello y la parte alta de los hombros.
Elegir el deporte adecuado: natación, fundamentalmente el estilo espalda ; el ciclismo, la marcha y el esquí de montaña. Están contraindicados el esquí acuático, el golf y la equitación, porque fatigan mucho la zona lumbar. Y los asimétricos, como el tenis, o de impacto, como el paddle sobre cemento, la carrera y el step.
Consejos del doctor Víctor Ramanzín, especialista en ortopedia y traumatología del Servicio de Patología de la Columna Vertebral de la Clínica y Maternidad Suizo Argentino.