LONDRES. AP
Un partido de fútbol entre amigos le permite a los hombres quemar más grasas y sacar más músculo que una corrida liviana, según un nuevo estudio. Científicos daneses que observaron a 37 voluntarios comprobaron que quienes se entretienen con una número 5 se cansan menos que quienes trotan porque disfrutan más del ejercicio.
"Esta es una buena noticia para quienes prefieren jugar un picadito", dijo Gary O'Donovan, especialista en medicina deportiva de la Universidad de Exeter, que no participó en el estudio. Para medir el esfuerzo de quienes participaron en la investigación, los médicos colocaron monitores cardíacos en el pecho y compararon muestras de sangre y de tejido muscular tomadas antes y después de los partidos o el trote.
Los investigadores seleccionaron hombres de entre 31 y 33 años, con estados de salud similares, y los separaron en tres grupos: los jugadores de fútbol, los que trotan y los que no hacen nada. Tres veces por semana participaron en sesiones de una hora. Al cabo de 12 semanas, los futbolistas habían perdido 3,7% de sus adiposidades y los trotadores, 2%. La masa muscular de los futbolistas aumentó en casi dos kilos mientras que no se percibió cambios en la de los trotadores. Tampoco hubo cambios relevantes en grasa y masa muscular de quienes no hicieron nada.
Además, tuvieron el mismo ritmo cardíaco, pero los futbolistas realizaron un mejor ejercicio por los momentos de gran intensidad que se producen en un partido. Peter Krustrup, encargado del estudio, y sus colegas observaron que hay momentos en los partidos en los que el corazón bombea a un 90% de su capacidad. En los trotadores, jamás se registró ese nivel. "Se acabó la discusión acerca de si una actividad intensa es más efectiva que una liviana", señaló O'Donovan.
Pero adviritió que las personas sedentarias no deben someterse, de entrada, a sesiones intensas.
Los unos y los otros
Para realizar este estudio observaron a hombres con edades entre 31 y 33 años. Les colocaron monitores cardíacos y tomaron muestras de sangre y de tejido muscular antes y después de cada actividad. Al cabo de 12 semanas, vieron que los "futbolistas" perdieron un 3,7 % de adiposidades.
Los aficionados al trote, en cambio, luego de 12 semanas de observación, sólo perdieron el 2 por ciento de sus adiposidades y no ganaron masa muscular. Uno de los factores que también marcó la diferencia fue el placer que sintieron los futbolistas al jugar y anotar goles.