Dos boxeadores cubanos. (Foto: Reuters | Claudia Daut)
MARÍA SAINZ
MADRID.- La Asociación Médica Británica lleva 15 años reclamando la prohibición del boxeo aficionado y profesional, basándose, principalmente, en el riesgo que corre el cerebro de estos deportistas. Sin embargo, una revisión de estudios aparecida en 'The British Medical Journal' ('BMJ'), una revista dependiente de esta misma institución, no muestra una relación directa entre este deporte de lucha y la probabilidad de sufrir un daño cerebral permanente.
En 2005, la Asociación Médica Mundial (WMA, sus siglas en inglés) incidía en los riesgos: "Su intención básica es producir daño físico al oponente. El boxeo puede conllevar la muerte y producir una alarmante incidencia de daño cerebral crónico. Por esta razón, la WMA recomienda su prohibición".
Son varios los estudios que han intentando demostrar la relación entre la práctica de este deporte de contacto y los riesgos señalados. En busca de ese nexo, un equipo de investigadores británicos decidió analizar la evidencia publicada desde 1950 hasta ahora.
Boxeadores aficionados
De los más de 900 estudios identificados, los expertos centraron su labor en 36 —todos ellos realizados con boxeadores aficionados—, en los que se analizaba el papel de esta actividad a la hora de propiciar un daño cerebral permanente (definido como "cualquier anormalidad detectada en un examen neurológico, prueba de imagen cerebral, test psicométrico o electroencefalograma").
Como primera conclusión, los especialistas capitaneados por Mike Loosemore, del Instituto Inglés del Deporte, recalcan la baja calidad de las investigaciones revisadas.
Los estudios de mayor validez fueron los estudios de cohortes (seguimiento de grupos de boxeadores) y los que emplearon tests psicométricos. De estos 17 trabajos, tan sólo cuatro encontró más daño cerebral en los boxeadores.
Del resto de investigaciones, una quincena refleja alguna anomalía en el cerebro de estos deportistas pero, según sus autores, son trabajos de escasa valía.
"En el boxeo, la cabeza puede recibir múltiples golpes con la resultante contusión, pero menos que en otros deportes populares, como el rugby o las actividades ecuestres", explican los firmantes de la revisión.
Historia del boxeo
Un editorial adjunto, también publicado en 'BMJ', expone cómo desde sus inicios el boxeo ha estado rodeado de polémica. De hecho, César Augusto llegó a prohibirlo por los daños que causaba a los legionarios romanos.
Paul McCory, autor de este comentario y experto de la Universidad de Melbourne en Victoria (Australia), también argumenta que esta actividad ha ido ganando en seguridad con el paso del tiempo. Por ello, destaca que no se pueden extrapolar los datos obtenidos en 1950 a la actualidad.
En opinión de este experto, los deportistas están más equipados y disputan muchos menos torneos que en el pasado. Antes, por ejemplo, algunos deportistas con síntomas neurológicos continuaban peleando porque necesitaban el dinero.
"Es mucho menos probable encontrar estos daños en los boxeadores de ahora porque sus carreras son relativamente cortas", apunta. Y propone que otro factor de riesgo, además de la exposición a los golpes en el cuadrilátero, podría ser la presencia de la variante E4 del gen APOE, que se ha relacionado con trastornos mentales como el mal de Alzheimer.