Quemar, literalmente, las paredes internas de las vías aéreas que se contraen durante una exacerbación asmática es el modus operandi de una nueva técnica, aún experimental, para el tratamiento de los pacientes asmáticos que no responden a las terapias convencionales. Sus resultados preliminares fueron presentados en un encuentro de especialistas.
"Los estudios preliminares han mostrado que es efectivo para controlar los síntomas del asma, como la dificultad para respirar y la tos, que son resultado de la hiperreactividad bronquial que hace que las vías aéreas se cierren", dijo a LA NACION el doctor Eric S. Edell, experto en medicina pulmonar de la Clínica Mayo.
Edell visitó la Argentina para participar del Primer Curso Internacional de Actualización en Neumonología, organizado por el Colegio Norteamericano de Médicos del Tórax, de los Estados Unidos, y por la recientemente creada Fundación Argentina del Tórax.
"El tratamiento endoscópico del asma no es para todos los pacientes", aclaró el doctor Juan Antonio Mazzei, presidente de la citada fundación. Si los estudios clínicos en curso confirman los resultados preliminares, esta nueva terapéutica estaría dirigida a los pacientes con formas moderadas o graves de la enfermedad.
"Lo estamos estudiando en aquellos pacientes que reciben dosis muy elevadas de medicación inhalable -comentó el doctor Edell-. La idea no es proveer de un tratamiento que sólo ayude a reducir las exacerbaciones de la enfermedad, sino que también reduzca la necesidad de utilizar los costosos medicamentos inhalables. Y los estudios preliminares sugieren que efectivamente hay una reducción de la necesidad de utilizar estas drogas a partir del tratamiento endoscópico."
Los resultados del uso de esta técnica, también llamada termoplastia, fueron publicados en la revista The New England Journal of Medicine por investigadores de la Universidad McMaster, de Canadá. El estudio canadiense observó una reducción de las exacerbaciones asmáticas, una reducción del uso de medicación inhalante, un mejor control del asma y una mejora en la calidad de vida de los pacientes.
Efectos secundarios
Pero ¿en qué consiste el tratamiento? "Implica la colocación de un pequeño catéter dentro de las pequeñas vías aéreas del pulmón y la utilización del calor producido por radiofrecuencia para destruir el músculo liso de las vías aéreas -explicó Edell-. Como resultado de la ausencia del músculo liso, la constricción de las vías aéreas [que ocurre durante una exacerbación] es eliminada."
El principal efecto secundario observado en los pacientes es una transitoria exacerbación de la enfermedad, pero que no dura más de 6 semanas. De todos modos, aclaró Edell, "éste es un tratamiento que sigue siendo controvertido, ya que algunos plantean que el músculo liso tiene razones para estar allí. Por eso es importante el seguimiento en el largo plazo para asegurarnos de que el tratamiento no es contraproducente".
La Fundación Argentina del Tórax, que organizó el evento científico, se encuentra afiliada a la Universidad Católica Argentina y tiene fines tanto académicos como asistenciales. "La idea es establecer un instituto donde se hagan tareas de prevención, diagnóstico y tratamiento ambulatorio de las enfermedades del tórax", dijo Mazzei.
Por Sebastián A. Ríos
De la Redacción de LA NACION