Una primera encuesta sobre el estado de la donación de sangre en el país revela no sólo que la mayoría de los argentinos dona sólo para un familiar o un amigo, sino también que una de las causas por las que no donan es porque nunca se lo pidieron.
Esto, coinciden los especialistas consultados, confirma que existe falta de información en la sociedad sobre la importancia de donar sangre y sus componentes, y que la población no lo asocia con un acto voluntario y altruista.
De hecho, Constanza Cilley, directora de Investigaciones de TNS Gallup Argentina, que realizó la encuesta para LA NACION, destaca de los resultados obtenidos que "los datos del estudio muestran que la donación regular y voluntaria de sangre es muy baja en nuestro país. A pesar de eso, el sondeo revela que hay espacio para que crezca, porque no hay barreras fuertes, sino más bien desinformación".
La encuesta incluyó entrevistas domiciliarias con mil personas mayores de 18 años -la edad a partir de la que se puede donar sangre- seleccionadas para formar una muestra representativa nacional.
El 60% respondió que nunca había donado sangre y el 40%, que lo había hecho alguna vez (el 52% de los porteños, el 42% de los bonaerenses y el 38% de la población de las demás provincias).
Entre los que nunca habían donado, las causas más citadas fueron: "Nunca necesité donar sangre a ningún familiar o amigo" (34%), "Nunca se me ocurrió" (14%), "No tuve oportunidad o no me lo pidieron" (3%), "No sé cómo hacerlo" (1%) y "No quiero o no me gusta" (1%), entre otros motivos que incluían desde padecer alguna enfermedad transmisible por la sangre o algún problema crónico.
Pero un 27% no supo dar un motivo claro por el cual nunca había donado ni donaría sangre, cuando se estima que 9 de cada 10 personas necesitaremos sangre alguna vez en la vida para nosotros o un conocido.
"Es necesario crear conciencia y educar a la población, y eso se logra en el largo plazo", explicó el doctor Abraham Kohan, jefe del Servicio de Hematología del Instituto Alexander Fleming y ex presidente de la Asociación Argentina de Inmunoterapia e Inmunohematología.
En general, aseguró, la población argentina es solidaria, "pero nos falta la cultura de la donación, y eso genera también temores sobre la seguridad. El sistema es transparente y se rige por normas que lo hacen seguro".
El 82% de la población que alguna vez donó sangre lo hizo por una necesidad en su círculo más cercano, mientras que el resto dijo que lo había hecho más de una vez (el sondeo no indagó si se trataba de donantes voluntarios y regulares, o si habían donado para terceros desconocidos).
"Son resultados similares a los que obtuvimos en 2003 mediante los estudios antropológicos realizados en la Argentina y el resto de América latina con la Organización Panamericana de la Salud -comentó la doctora Ana Del Pozo, jefa del Servicio de Hemoterapia del Hospital Garrahan-. La diferencia es que en esa época sólo un 3% de la población había donado para una persona distinta de un familiar o amigo, cuando ahora aparentemente eso lo habría hecho un 18 por ciento."
Pero ambos médicos coincidieron en que la cantidad de donantes aún no es suficiente y en que se necesita un modelo de donación voluntaria, altruísta y regular, que es el más seguro. "Hay que revertir el sistema -insistió Kohan-. Tiene que haber una política de Estado. Salir a buscar a los donantes es un camino, pero falta más información pública sostenida y charlas en los colegios, si no, son acciones espasmódicas."
"Hay que cambiar las estructuras para que el banco de sangre se adapte al donante -dijo Del Pozo-. Hay que ampliar horarios de atención y extenderla a los fines de semana y los feriados. Además, hay que sacar la donación a la calle, hacer por lo menos tres colectas externas semanales y limitar las causas injustificadas por las que aún rechazan donantes, como el ayuno previo o tatuajes de más de 12 meses."
60 %
nunca donó sangre
El 34% lo atribuyó a que nunca lo había necesitado un familiar o amigo, y el 14% a que nunca lo había pensado.
40 %
donó sangre alguna vez
El 82% lo hizo porque se lo habían pedido específicamente para una persona de su entorno más cercano.
27%
ignora por qué nunca donó
Mientras que un 1% dijo que no quiere o no le gusta donar sangre y otro 1% aseguró que no sabe cómo hacerlo.