Fertilización asistida, embarazo y HIV, un trío actualmente compatible
"Esto es posible gracias a la puesta en marcha de un proceso que comienza con el estudio desde el punto de vista infectológico del semen criopreservado del hombre, y continúa con la sincronización con respecto al ciclo de la mujer para poder determinar el momento de implantación", explica Eduardo Pedro Lombardi, vicepresidente de la Sociedad Argentina de Medicina Reproductiva (SAMER) y subdirector del Instituto de Ginecología y Fertilidad (IFER), en la antesala del XXVI Congreso Internacional de la Sociedad de Obstetricia y Ginecología de Buenos Aires (SOGIBA) que se realizará del 29 al 31 de agosto.
El encuentro médico, que reunirá a especialistas nacionales, estadounidenses, holandeses, brasileros, chilenos, méxicanos, franceses y uruguayos tiene como objetivo compartir los adelantos científicos y tecnológicos así como también debatir en torno a los desafíos que plantea la especialidad para resolver los problemas que inciden en la salud de la mujer.
Durante el XXVI Congreso, serán abordados temas como la evolución prenatal y la tecnología; la mortalidad materna y las estrategias para reducirla; las controversias en ginecología infanto juvenil; la anticoncepción en situaciones especiales como el embarazo o la sífilis; las infecciones de transmisión sexual en la mujer y las medidas para limitar el número de cesáreas.
"Cuando hablamos de realizar tratamientos para lograr la obtención de un embarazo en mujeres portadoras del virus HIV, debemos pensar en la realización de diversas pruebas. Luego de eso, en un determinado momento del proceso se descongela parte del material criopreservado -una técnica revolucionaria que tal como sucede en las mujeres permite conservar material a muy bajas temperaturas y por mucho tiempo para de esa forma preservar el material genético y poder utilizarlo en otro momento- para poder completar el tratamiento de fertilización de baja complejidad o simple."
"A través de todos estos pasos podemos permitirle a una persona que integra una pareja y que tiene HIV, tener un hijo sano pero que tenga su carga genética. Esto es muy importante si pensamos que el 75% de las infecciones por el virus del SIDA se dan en personas en edad fértil", agrega el especialista.
Sin embargo la combinación criopreservación- fertilización no sólo se utiliza cuando hay casos de infección por HIV, sino también para situaciones en las cuales por decisión propia la maternidad ha sido postergada y resulta difícil concretar un embarazo después de una determinada edad, así como también cuadros oncológicos de la mujer.
"No obstante y más allá de las puertas que permanentemente se abren gracias a los nuevos tratamientos, lo que siempre tenemos que pensar cuando queremos hacer la relación enfermedades infectológicas y embarazo es que cuánto antes se detecten, mejor será el pronóstico -concluye Lombardi-. En el caso del HIV, si el abordaje del cuadro se realiza desde etapas prematuras de la gestación, los riesgos tanto para el bebé como para la mamá -así como también el de transmitir el virus por vía parenteral- se reducen del 25% al 2%."
Fuente: ProSalud News
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