Por Antoni Trilla
Estamos a punto de terminar este año, difícil, 2010. Crisis económica de pronóstico grave para el país, recortes salariales para muchos profesionales sanitarios y una perspectiva aún más complicada para el próximo año 2011.
A pesar de todo, durante las próximas semanas vamos a tratar de dejar de lado algunos problemas y a disfrutar de nuestra familia y de las tradicionales vacaciones. Recuperaremos ánimos y energías y probablemente nos lo pasaremos bien juntos, contando anécdotas o disfrutando de la lectura y la música.
La revista científica 'British Medical Journal' (y también el 'Canadian Medical Association Journal') dedica un número completo o parte de éste a un "extra" navideño: es el famoso número de Navidad. Una vez al año, en buena sintonía con la tradición, se publican una serie de artículos biomédicos en los que el humor es predominante. Son investigaciones originales, revisadas también por expertos y metodológicamente correctas, pero parten de ideas e hipótesis divertidas o poco verosímiles.
Se han publicado artículos sobre la probabilidad de sobrevivir a una caída desde un avión sin paracaídas, sobre la longevidad de los supervivientes del Titanic (titulado, muy apropiadamente, 'My heart will go on'), sobre porqué Tintín no envejece con el paso del tiempo y otros muchos similares. Creo que muy pocos autores españoles (entre ellos Mónica Lalanda y yo) han logrado publicar sus artículos en este número de Navidad.
Nosotros demostramos en el BMJ de Navidad de 2006 que los cirujanos eran, en promedio, más altos y más guapos que un grupo comparable en edad de médicos internistas, aunque ambos grupos (internistas y cirujanos) alcanzaban menor puntuación que los actores que interpretan papeles de médico en series como 'House' o 'Anatomía de Grey'. Sólo estudiamos varones. Tenemos pendiente repetir el trabajo con mujeres en cuanto éstas alcancen y confiesen los 50 años en número suficiente en el hospital.
En este número de Navidad de 2010, BMJ publica un artículo sobre un método objetivo para determinar las diferencias existentes entre médicos, cirujanos y otros especialistas. Se basa en el sistema y medida del tiempo de aparcamiento (COPS: Observación Encubierta de las Habilidades de Aparcamiento) de más de 100 médicos en un hospital de Irlanda del Norte. Para ello, se determinó (en tres días consecutivos) si los médicos tenían o no lista la tarjeta del parking al llegar a la barrera de acceso y el tiempo que empleaban en aparcar y salir del coche. Incluyeron a 28 anestesistas, 29 médicos (internistas), 14 radiólogos y 32 cirujanos.
Los cirujanos y radiólogos tenían la tarjeta de entrada preparada en una proporción significativamente superior a la de anestesistas e internistas (80% vs 40%). Además, los cirujanos aparcaban más rápido (68 segundos de promedio), que los anestesistas (82 segundos), radiólogos (86 segundos) e internistas (112 segundos). Atención: no había diferencias según el sexo.
Varios autores han sugerido la existencia de una relación entre el tipo de personalidad y la especialidad médica escogida, pero muy pocos han empleado una prueba objetiva como la COPS. Los autores sugieren que, a pesar de sus limitaciones (entre ellas, que todos ellos son cirujanos), este método COPS podría emplearse para ayudar a seleccionar la especialidad.
Podríamos, pues. pensar en complementar nuestro examen MIR con la prueba COPS (digresión lingüística: COPS significa 'polis' en inglés y significa 'golpes' en catalán).
Esta combinación MIR+COPS quizás permitiría, añadiendo previamente el dato de la altura del médico y su "índice de guaperas" (0: muy feo, 10: arrebatador), orientar mejor las futuras carreras de nuestros profesionales: Si eres alto, guapo y aparcas rápido, vas para cirujano. Si, por el contrario, eres bajo, no especialmente agraciado y más lento aparcando, mejor dedícate a la medicina interna o sus especialidades.
Hace años, los cirujanos fueron admitidos en los colegios de médicos (antes iban aparte). El título oficial de médico en España indicaba hasta ahora que al obtenerlo eras 'Licenciado en Medicina y Cirugía', entendiéndose claramente la preminencia de la primera sobre la segunda. Con el grado (Bolonia) esto cambiará y será ya sólo 'Graduado en Medicina'.
Una pena. Con lo bien que lo pasamos contando chistes de cirujanos (los médicos) y de médicos (los cirujanos) durante las Navidades...
Que Dios nos dé a todos mucha salud para el próximo año.
¡Felices Navidades! Bon Nadal!