NUEVA YORK (Reuters Health) - Los médicos no son muy cuidadosos cuando tienen que decirle a una persona que se va a morir. Pero un programa de entrenamiento corto los ayuda a comunicarse mejor con pacientes con cáncer terminal.
Un nuevo estudio, publicado en Journal of Clinical Oncology, evaluó el primer programa diseñado especialmente para mejorar la comunicación médica con pacientes en los que la enfermedad es fatal.
A menudo, los médicos tratan de evitar conversar sobre esa situación con los pacientes, según señala el equipo de Tanja Goelz, del Centro Médico de la Universidad de Freiburg, en Alemania.
Y dado que la mayoría de los pacientes y sus familias quieren recibir información real, el equipo desarrolló un programa de entrenamiento que incluye un taller de comunicación de 1,5 días y una sesión de consejería de 30 minutos.
Para comprobar su utilidad, el equipo filmó a 41 médicos durante consultas con actores que simulaban ser pacientes enfermos. Al azar, la mitad de los médicos realizó luego el entrenamiento.
A las cinco semanas, ese grupo entrenado explicaba mejor la transición a los cuidados paliativos, se comunicaba mejor en general y al preguntar sobre la familia del paciente.
El equipo concluyó que el programa COM-ON-p "es bastante corto, accesible y efectivo", y agregó que "el concepto parece atractivo porque la cantidad de interesados fue alta".
FUENTE: Journal of Clinical Oncology, online 8 de agosto del 2011
Los cirujanos necesitan ayuda para aprender a dar malas noticias
La mayoría no tienen capacitación formal en la comunicación entre médico y paciente, señalan investigadores
Robert Preidt
La capacitación puede ayudar a los residentes quirúrgicos a aprender cómo respaldar mejor y mostrar más compasión al hablar con los pacientes que se enfrentan al cáncer, halla un estudio reciente.
Pero incluso la capacitación tiene limitaciones. Aunque los cirujanos que se sometieron a capacitación en comunicación mejoraron la forma en que manejaban casos específicos, la capacitación no mejoró sus habilidades generales de comunicación, según los investigadores.
El estudio incluyó a 44 residentes de cirugía general que fueron primero evaluados en cuanto a su capacidad de hablar con una persona que desempeñaba el rol de un paciente sobre un diagnóstico de cáncer de mama o de colon, lo que incluía comunicar las malas noticias y ayudar al paciente a comprender lo que le esperaba. Los residentes también fueron evaluados sobre sus habilidades generales de comunicación.
Luego, los residentes de cirugía participaron en un programa interactivo sobre la comunicación entre médico y paciente. Los residentes fueron reevaluados y mostraron una mejora significativa en su rendimiento en casos específicos, pero no en sus habilidades generales de comunicación, según un informe que aparece en la edición de agosto de la revista Archives of Surgery.
"Nuestros resultados muestran que las mejoras en casos específicos parecen más susceptibles a una mejora medible que las habilidades generales de comunicación, al menos con la capacitación limitada a corto plazo que utilizamos", escribieron el Dr. Rajiv Chandawarkar, de la Facultad de medicina de la Universidad de Connecticut, y colegas. "Esas habilidades se pueden evaluar en un periodo más largo, quizás incorporando este modelo y evaluaciones de un año a otro".
En general, los residentes quirúrgicos de EE. UU. carecen de capacitación formal en educación del paciente, y se espera que aprendan estas habilidades en la práctica, señalaron los investigadores en un comunicado de prensa de la revista. Pero "sin habilidades de comunicación, incluso la mejor capacitación quirúrgica resultaría ineficaz", concluyeron los autores.