(Reuters) - Más de uno de cada 10 estadounidenses mayores de 12 años toma antidepresivos, una clase de fármacos que se ha vuelto ampliamente popular en las últimas décadas, señalaron investigadores del Gobierno.
Los antidepresivos fueron el tercer tipo de medicamento más comúnmente usado por los estadounidenses de todas las edades entre el 2005 y el 2008, y los más empleados por las personas de 18 a 44 años, según un análisis del Centro Nacional de Estadísticas Sanitarias de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por su sigla en inglés).
El equipo analizó datos de más de 12.000 estadounidenses que participaron de sondeos nacionales sobre salud y nutrición entre el 2005 y el 2008.
Los autores hallaron que el uso de antidepresivos en Estados Unidos se disparó casi un 400 por ciento en el período evaluado, comparado con el lapso 1988-1994, cuando un 11 por ciento de los mayores de 12 años consumía ese tipo de fármaco.
El incremento se produjo luego de que en 1987 Estados Unidos aprobara Prozac de Eli Lilly and Co, o fluoxetina, el primero de una nueva clase de antidepresivos conocidos como inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina o ISRS.
Según la encuesta, las mujeres estadounidenses son 2,5 veces más propensas que los hombres a tomar antidepresivos, y las blancas son más proclives que las negras a consumir esa medicación, dijeron los investigadores.
Una vez prescriptos, muchas personas continúan tomando antidepresivos: más del 60 por ciento de los estadounidenses que los usan informan haber estado haciéndolo por dos años o más. Y alrededor del 14 por ciento de los estadounidenses que toman antidepresivos lo ha hecho por 10 años o más.
Los pacientes que toman los fármacos suelen recibirlos de su médico clínico en lugar de un profesional de salud mental.
De acuerdo con el sondeo, menos de un tercio de los estadounidenses que toman un antidepresivo, y menos de la mitad de los que toman más de uno, vieron a un experto en salud mental en el último año.
Aunque fueron introducidos inicialmente como terapia para la depresión, muchos antidepresivos actualmente se usan para tratar una serie de problemas, como la ansiedad, el trastorno obsesivo-compulsivo, la bulimia e incluso el trastorno por estrés postraumático.