Por Andrew Quinn
WASHINGTON (Reuters) - Estados Unidos fijó el martes una nueva dirección en su campaña global contra el sida, al enfatizar que los fármacos para tratar el VIH pueden prevenir nuevas infecciones y permitir lograr la meta de "una generación libre de sida", dijo la secretaria de Estado, Hillary Clinton.
Clinton, que dio a conocer las nuevas prioridades del programa global contra el sida iniciado en el 2003, manifestó que los tratamientos farmacológicos, combinados con nuevos esfuerzos por detener la transmisión del VIH de madre a hijo y el efecto preventivo de la circuncisión masculina voluntaria, habían cambiado el plan de lucha contra el sida.
"Crear una generación libre de sida nunca ha sido una prioridad política para el Gobierno de Estados Unidos... hasta hoy", dijo la funcionaria en un discurso en los Institutos Nacionales de Salud en las afueras de Washington.
"Este objetivo hubiera sido inimaginable apenas hace unos años", añadió Clinton. "Si bien la línea de llegada no está a la vista, sabemos que podemos alcanzarla porque ahora conocemos el camino que tenemos que tomar", expresó.
Estados Unidos, a través de su Plan Presidencial de Emergencia para el Alivio del Sida (PEPFAR por sus siglas en inglés), ha canalizado miles de millones de dólares para la lucha contra el VIH/sida, que ha infectado a más de 60 millones de personas y causado la muerte de casi 30 millones desde su aparición, en 1981.
PEPFAR ha sido el principal factor en la respuesta global al VIH. En el 2010, casi 16.000 millones de dólares se destinaron a la lucha contra el VIH en países de bajos y medianos ingresos, según el programa de Naciones Unidas contra el VIH/sida llamado ONUSIDA.
Se estima que para el 2015 se necesitarán al menos 22.000 millones de dólares para combatir la enfermedad, ayudar a evitar 12 millones de nuevas infecciones y 7,4 millones de muertes más en la próxima década.
Se han logrado grandes avances en la prevención de la transmisión vertical del VIH -de madre a hijo-, integrando esfuerzos en prevención y tratamiento, con mayores programas de salud para evitar infecciones, mantener a los niños saludables y ayudar a las madres a dar a luz de una manera segura.
La circuncisión masculina voluntaria también ha demostrado reducir el riesgo de contagio heterosexual más del 60 por ciento, y desde el 2007 más de 1 millón de varones se han circuncidado voluntariamente.
Pero los tratamientos farmacológicos parecen ser los más prometedores. Una serie de estudios realizados el año pasado demostraron que los medicamentos usados para tratar el VIH también pueden disminuir drásticamente el riesgo de nueva infección en las parejas heterosexuales.
Esto ha incentivado el debate sobre si el dinero para luchar contra el sida es mejor gastado cuando se emplea en fármacos o en programas de prevención tradicionales, como preservativos, asesoramiento, pruebas y educación.
Clinton dijo que la respuesta es clara: "Si tomamos un punto de vista abarcador de nuestro enfoque de la pandemia, el tratamiento no descarta la prevención, se le suma".
"Por lo tanto, terminemos con el viejo debate tratamiento versus prevención e incluyamos al tratamiento como prevención", añadió.
MAYORES BENEFICIOS, MENORES COSTOS
Con alrededor de 34 millones de personas viviendo con VIH en todo el mundo en la actualidad, el nuevo énfasis de Estados Unidos en el tratamiento podría resultar costoso, pero Clinton señaló que el costo por paciente se redujo drásticamente debido a la existencia de fármacos genéricos para tratar el sida en muchos países pobres.
"En el 2004, el costo para PEPFAR para brindar ARV (antirretrovirales) y servicios a un paciente promediaba los 1.100 dólares anuales; hoy está en 335 dólares y bajando", dijo Clinton. "Seguir reduciendo estos costos es un desafío para todos nosotros", agregó.
Clinton indicó que todavía más personas contraen el virus anualmente de los que comienzan el tratamiento, pero que aumentando las estrategias de "prevención combinadas" en los países más perjudicados podría disminuir la tasa mundial de nuevas infecciones entre un 40 y un 60 por ciento.
El director de PEPFAR, Eric Goosby, dijo que la combinación de intervenciones podría ayudar a que el mundo cruce el umbral clave en que el tratamiento supere a las nuevas infecciones en los próximos años.
"En momentos en que las personas están generando cuestionamientos sobre el papel de Estados Unidos en el mundo, nuestro liderazgo en salud global les recuerda quiénes somos y qué hacemos", dijo Clinton haciendo referencia a las críticas en medio de la crisis financiera mundial.