Pacientes
Se eligieron pacientes de 18 o más años de edad para este estudio. Los criterios de exclusión fueron la falla en el consentimiento para la randomización y las hernias recidivadas. El estudio fue aprobado por el comité local de investigación y ética. Un total de 334 pacientes fueron randomizados entre el 01/04/2001 y el 31/03/2003, para recibir una reparación herniaria con PHS, RTM o L. La randomización fue hecha por sobre cerrado mediante una asignación al azar generada por computadora. Se proveyó a los pacientes con una hoja con información detallada pero no se les informó el tipo de técnica que ellos recibirían. Los pacientes fueron dados de alta terminada la operación cuando fueron intervenidos en forma ambulatoria. La mayoría permanecieron menos de 24 horas en el hospital. No se les restringió la movilidad o los ejercicios.
Recolección de datos
Los datos fueron recolectados de acuerdo a formularios estandarizados preimpresos. Los datos recolectados fueron divididos en información de los pacientes, la hernia, la operación, el equipo quirúrgico y los resultados. Los datos de los pacientes incluyeron edad, relación hombre/mujer y el índice de masa corporal. La información sobre la hernia se relacionó con la anatomía y el tamaño del defecto (de acuerdo con la clasificación de Aachen [4]).
Los hallazgos operatorios, incluyendo la duración del operación, tamaño de incisión y técnica de anestesia, fueron registrados inmediatamente después de concluir el procedimiento. El equipo quirúrgico registró su grado y experiencia y completó un puntaje en una escala análoga visual (EAV) sobre la dificultad y satisfacción con la técnica.
Técnicas quirúrgicas
El estudio fue realizado en una única institución escuela, donde aproximadamente 300 pacientes con hernia son tratados cada año. Las operaciones fueron ejecutadas por miembros del staff así como por cirujanos en entrenamiento. Los cirujanos que habían realizado más de cinco procedimientos fueron considerados con experiencia.
La operación L fue realizada como lo describieron Amid y colaboradores [5]. Una malla de polipropileno de 6 x 11 cm (Prolene; Ethicon) fue recortada para concordar con el tamaño del piso inguinal, si era necesario.
Una sutura no absorbible (3-0 polipropileno) fue utilizada caudalmente y una sutura absorbible (3-0 poliglactina) fue usada cranealmente para asegurar la malla. La operación RTM fue realizada como lo describieron Robbins y Rutkow [6]. El tapón insertado (Perfis; Davol Inc.) fue fijado con suturas interrumpidas absorbibles (3-0 poliglactina). Tanto para la hernia directa como indirecta, la malla plana fue colocada sin sutura sobre la superficie anterior de la pared posterior.
Lateral al cordón espermático la sección de hendidura fue suturada. Para la técnica del PHS, se abrió el espacio preperitoneal. La malla circular fue colocada por debajo y la malla plana por arriba de la fascia transversalis. La parte superficial fue fijada cranealmente, caudalmente y medialmente con sutura absorbible (3-0 poliglactina). Al igual que la reparación L, se efectuó una apertura para el cordón espermático en la malla más externa.
De acuerdo con el protocolo estandarizado, todos los pacientes recibieron antiinflamatorios no esteroides y tranquilizantes, justo antes de comenzar la operación. No se utilizaron antibióticos profilácticos. Se instruyó a los cirujanos para realizar las incisiones lo más pequeñas posibles, y esto fue una medida indirecta de la dificultad percibida para el procedimiento.
Cuando se identificaron los nervios ilioinguinal, iliohipogástrico y genitofemoral, fueron preservados. El saco de la hernia no fue ligado, a menos que fuera un saco grande escrotal. Si se requirió una sutura medial, la misma no fue colocada muy profundamente, para prevenir la lesión del periostio del pubis. Después del cierre del oblicuo externo y, de ser necesario, la fascia de Scarpa, la piel fue cerrada con suturas absorbibles subcuticulares (4-0 poliglecaprone 25 [Monocryl; Ethicon]).