Patricio Downes
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La controvertida dieta Atkins demostró su eficacia para bajar de peso frente a otros tres populares regímenes alimentarios, según un estudio médico en los Estados Unidos.
Demonizada en otros tiempos, la dieta Atkins desborda en proteínas y grasas, y rechaza los hidratos de carbono. No debería ser recomendada para adelgazar, advirtió en la revista médica británica The Lancet, un equipo encabezado por el profesor Klaus-Dieter Lessnau (New York School of Medicine).
Lo dañino de Atkins, según Lessnau radica en que, cuando el cuerpo obtiene su energía quemando más grasas que carbohidratos, libera grandes cantidades de cetonas y sustancias químicas cercanas. Genera entonces una acidez sanguínea excesiva, por las cetonas producidas por el hígado.
La evolución del grupo de 311 mujeres participantes del nuevo estudio fue evaluada por un equipo que encabezó Cristóbal D. Gardner, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford, California. Son mujeres de entre 25 y 50 años, no diabéticas.
Un cuarto de ellas (77), que siguió durante un año la dieta Atkins, perdió el doble de kilos (4,7 kilos en promedio) respecto a las 234 que siguieron otras tres dietas. Los resultados fueron publicados por el Journal of the American Medical Association (JAMA), en su última edición.
El grupo de mujeres que siguió la dieta Atkins también registró una mejora en su colesterol y tensión arterial en comparación con las otras, subrayó el doctor Christopher Gardner, de la escuela de Medicina de la Universidad de Stanford en California, principal autor del trabajo. Gardner y su equipó no creían en el "valor dietético de un régimen muy débil en carbohidratos".
La dieta Atkins ha estado plagada de controversias porque algunas personas afirmaban que ese régimen rico en proteínas, provenientes de la carne y los lácteos, agravó sus problemas cardiovasculares.
El doctor Atkins, autor del régimen, murió en 2003 tras una caída que tuvo mientras hacía una caminata aeróbica. Y sufría entonces de sobrepeso.
Otro subgrupo del estudio siguió el régimen conocido como Zone y bajó en promedio 1,61 kilo. Esta dieta busca lograr un equilibrio en el aporte de carbohidratos, grasas y proteínas, en proporciones de 40, 30 y 30 por ciento, respectivamente.
Quienes se sometieron al régimen Ornish, elevado en carbohidratos y bajo en grasas —fundamentalmente vegetariano— perdieron en promedio 2,18 kilos.
Finalmente, las personas que adoptaron los principios dietéticos del Departamento de Agricultura estadounidense (USDA) bajaron 2,59 kilos en promedio. Este régimen, llamado LEARN, contiene muchos glúcidos y carbohidratos (frutas, legumbres y cereales) y poca grasa.
Según el doctor Gardner, el éxito del popular régimen Atkins se basa en su simplicidad, por su mensaje principal de "evitar todos los carbohidratos".
En EE.UU., donde una de cada tres personas es obesa, la dieta apunta al menor consumo de azúcares y harinas refinadas, y de más agua y menos gaseosas porque el cuerpo absorbe menos calorías.
Al analizar la eficacia de este régimen, Gardner señaló el nivel de saciedad, porque al ser rico en proteínas, por la misma cantidad de alimentos, "sacían más el organismo que los glúcidos y las grasas, lo que hace que las personas coman menos".
Un estudio en hombres y mujeres de 22 a 72 años con sobrepeso, también comparó las cuatro dietas en 2005, pero sin mayores diferencias.
Pero a diferencia de este último estudio, financiado por el Instituto Nacional estadounidense de la Salud (NIH), las personas no fueron controladas y podían elegir la intensidad de su régimen.
La dietóloga Jacqueline Eberstein, quien fue colaboradora del doctor Atkins, dijo que los resultados demuestran lo equivocado del escepticismo de las autoridades federales, de la medicina y de la industria agroalimentaria.
La dieta creada por Robert Atkins unos 33 años atrás, hace desaparecer de la mesa las pastas, junto a todos los alimentos con base de carbohidratos. En cambio, acepta cualquier tipo de carne, grasas, frituras, huevos y quesos.