La hepatitis C es una enfermedad de alta prevalencia. Desde que en 1989 se descubrió el virus de la hepatitis C (HCV) se ha avanzado mucho en el conocimiento de esta enfermedad. Sabemos actualmente que evoluciona en forma silenciosa y crónica hasta constituir un problema de salud creciente en todo el mundo y prioritario en el área de la hepatología. Por este motivo el tema ocupa gran parte de la literatura de la especialidad y cada vez hay más páginas en la red dedicadas a ella.
Se han elaborado varios consensos internacionales y uno nacional que apuntan a unificar los criterios de estudio y tratamiento de la hepatitis C. Sin embargo, quedan puntos oscuros que son importantes a la hora de tomar decisiones: En primer término, el diagnóstico y la prevención no siempre siguen criterios uniformes basados en la evidencia. En segundo lugar, no se conoce completamente la historia natural y la información mediática sobre este aspecto no es equilibrada. Finalmente, el tratamiento dista de ser óptimo, hay varias situaciones especiales en los que no está establecido cuál es el mejor régimen y son insuficientes las evaluaciones de su impacto sobre la calidad de vida, los costos y el beneficio a largo plazo. Por otra parte, aún en las conductas consensuadas, se suelen tomar decisiones siguiendo criterios subjetivos y se realizan tratamientos fuera de los estándares y de las reglas de la investigación clínica.
El objetivo de este trabajo es revisar sumariamente los principales aspectos de la hepatitis C, haciendo hincapié en los consensos establecidos y abordando las controversias desde una perspectiva crítica.