Situaciones que angustian

Avances en infertilidad resuelven situaciones familiares difíciles

Cuando la ciencia ayuda a hacer realidad el sueño de ser padres.

Noticias médicas

/ Publicado el 18 de junio de 2007

 

Con el avance de la tecnología, cada vez más hombres logran ser padres aun cuando les quedaban pocas esperanzas. Sin embargo, sigue siendo bastante más complicado que tomar una aspirina. Los hombres, con sus parejas, tienen que trajinar consultorios y tratamientos sumamente complejos, que requieren particular esfuerzo y sobrellevar expectativas, desilusiones y frustraciones. Cuatro padres le contaron a PERFIL cómo lo lograron, y los médicos, cómo evolucionaron las técnicas desde la probeta de los 70. ¿Existe el instinto de paternidad?

Martin De Ambrosio 

ORGULLO. Walter Rodríguez con Máximo y Federico, nacidos hace tres meses gracias a un tratamiento de fertilización asistida.

Foto: Enrique Manuel Abbate 
 
La película Niños del hombre presenta un futuro cercano atroz: el mundo lleva veinte años sin que ninguna mujer logre un embarazo. Semejante escenario provoca una serie de tragedias encadenadas como preludio de lo que en la historia del film sería el fin de la especie. Con destreza, el director muestra la angustia y el pánico colectivos que implican dos décadas “sin oír el llanto de un bebé”.

En pequeña escala, algo similar sucede en muchos ámbitos privados cuando la paternidad no llega. Y una pluralidad de factores, desde ambientales hasta hereditarios, suelen conjugarse en la dificultad biológica. A eso se suman “decisiones sociales” que hacen que muchas personas comiencen a buscar los embarazos después de los 30 años, cuando ya la curva de fertilidad empieza a descender. Distintos médicos opinaron para esta nota y todos están de acuerdo en que el momento más difícil en semejante proceso es cuando llega la hora de decir “la ciencia aún no alcanza”.

Experiencias. “En el caso de la infertilidad uno recibe no un paciente sino dos, con un patología física y una gran carga social y emocional, y eso lo hace más interesante desde lo terapéutico. Uno recibe una pareja con uno o dos años de intentos fallidos; vienen con ansiedad y temor a nunca lograrlo, pensando si alguna vez lograrán su sueño. Entonces, en primera instancia tratamos de ver la causa de la infertilidad abarcando todo lo que tiene que ver con el factor femenino, y con el masculino y la combinación de ambos”, señaló la ginecóloga Andrea Marazzi, miembro de la Sociedad Argentina de Medicina Reproductiva (SAMER).

Del total de consultas a médicos, la mitad son por causas compartidas entre el hombre y la mujer; un 30% se debe a causas indefinidas, llamadas “esterilidades sin causa aparente”; el 20% restante, llega por causas variadas entre factores femeninos como endometriosis, problemas ovulatorios y factores masculinos puros, ya sea por la producción de pocos espermatozoides o de mala calidad.