New England Journal of Medicine

Logran reducir las complicaciones posparto

Estudio en la Argentina y en Uruguay. Hemorragias maternas, suturas innecesarias e infecciones.

Un taller de cinco días de entrenamiento y la buena comunicación entre el equipo de salud fue suficiente para disminuir las complicaciones posparto más frecuentes, como hemorragias maternas, infecciones y suturas innecesarias, en diez hospitales públicos de la Argentina y de Uruguay.

El trabajo consistió en conocer y poner en práctica los procedimientos más adecuados para la tercera etapa del parto, que abarca la expulsión de la placenta una vez que ya nació el bebe. Se aplicó en 5550 partos vaginales.

A los 18 meses, las hemorragias maternas disminuyeron más del 45% debido al aumento del 2,1 al 83,6% del uso de oxitocina -una droga que contrae el útero- inmediatamente después del alumbramiento. Además, el uso generalizado de la episiotomía -la incisión entre el ano y la vagina, que está recomendada sólo en algunos casos- se redujo del 41,1 al 29,9 por ciento.

"Este es el mejor ejemplo de cómo el entrenamiento médico es un beneficio para la salud de los pacientes que se mantiene en el tiempo", dijo a LA NACION el doctor Fernando Althabe, autor principal del estudio publicado en New England Journal of Medicine .

La investigación, financiada por la Red Global para la Investigación sobre la Salud de la Mujer y el Niño y el Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales de los Estados Unidos, reunió a investigadores del Instituto de Efectividad Clínica y Sanitaria (IECS) de Buenos Aires, de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y de cuatro centros estadounidenses de investigación. Se realizó entre 2003 y 2005.

Los investigadores les pidieron a obstetras, parteras, enfermeros y residentes de los diez hospitales participantes que propusieran a los integrantes del equipo con buena relación con las pacientes, conocimientos y capacidad de transmitirlos.

Los seis más más votados de cada equipo participaron del taller, en el que analizaron la literatura de la Biblioteca de Salud Reproductiva de la OMS y elaboraron guías de atención del parto. "Sólo se nominó al 30% de los jefes de equipo", aclaró el autor.

Luego, los especialistas volvieron a sus hospitales para presentarles las guías al resto del equipo, explicar individualmente cómo usar la episiotomía selectiva y el fármaco uterotónico, y realizar auditorías mensuales sobre las nuevas prácticas.

"De la universidad nadie sale lo suficientemente preparado como para atender un parto; esto se aprende en la educación de posgrado, que es bastante heterogénea", agregó.

Estrategias comprobadas

Las dos estrategias de manejo activo de la tercera etapa del parto que se intentó corregir fueron la episiotomía y la administración de oxitocina para reducir las complicaciones posparto. "Las recomendaciones internacionales indican que se debe tratar de no utilizar la episiotomía, salvo cuando por alguna situación se deba proteger la salud del niño o de la madre, o acortar el período expulsivo del bebe", explicó Althabe.

De hecho, en 18 meses, las episiotomías disminuyeron del 41,1% al 29,9% en los hospitales en los que se realizó la intervención, pero se mantuvieron estables en los nueve hospitales "control" en los que se siguieron utilizando las prácticas posparto habituales, y donde se evaluaron 2503 partos vaginales al iniciar el estudio y 2366 partos al año y medio.

En cuanto a las hemorragias maternas, cuya causa sería la falta de retraimiento del útero o el mal desprendimiento de la placenta, son la segunda causa de muerte femenina en el país. De allí la recomendación de administrarles a las mujeres un fármaco uterotónico dentro del minuto posterior a la salida de la cabeza del bebe, independientemente de su uso para acelerar el parto.

En los hospitales en los que se realizó la intervención, las hemorragias de 500 mililitros disminuyeron un 45%, mientras que las que superaban el litro de sangre bajaron un 70 por ciento.

El manejo activo del parto incluye también la tracción del cordón y los masajes uterinos, que se realizan sobre la panza de la mujer cada 15 minutos durante un par de horas. En América, el manejo activo de la tercera etapa del parto se utiliza en menos del 15% de los partos, mientras que la tasa de episiotomías entre las madres primerizas oscila entre el 40 y el 92% de los partos.

En el estudio participaron también los doctores José Belizán (IECS), Pierre Buekens (Escuela de Salud Pública de la Universidad de Tulane), Marci Campbell (Universidad de Carolina del Norte), Eduardo Bergel (OMS) y Tyler Hartwell (Instituto de Investigación de Triangle Park, EE.UU.).

Por Fabiola Czubaj
De la Redacción de LA NACION