En los últimos años, se ha observado un incremento en la incidencia de tumores malignos en personas más jóvenes, lo que ha generado preocupación en la comunidad médica. Este inicio temprano se ha vinculado a diversos factores de riesgo, como la exposición prolongada a carcinógenos ambientales (contaminación, radiación UV), el sedentarismo, la obesidad, el consumo de alcohol y tabaco, así como factores genéticos y epigenéticos. |
Además, los malos hábitos alimenticios, como el alto consumo de alimentos ultraprocesados y la disrupción del microbioma intestinal, también han sido asociados a este fenómeno. La combinación de estos elementos acelera los procesos oncogénicos, reduciendo la edad promedio de diagnóstico en cánceres como el colorrectal, de mama y de páncreas, entre otros.
Para contrarrestar esta tendencia, es fundamental implementar métodos de screening temprano en poblaciones de riesgo, incluso antes de los 50 años. Entre las estrategias recomendadas se incluyen la colonoscopia para cáncer colorrectal, la mamografía y ecografía mamaria en mujeres jóvenes con antecedentes familiares, y el PAP junto con la prueba de VPH para el cáncer de cuello uterino. En hombres, el antígeno prostático específico (PSA) y la resonancia magnética pueden ser útiles en casos seleccionados. Además, técnicas innovadoras, como las biopsias líquidas y la secuenciación genética están siendo exploradas para la detección precoz en individuos con predisposición hereditaria. La educación sobre estilos de vida saludables y la vacunación (por ejemplo, contra VPH y hepatitis B) también son claves en la prevención.
Los cánceres gastrointestinales de inicio temprano, definidos como aquellos diagnosticados en personas menores de 50 años, están aumentando globalmente, sobre todo en países de altos ingresos. El cáncer colorrectal (CRC) es el más común (54,3 %), seguido por el gástrico (23,8 %), el esofágico (13,2 %) y el pancreático (8.,6 %). En el caso específico de los tumores gastrointestinales (como el cáncer colorrectal, gástrico y pancreático), se ha detectado un aumento preocupante en adultos jóvenes, asociado a factores como la dieta occidental (rica en carnes rojas, procesadas y baja en fibra), el consumo excesivo de alcohol, el tabaquismo, la infección por Helicobacter pylori y condiciones inflamatorias crónicas (como la enfermedad de Crohn o la colitis ulcerosa). Además, la obesidad y la resistencia a la insulina desempeñan un papel relevante en la carcinogénesis temprana.
Para estos cánceres, el screening debe adaptarse a poblaciones de riesgo, con colonoscopias a partir de los 45 años (o antes si hay antecedentes familiares), endoscopias digestivas altas en pacientes con síntomas persistentes o infección por H. pylori, y en el caso del cáncer pancreático, ecografías endoscópicas o resonancias magnéticas en individuos con síndromes hereditarios. La detección de sangre oculta en heces y pruebas genéticas (como para el síndrome de Lynch) también son herramientas clave en la prevención y el diagnóstico precoz.
El cribado para CRC en personas de riesgo promedio comienza a los 45 años en EE.UU., mientras que en países como Austria e Italia se inicia a los 40. Para cánceres pancreáticos y esofagogástricos, el cribado se recomienda solo en individuos de alto riesgo, utilizando resonancias magnéticas o endoscopias. Los síntomas comunes incluyen sangrado rectal, dolor abdominal y pérdida de peso, aunque el diagnóstico suele retrasarse.
El tratamiento es similar al de los cánceres de inicio tardío e incluye cirugía, quimioterapia y radioterapia, con consideraciones especiales para preservar la fertilidad y abordar el impacto psicosocial. A pesar de terapias más agresivas, la supervivencia es similar o peor que en pacientes mayores, destacando la necesidad de mejorar la prevención y detección temprana.
Conclusión |
Los cánceres GI de inicio temprano representan un desafío creciente en oncología. Se requieren estrategias de cribado adaptadas, mayor concienciación sobre los síntomas y abordajes multidisciplinarios que incluyan apoyo genético y psicosocial para mejorar los resultados en esta población joven.