La diabetes tipo 2 está asociada con un elevado estrés oxidativo y una disminución de las defensas antioxidantes. La enfermedad se caracteriza también por el desequilibrio en la proporción del tono cardiaco simpático a parasimpático. Los antioxidantes, en especial la vitamina E pueden tener un efecto beneficioso en el sistema nervioso autónomo cardiaco por medio de una disminución del estrés oxidativo.
Los autores publican que las características antropométricas de los pacientes permanecían inalterables después de la administración de vitamina E a dosis farmacológicas, o de placebo, durante el tiempo que duró el estudio. Pero la administración crónica de vitamina E estaba asociada con una disminución en las concentraciones de hemoglobina glicosilada, insulina en plasma norepinefrina, y epinefrina; un índice de valoración del modelo homeostático mas bajo; y una mejora de los índices de estrés oxidativo.
Además, la administración de vitamina E, también estaba relacionada, de acuerdo con los resultados publicados, con incrementos en el intervalo R - R, potencia total, y de los componentes de alta frecuencia (HF) en el índice de variabilidad cardiaca; y con una disminución en los componentes de baja frecuencia (LF), y de la proporción de LF a HF.
Por último, los resultados también indicaban que los cambios en las concentraciones plasmáticas de vitamina E, estaban relacionados con cambios en la proporción LF-HF, independientemente de los cambios en la homeostasis y catecolaminas plasmáticas.
El artículo concluye indicando que los resultados demuestran que la administración crónica de vitamina E mejora la relación entre el tono cardiaco simpático a parasimpático en pacientes con diabetes tipo 2. Y los autores creen que este efecto puede ser debido a una disminución del estrés oxidativo.