De los ensayos clínicos al mundo real

Cumplir con las guías previene las muertes por infartos

Esto demuestra que "lo que probamos en los ensayos clínicos funciona en la vida real (y) con gran impacto en la mortalidad"

Noticias médicas

/ Publicado el 2 de mayo de 2011

Fuente: Medlineplus

Por Genevra Pittman

NUEVA YORK (Reuters Health) - Cuando los médicos cumplen las guías de tratamiento del infarto, más pacientes sobreviven, según un estudio realizado en Suecia y publicado en Journal of the American Medical Association.

Esto demuestra que "lo que probamos en los ensayos clínicos funciona en la vida real (y) con gran impacto en la mortalidad", dijo Debabrata Mukherjee, del Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad Tecnológica de Texas, que publicó un comentario sobre el estudio.

Además de mejorar el cumplimiento de las guías, aun queda lugar para mejorar en Suecia y el resto del mundo. Esto debería ir junto con mejores resultados en los pacientes.

El equipo del doctor Tomas Jernberg, del Instituto Karolinska, de Estocolmo, consultó una base de datos de 61.000 pacientes tratados en Suecia entre 1996 y el 2007 por un infarto, que daña una gran proporción del músculo cardíaco.

En ese período, Suecia implementó nuevas guías de tratamiento del infarto. En esos 12 años, también avanzó el desarrollo de fármacos y dispositivos, y se generalizó su uso.

Por ejemplo, las estatinas se indicaban en el 23 por ciento de los casos de infarto en 1996/1997 y al 83 por ciento en el 2006/2007. El 12 por ciento de los casos se trataba con una angioplastía al inicio del estudio, comparado con el 61 por ciento al final del período estudiado.

Y la mortalidad anual por infarto descendió hacia el final del estudio (del 21 al 13 por ciento).

El equipo estimó que los pacientes tratados a mediados de los 2000 vivían unos 2,7 años más después del infarto que los pacientes tratados a mediados de los 90.

Pero no todos los hospitales reaccionaron rápidamente, señaló Jernberg. "Hay diferencias (en) la velocidad con que adoptaron los nuevos tratamientos. Esas variaciones no son tan pronunciadas como en los años previos, pero aun se pueden mejorar", indicó.

Mukherjee comentó que lo mismo ocurre en Estados Unidos: los cambios son positivos, pero todavía no se generalizaron. "Mejoramos mucho, (pero) no en un 100 por ciento. Y, todavía, hay diferencias entre los hospitales", añadió.

Mukherjee sostuvo que los pacientes pueden asegurarse de recibir el mejor tratamiento después de un infarto si se informan sobre los distintos procedimientos y medicamentos, y al saber que el tratamiento no termina cuando abandonan el hospital.

FUENTE: Journal of the American Medical Association, online 26 de abril del 2011