Los argentinos frente al espejo

Uno de cada cinco se haría una cirugía estética

La panza y el aumento de mamas, entre las prioridades.

La apariencia física es, sin duda, un tema fundamental para los argentinos. Tal vez por eso, aunque se muestran bastante satisfechos con su apariencia (se asignan un puntaje relativamente alto: 7,2 en un ranking de diez puntos), cuando se les pregunta si se harían una cirugía estética en caso de que les alcanzara el dinero, una de cada cinco personas contesta que sí.

Es decir que, si bien se sienten relativamente conformes con su aspecto, una proporción significativa estaría dispuesta a entrar al quirófano para mejorarlo. De hecho, esto parece cumplirse en el 35% de las mujeres y en el 9% de los hombres.

Estos resultados surgen de una encuesta realizada por TNS Gallup en toda América latina. El estudio abarcó a 3000 personas adultas, de más de 18 años, que aceptaron entrevistas personales domiciliarias. Mil de esas entrevistas se realizaron en la Argentina.

Una idea que atrae

El último ranking mundial publicado por la Sociedad Internacional de Cirugía Plástica y Estética incluye a cuatro países americanos entre los primeros diez por el número de cirugías estéticas que se realiza su población: Estados Unidos lleva un indiscutido liderazgo, seguido de México en segundo lugar. La Argentina ocupa el tercer puesto en esa tabla.

Según el estudio de TNS Gallup, la importancia que los argentinos le otorgan a la apariencia física es alta (7,4%).

Los más proclives a operarse son los individuos de entre 25 y 34 años (32%), mientras que el grupo en el que decae el interés es el de los mayores de 65, entre los cuales, sin embargo, todavía un 11% juega con la idea de emplear la cirugía para ser más atractivo. Cabe destacar que, a diferencia de lo que sucede en otros países de la región, el interés por la cirugía estética resultó menor entre los individuos de menores recursos, a pesar de que el estudio proponía no tener en cuenta los obstáculos económicos a la hora de contestar.

Las top

Entre las distintas posibilidades disponibles a la hora de operarse, la encuesta mostró que seis de cada diez personas les dan prioridad a las cirugías que modifican ciertas partes del cuerpo.

Al preguntarles qué tipo de cirugía se harían, el 39% mencionó en primer lugar la lipoescultura o liposucción de panza, seguida por el aumento o implante de mamas y el lifting facial, ambos con un 21 por ciento cada uno.

"Si bien el complejo con la panza es una rasgo generalizado entre los latinoamericanos, el interés por el aumento o implante mamario es llamativamente más relevante entre las argentinas, en comparación con otras mujeres de la región", afirma el trabajo.

Otro dato llamativo surge al analizar las preferencias de hombres y mujeres en cuanto a la lipoaspiración de la panza y a la modificación de la nariz. Ellas prefieren modelar su abdomen en mayor proporción que los hombres (43% y 23%, respectivamente), pero la nariz los preocupa más a ellos (32% y 13%).

A pesar de que podría pensarse lo contrario, el lifting facial es más mencionado por los hombres (25% frente al 20% de las mujeres).

También es notable el interés que ellas tienen por mejorar la zona baja del cuerpo (piernas y cola): un 12% de las entrevistadas destacaron que se harían una lipoescultura de glúteos, aunque ningún hombre mostró interés al respecto. Algo similar ocurrió con la lipoaspiración de piernas: la mencionó el 8% de las mujeres, y sólo el 1% de los hombres.

Otro hecho significativo es que las preferencias van cambiando según pasan los años. El aumento de mamas es la cirugía más ansiada entre las más jóvenes, mientras que la liposucción de panza es la operación más requerida por los que tienen entre 25 y 64 años. El lifting facial, por su parte, es la cirugía más mencionada entre los mayores.

Ricos y pobres

En cuanto a las diferencias por niveles socioeconómicos, el interés por mejorar el aspecto de la nariz aumenta entre las personas de menores recursos (alcanza al 7% en los grupos ABC1, pero asciende al 20% entre los más pobres); en cambio, el interés por el lifting aumenta con el nivel económico: lo menciona un 17% de los de menores recursos y un 39% de la clase alta.

Según esta encuesta, si bien las mujeres le otorgan a la apariencia física una significativa importancia, los hombres no se quedan atrás y también están preocupados por lucir de acuerdo con sus propios criterios de belleza. De hecho, distintas mediciones muestran que los procedimientos de cirugía plástica y estética entre varones se multiplicaron notablemente en los últimos años.

En el resto de América latina  

El estudio realizado por TNS Gallup reveló que los latinoamericanos están satisfechos con su apariencia: se asignan un puntaje de 7,3 en un ranking de 10 puntos posibles. En sociedades donde la belleza está muy relacionada con la juventud, los mayores niveles de satisfacción se dan entre los más jóvenes. Y ésta crece con el nivel socioeconómico: los más adinerados tienen una mejor valoración de sí mismos. Sin embargo, casi uno de cada tres manifiesta que se haría una cirugía estética si el dinero no fuera un problema. Los más dispuestos son los brasileños y los mexicanos.