Reclamos del personal sanitario

Dramáticas denuncias en los hospitales

Luego de la trágica pelea de barras bravas de Nueva Chicago en el Santojanni.

Fuente: La Nación

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Los médicos porteños dicen que reciben insultos y agresiones constantemente; nueva polémica entre los gobiernos nacional y porteño.

Por Gabriel Di Nicola

Las escenas de violencia se repiten. Los médicos parecen resignados a atender entre insultos y actos de violencia. No es extraño que los pacientes lleguen a las guardias y griten: "Atendeme, hijo de p...". Por momentos, varios de los 33 hospitales de la ciudad de Buenos Aires son tierra de nadie.

Los hechos protagonizados anteayer por barras bravas del club Nueva Chicago que coparon la guardia y la sala de partos del hospital Santojanni, en Liniers, con la intención de asesinar a un hincha, no fueron una excepción. Situaciones similares ocurren todos los días en otros centros de salud porteños, que desde abril del año pasado, por decisión de la ministra de Seguridad de la Nación, Nilda Garré, no tienen vigilancia de la Policía Federal.

"Todos los días hay violencia y accidentes de trabajo", denunció a LA NACION el presidente de la Asociación de Médicos del Santojanni, Marcelo Struminger.

Para graficar la violencia que sufren a diario, Struminger afirmó que en una oportunidad a un médico de terapia intensiva le "reventaron la cabeza a fierrazos" y una colega estuvo en coma después de que fue atacada por la familia de un paciente.

El médico, de 54 años y que trabaja en el hospital desde hace 31, dijo que anteayer no hubo un muerto en el Santojanni "de milagro". Struminger sostuvo que los barras de Nueva Chicago que coparon la guardia y la sala de partos tenían armas de fuego.

También, los narcos

Los hechos de violencia no sólo son contra los médicos y otros trabajadores de los hospitales. El presidente de la Asociación de Médicos del Santojanni contó que hubo casos donde presuntos narcotraficantes intentaron recuperar la droga que habían ingerido "mulas" que por una descompostura terminaron en el hospital.

La realidad que dejó al descubierto en el Santojanni la violencia que protagonizaron los barras de Nueva Chicago, club que podría ser sancionado por el Gobierno (ver La Deportiva), revivió los cruces entre los gobiernos nacional y porteño por la seguridad en los hospitales de la ciudad de Buenos Aires. "Han preferido priorizar las disputas políticas a la seguridad de la gente y de los trabajadores", afirmó Struminger.

El médico explicó que situaciones similares a las que suceden en el Santojanni son sufridas por otros profesionales de los hospitales Argerich, Penna, Piñero y Fernández, entre otros.

Ayer, después de un día de idas y venidas, el Ministerio de Seguridad difundió un comunicado donde responsabilizó al gobierno porteño de la vigilancia en los hospitales públicos.

"La seguridad de los edificios públicos de la ciudad de Buenos Aires es competencia del gobierno porteño, que dispone de la policía metropolitana para su cumplimiento efectivo", se indicó en el comunicado de prensa.

Horas antes, en declaraciones a Radio Continental, la ministra Garré había dicho: "Esta demanda de seguridad, que yo comparto, porque debe estar garantizada también la seguridad de los hospitales, en realidad deben dirigirla a las autoridades de la ciudad autónoma de Buenos Aires, porque tienen una policía que ya supera los 2000 efectivos y está previéndose que alcance 3000 efectivos en diciembre".

Sin nombrarlo, las palabras de Garré estaban dirigidas a Struminger, que había solicitado más seguridad en los hospitales porteños.

"Tenemos miedo, pero ya no nos importa mucho, porque es el mismo miedo que tenemos desde el año pasado. Mi reclamo es a mi empleador, que en este caso es el gobierno de la ciudad de Buenos Aires, pero también al gobierno nacional", dijo a LA NACION el médico.

El subsecretario de Prevención del Delito y Relación con la Comunidad porteño, Martín Borrelli, sostuvo que lo sucedido en el hospital Santojanni se debió "a una gran inoperancia de la autoridad política que tiene a su cargo la Policía Federal [por el Ministerio de Seguridad de la Nación], que quiere tirar la pelota a otro lado".

El funcionario porteño recordó que hasta que la ministra Garré decidió retirar la Policía Federal, en el hospital Santojanni había cinco uniformados las 24 horas. "Nosotros tapamos el agujero con seguridad privada. En el Santojanni contratamos 13 custodios", afirmó Borrelli.

Hoy, para los médicos no es lo mismo la vigilancia privada que la policía. Necesitan mayor seguridad.

Contrapunto

"La demanda de seguridad deben dirigirla a las autoridades del gobierno de la ciudad de Buenos Aires porque tienen una policía"
NILDA GARRE / Ministra de Seguridad

"En los incidentes hubo una gran inoperancia de la autoridad política a cargo de la Policía Federal, que quiere tirar la pelota para otro lado".  MARTIN BORRELLI / Subsecretario de Prevención del Delito

Cronología

 5 DE ABRIL DE 2011
Garré retira a la Federal de edificios públicos porteños 1400 policías, que hacían tareas adicionales en dependencias porteñas, fueron reasignados a la vigilancia callejera. "Los hospitales y las escuelas no se van a quedar sin protección", dijo la ministra de Seguridad, Nilda Garré.

 6 DE ABRIL DE 2011
Duros cruces entre autoridades nacionales y de la Ciudad

"La responsabilidad primaria la tienen ustedes", dijo el ministro Guillermo Montenegro a Garré por teléfono.

"Sobre los adicionales en la policía no hay marcha atrás. El convenio con la Ciudad no existe más", respondió Garré.

 8 DE ABRIL DE 2011
Paro en los 33 hospitales porteños por la inseguridad

La Asociación de Médicos Municipales (AMM) se sumó a la huelga iniciada en el Piñero un día antes; allí los médicos del centro de salud denunciaron una situación de "alta inseguridad" y "un robo cada tres días".

 11 DE ABRIL DE 2011
Macri reemplaza a la Federal con seguridad privada

El jefe de Gobierno anunció la incorporación de 50 custodios contratados para vigilar las guardias de 13 hospitales.

En el Pirovano, el Tornú y el Penna se hace presente la Policía Metropolitana.

 17 DE ABRIL DE 2011
Un hombre apuñala a un joven en el hospital Santojanni

La víctima recibió una puñalada en el pecho mientras esperaba en la guardia y quedó internada en grave estado.

Las cámaras de seguridad (foto) registraron que el agresor pudo entrar y escapar sin ningún impedimento.


Trabajar entre escupitajos, amenazas y robos

Por  Marina Herrmann 

No son patrimonio exclusivo del Hospital Santojanni las denuncias de inseguridad de la Asociación Médica de ese centro de salud. Ayer La Nacion realizó una recorrida por los denominados hospitales "calientes" porteños, es decir, los que están situados cerca de grandes villas y resultan ser los más conflictivos.

Escupitajos, amenazas, robos y hasta golpes reciben a diario los médicos y enfermeras desde que la Policía Federal dejó la vigilancia de los hospitales, en abril pasado.

"Acá la gente roba en los pasillos y rompe todo. A los médicos muchas veces los empujan, y hasta llegaron a recibir amenazas con navajas. Por eso hay algunos que renunciaron. Cuando les pegan a los médicos, los de seguridad no pueden hacer nada", dijo indignada una enfermera del Hospital Argerich, en La Boca. Un médico de ese centro de salud, que dijo haber sido golpeado, afirmó que la seguridad privada "es ficticia".

Marisa, que trabaja en un quiosco frente al Santojanni, en Liniers, se quejó de la inseguridad: "Lo que pasa acá es tremendo. Desde que sacaron a la policía viene cualquiera y quiere que lo atiendan a él. Tenemos miedo, pero hay que trabajar. Esto es una zona liberada", dijo.

"Ayer esto era una batalla campal. Cuando sabemos que va a haber pelea bajamos las cortinas y nos vamos. Desde que no está la policía esto un descontrol. Viene gente muy violenta", dijo Mirta Martínez, que también trabaja cerca del hospital.

En el Hospital Penna, en Parque de los Patricios, un empleado dijo que siempre hay problemas: "Supe que hubo hechos de violencia en la guardia", pese a que la zona es vigilada por la Prefectura Naval y la Policía Metropolitana.

Mientras se observaba la presencia de gendarmes en los alrededores, en el Hospital Piñero, en Flores, que está junto a la conflictiva villa 1-11-14, una empleada denunció que "la gente que viene a atenderse suele ser muy agresiva y hasta ha habido casos de violencia en la guardia".


El Santojanni, el hospital donde todos trabajan atemorizados

Por Romina Smith

Los médicos dicen que la violencia se da todos los días. Y reclaman seguridad.

Viven atemorizados, denuncian que la violencia es cotidiana . Y piden más resguardo. Un día después de los graves incidentes que ocurrieron el miércoles con barras de Chicago los médicos y enfermeros del hospital de Agudos Francisco Santojanni, en Liniers, volvieron a exigir seguridad . Para ellos, que se sienten agredidos, y para los pacientes que se atienden en esa enorme mole que forma parte del cordón de hospitales del Sur porteño, el área más postergada y vulnerable de la Ciudad, y que recibe a diario a cientos de enfermos con todo tipo de patologías .

Ayer todos hablaban sobre lo que había sucedido pocas horas atrás. El presidente de la Asociación de Médicos del Santojanni, Marcelo Struminger, calificó el hecho como “el súmun de los hechos de violencia en hospitales públicos ”, relató una y otra vez lo ocurrido cuando los barras entraron al hospital para buscar al jefe de otra facción, acusado por ellos de haber matado a Agustín Alejo Rodríguez. Su relato se volvió ayer desgarrador, sobre todo cuando reveló que varios de los que habían entrado a la fuerza llegaron a meterse y a mostrar armas en la sala de parto (ver Pág. 3 ).

Zulma, una de las enfermeras del área de Maternidad, vivió la corrida de cerca. “Un hombre (Aldo Barraldo, el presunto jefe de una de las fracciones de la barra de Chicago) entró armado y amenazando por la guardia de Obstetricia, dijo que estaba chorreando sangre, y exigió que lo atendieran . Quiso esconderse en la sala de partos, donde justo había una mujer embarazada y después fue a la guardia.

Al rato entraron a buscarlo , eran como 30, algunos entraron por acá y otros por la guardia clínica, rompiendo todo”, lamentó. Y recordó el episodio de abril del año pasado, cuando un hombre entró en la guardia, apuñaló con un cuchillo a otro que esperaba ser atendido y huyó sin que nadie interviniera.

Según los médicos y enfermeros del hospital, ese ataque, como el de ayer, se hubiera podido evitar con presencia policial. “La cuestión de fondo es la seguridad. No de hoy, sino de siempre. Desde que el Gobierno nacional ordenó retirar la custodia de la Policía Federal del hospital no tenemos garantías para trabajar (ver Pág. 6 ). Este es un hospital de frontera, atendemos a mucha gente, y siempre hay personas agresivas que rompen, insultan y hasta golpean a los médicos cuando algo no les gusta. Hoy sólo hay dos agentes de seguridad privada por cada puerta, pero ellos no pueden portar armas. No pueden hacer nada”, contó uno de los enfermeros del hospital.

Ayer a la tarde, Oscar Rodríguez, traumatólogo de guardia, pasó un buen rato frente a la puerta advirtiendo sobre la situación. “Hoy atendemos sólo urgencias, le estamos diciendo a la gente que se vaya, que hoy no es un lugar seguro . Lo que pasó ayer fue muy grave, ni en situación de guerra se invade un hospital. Hoy nos dijeron que podía llegar a haber otro ataque. Pero no es sólo hoy: sin Policía trabajamos atemorizados todos los días, no nos sirve de nada que hoy manden cien efectivos y mañana los vuelvan a sacar”.

Clarin.com