Riesgo de recidiva y ostomía

Cirugía electiva para la diverticulitis

Se comparó el riesgo de recurrencia y ostomía entre pacientes tratados por diverticulitis aguda no complicada.

Autor/a: Thornblade LW, Simianu VV, Davidson GH, Flum DR

Fuente: Ann Surg 2021; 273(6): 1157-1164

Indice
1. Texto principal
2. Referencias bibliográficas
Introducción

La diverticulitis aguda es una enfermedad común, responsable por un costo anual de $ 2,4 billones de dólares [1-3], incluyendo 300.000 admisiones, y quizás 3 veces más episodios en el ámbito ambulatorio [4]. Aunque la mayoría de los casos de diverticulitis no complicada son tratados sólo con antibióticos, la diverticulitis sigue siendo una de las causas más comunes de resección colónica [5-7].

Históricamente, el umbral para recomendar la resección electiva era después de 2 episodios, pero en las últimas 2 décadas las organizaciones profesionales han alentado un abordaje más restrictivo, alejándose del conteo de los episodios para determinar las indicaciones para la cirugía [2].

A pesar de esas recomendaciones, la incidencia de operaciones electivas para la diverticulitis ha continuado aumentando [8,9], y no está claro si la toma de decisiones del paciente y del cirujano se alinea con esas recomendaciones.

Un ensayo reciente comparando la cirugía electiva y el manejo conservador, para los pacientes con diverticulitis recurrente, reveló que la cirugía se asoció con una calidad de vida, específica para lo gastroenterológico, significativamente más alta (ensayo DIRECT) [10], enfatizando la importancia de los resultados específicos para el paciente, en esta enfermedad.

Convencionalmente, los cirujanos han recomendado la cirugía electiva con el objetivo de prevenir la recurrencia, progresión, o – más importante para los pacientes – para prevenir la cirugía de emergencia resultando en una colostomía [11,12]. Las colostomías se asocian con una calidad de vida disminuida y, tanto los pacientes como los cirujanos, han mencionado que evitar la colostomía es una motivación para la intervención quirúrgica electiva [13-16].

La evaluación del riesgo actual de recurrencia y colostomía, después del tratamiento quirúrgico y no quirúrgico, ha sido desafiante a causa de las limitaciones en los datos disponibles. Los estudios previos de gran tamaño basados en población, evaluando la recidiva de la diverticulitis, han utilizado los reclamos de atención de la salud que incluyen sólo a pacientes hospitalizados

Esos estudios pasan por alto el cambio dramático hacia la atención ambulatoria para la diverticulitis durante la última década, incluidos los pacientes tratados por recidiva como pacientes ambulatorios [17-19]. Estas limitaciones han impedido una evaluación precisa del riesgo y excluyen un enfoque basado en datos para la toma de decisiones.

Los estudios basados en la atención de pacientes internados, han mostrado que aproximadamente un tercio de ellos con diverticulitis desarrollará una recidiva que requerirá hospitalización, después del episodio primario [20-21].

Los pacientes tratados quirúrgicamente tienen también riesgo de recidiva [20], aunque la tasa exacta de recurrencia en ese grupo no ha sido bien definida. Las tasas de colostomía son estimadas entre el 5% y el 7% después del primer episodio de diverticulitis [6], pero la cirugía electiva, por sí misma, tiene un riesgo pequeño de colostomía, y la tasa de “colostomías de rescate” (ostomía no planificada por complicaciones, incluyendo la fistulización) con la resección electiva, es del 1% al 3% [22-24]. Lo que se desconoce es si el tratamiento médico o la cirugía confieren un riesgo mayor de colostomía futura.

Para abordar la brecha en la evidencia sobre el riesgo de recurrencia y ostomía, y para respaldar la toma informada de decisiones, se comparó el riesgo de recidiva y ostomía entre pacientes tratados por diverticulitis no complicada, utilizando una base de datos nacional de reclamos de atención médica, que incluye reclamos de pacientes hospitalizados y ambulatorios, para millones de estadounidenses. Se hipotetizó que la resección electiva se asocia con un riesgo reducido de recidiva de la enfermedad y de ostomía.

Métodos

Se realizó un análisis del tiempo transcurrido hasta el evento para la sobrevida sin recidiva y sin ostomía, desde una cohorte retrospectiva de pacientes tratados por diverticulitis no complicada, utilizando las bases de datos Thompson Reuters MarketScan Commercial Claims y Medicare Supplement Databases, entre el 1 de enero de 2008 y el 31 de diciembre de 2014.

Esta fuente de datos incluye reclamos y datos de enrolamiento para pacientes con seguro médico provisto por el empleador y para sus dependientes, y reclamos de Medicare para pacientes que continúan teniendo un seguro suplementario privado además de estar enrolados en Medicare.

Los diagnósticos y procedimientos están codificados mediante la International Classification of Disease, 9th edition (ICD-9), la Current Procedural Terminology (CPT) y los códigos del Healthcare Common Procedures Coding System. Este estudio fue aprobado por el University of Washington Institutional Review Board.

> Definición de cohorte

Entre todos los pacientes en la base de datos de MarketScan que fueron tratados con internación por un diagnóstico primario de diverticulitis no complicada (código 562.11 de la ICD-9), se seleccionaron aquellos que fueron seguidamente tratados ya sea con terapia médica o cirugía electiva en una segunda consulta por diverticulitis no complicada (> 6 semanas desde la consulta inicial) (n = 26.471), y se repitió ese análisis para los pacientes tratados a una tercera, cuarta y quinta consultas (lo que incluyó la atención tanto de pacientes internados como ambulatorios).

La diverticulitis no complicada fue definida como una diverticulitis sin la presencia concomitante de abscesos, peritonitis, perforación intestinal, estenosis colónica, fístula colónica, hemorragia colónica, resección colónica de emergencia, o drenaje percutáneo de un absceso intraabdominal.

Se excluyó a los pacientes menores de 18 años y a aquellos con cáncer de colon previo u operaciones colónicas (n = 3120 excluidos).

Para identificar con precisión los episodios primarios de diverticulitis, los pacientes fueron excluidos si no tenían 1 año completo de enrolamiento continuo, antes del diagnóstico primario, de que estaban libres de diagnóstico de diverticulitis (n = 9163 excluidos), o si tenían un enrolamiento discontinuo entre el tratamiento y el resultado (n = 2115 excluidos).

Se calculó el Charlson Comorbidity Index (CCI) adaptado por Deyo [25], y se identificaron a los pacientes con diagnósticos de inmunosupresión: enfermedad maligna (excepto cáncer de piel no melanoma), linfoma, virus de inmunodeficiencia humana, uso de esteroides, trasplante de órgano sólido, y otros desórdenes inmunológicos [26-28].

Las diferencias entre los grupos de tratamiento fueron evaluadas con pruebas de chi-cuadrado para datos categóricos, y pruebas t de Student y de Kruskal-Wallis para las variables continuas distribuidas normalmente y no normalmente, respectivamente.

> Tipos de tratamiento

La terapia médica fue clasificada como una consulta con un médico con un diagnóstico de diverticulitis y una hospitalización asociada durante las 6 semanas siguientes al diagnóstico (terapia médica con paciente internado), o una prescripción de antibióticos orales para tratar la diverticulitis, dentro de 1 semana del diagnóstico (terapia médica ambulatoria).

Un episodio fue definido como cirugía electiva si se realizó una resección del colon durante las 6 semanas siguientes al comienzo del tratamiento relacionado con la diverticulitis para ese episodio.

Esto tuvo la intención de capturar operaciones electivas que pueden haber sido precedidas por una visita a la clínica ambulatoria (por ejemplo, una visita preoperatoria con un cirujano que facturó por diverticulitis). No se incluyó a los pacientes con operaciones potencialmente emergentes en su segundo episodio de tratamiento, excluyendo a las cirugías que ocurrieron dentro de 1 semana de una visita al servicio de emergencia [29].

> Resultados

Debido a que se pueden generar numerosas reclamaciones en el momento de un solo episodio de diverticulitis, se asignaron ventanas de 6 semanas para capturar todas las reclamaciones de un solo episodio de la enfermedad [30]. Se definió a la recidiva de la diverticulitis como cualquier consulta para tratamiento de la diverticulitis (incluyendo internación, ambulatorio, complicada, no complicada, médico, o quirúrgico), ocurrido más allá de la 6º semana después del episodio previo.

Las recidivas ambulatorias fueron definidas por un diagnóstico de diverticulitis y una prescripción concomitante de antibióticos. Se siguió a los pacientes durante todas las consultas de tratamiento posteriores hasta la cancelación del enrolamiento en su plan de salud actual, o hasta finales de 2014, lo que ocurriera primero. Para los pacientes que requirieron una ostomía durante el tratamiento quirúrgico electivo primario, el tiempo transcurrido hasta el evento se consideró un día.

Los autores creen que los pacientes calificarían a la ileostomía (creada para proteger una anastomosis) y a la colostomía (creada debido a una inflamación severa, perforación o absceso) como resultados igualmente desfavorables. Por lo tanto, midieron la tasa de cualquier ostomía como un resultado único. Reportaron la proporción de pacientes con recurrencia y ostomía a 1, 3 y 5 años, entre aquellos pacientes con enrolamiento continuo desde el tratamiento, respectivamente.

> Análisis estadístico

Se realizó un análisis de sobrevida para determinar el riesgo de recidiva de la diverticulitis y la subsecuente ostomía. La sobrevida libre de recidiva se resumió a través de gráficos de Kaplan-Meier. Controlando la edad del paciente, sexo, CCI, inmunosupresión y tipo de plan de salud, se efectuó un análisis de regresión de Cox para evaluar los peligros de recurrencia y ostomía posterior, asociados con cualquiera de los tratamientos.

La suposición de riesgos proporcionales se probó trazando los residuos de Schoenfeld escalados durante el tiempo de supervivencia. Faltaron datos sólo para el tipo de plan de salud en el 2% de los sujetos, y el análisis no reveló diferencias significativas en las covariables para aquellos con y sin datos faltantes; por lo tanto, se adoptó el análisis de caso completo.

> Análisis de sensibilidad

Debido al potencial de sesgo en la selección de cohortes y tratamientos, se realizaron 3 análisis de sensibilidad.

1. Primero, debido a que los resultados para los pacientes después de su segunda consulta de tratamiento pueden variar en relación con los pacientes tratados en consultas posteriores, se evaluó la tasa y el riesgo de recurrencia y ostomía entre los pacientes tratados por enfermedad no complicada, mediante terapia médica o quirúrgica, en su tercera a quinta consulta de tratamiento (entre aquellos pacientes que habían sido tratados médicamente por una enfermedad no complicada en consultas anteriores).

2. En segundo lugar, debido a que un período de eliminación (lavado) de 1 año puede no haber definido con precisión la enfermedad inicial, también se evaluó la tasa y el riesgo de recurrencia y ostomía entre pacientes con 3 y 5 años de enrolamiento sin enfermedad antes del diagnóstico primario.

3. En tercer lugar, debido a que los pacientes tratados médicamente como pacientes ambulatorios pueden tener una enfermedad menos grave que los tratados médicamente como pacientes hospitalizados, se evaluó la tasa y el riesgo de recurrencia y ostomía entre los tratados médicamente como pacientes hospitalizados y ambulatorios por separado, en comparación con la cirugía electiva. Todos los análisis fueron realizados con el programa Stata, v14.2 IC (StataCorp, College Station, TX).

Resultados

Un total de 12.073 pacientes (edad media 56 años, 59% femeninos, 10% inmunosuprimidos) fue tratado en una segunda consulta por diverticulitis no complicada. La mediana de la duración de la estadía en la operación primaria fue de 3 días (rango intercuartil [RIC]: 2-4 días).

En la segunda consulta de tratamiento, el 81% de los pacientes (n = 9832) fue tratado con terapia médica, mientras que el 19% (n = 2241) fue sometido a cirugía electiva. A casi todos los pacientes se les efectuó una tomografía computada al momento del diagnóstico inicial o en el segundo episodio de la enfermedad (93,9% para la terapia médica; 92,7% para la terapia quirúrgica).

La mediana del tiempo entre el diagnóstico inicial y la segunda consulta de tratamiento fue de 199 días (RIC: 85-475 días; 257 días (RIC: 105-551) para el grupo con terapia médica, y 88 días (RIC: 60-143) para el grupo de cirugía electiva).

Los pacientes tratados con cirugía electiva fueron más jóvenes, más frecuentemente hombres, menos comúnmente inmunosuprimidos, y una proporción más grande no tenía condiciones de comorbilidad (P para todos < 0,001).

No hubo diferencia en los tipos de planes de salud entre los grupos de tratamiento (P = 0,13). Comparados con los pacientes que no tuvieron evidencia de recidiva de la diverticulitis, aquellos que recidivaron fueron levemente más jóvenes (54,6 vs 56,3 años; P < 0,001), y tuvieron menor probabilidad de tener comorbilidades (CCI ≥ 2, 17% vs 21%; P < 0,001).

No obstante, esos grupos no difirieron en otros factores. Similarmente, los pacientes que finalmente recibieron una ostomía tuvieron una probabilidad sólo levemente mayor de tener comorbilidades (25% vs 19%; P = 0,04).

La mediana del tiempo de seguimiento fue de 537 días (RIC: 229-1042 días). De todos los pacientes, 3844 (32%) tuvieron consultas subsecuentes de tratamiento por recidiva diverticular (50% recidivas ambulatorias; 4% recidivas que requirieron operación de emergencia).

Entre los pacientes con 1 año de seguimiento, el 32% de los tratados médicamente y el 12% después de una cirugía electiva, tuvieron recidiva de la diverticulitis. A los 3 años, la tasa de recurrencia fue del 51% después de la terapia médica y del 12% después de la cirugía electiva (a los 5 años, 61% y 15%).

Después de ajustar por las diferencias entre los grupos, los pacientes tratados con cirugía electiva tuvieron un 83% menos de riesgo de recurrencia de diverticulitis comparados con aquellos tratados con terapia médica (tasa de riesgo [TR]: 0,17; 95% intervalo de confianza (IC): 0,15-0,20]. La mediana del tiempo para la recidiva fue más corta entre los pacientes tratados médicamente (165 días; RIC: 76-396) que aquellos tratados quirúrgicamente (272 días; RIC: 82-612).

Al igual que después de la segunda consulta de tratamiento, las tasas de recurrencia de diverticulitis al año fueron más altas para el tratamiento médico en comparación con la cirugía electiva en la tercera consulta (44% vs 9%; TR: 0,18; 95% IC: 0,14-0,23), en la cuarta (53% vs 6%; TR: 0,09; 95% IC: 0,05-0,14), y en la quinta consulta de tratamiento (54% vs 7%; TR: 0,18; 95% IC: 0,09-0,34).

A 1 año, el 1,6% de los pacientes tratados médicamente y el 4,0% de los tratados con cirugía electiva tuvieron una ostomía (P < 0,001). Entre los pacientes con 3 años de seguimiento, la tasa de ostomía no pareció más alta en ninguno de los grupos (1,8% con terapia médica vs 2,9% después de cirugía electiva; P = 0,09).

El riesgo ajustado de tener una ostomía fue más del doble de alto en el grupo de cirugía electiva en comparación con la terapia médica (TR ajustada: 2,3; 95% IC: 1,8-3,0), pero este modelo no cumplió con el supuesto de riesgos proporcionales. Importantemente, las ostomías en el grupo de cirugía electiva estuvieron relacionadas con la resección electiva primaria en todos los casos excepto en 2, que ocurrieron dentro de las 6 semanas del tratamiento primario (76% dentro de 1 semana después de la cirugía electiva).

No se pudo determinar con los datos de los reclamos si esas ostomías fueron realizadas profilácticamente, por desafíos anatómicos, o por filtraciones anastomóticas postoperatorias. Contrariamente, hubo una distribución continua de las ostomías después de la terapia médica.

Un modelo de regresión logística controlando las covariables enumeradas anteriormente reveló una probabilidad 2,7 mayor de ostomía después de la cirugía electiva al año (95% IC: 1,9–3,8, riesgos proporcionales no alcanzados).

El riesgo acumulado de ostomía a 1 año permaneció bajo después del tratamiento en la tercera consulta (0,4% vs 3,9%; P < 0,001), en la cuarta (0,5% vs 7,1%; P < 0,001), y en la quinta consulta (0,8% vs 2,3%; P = 0,43), para la terapia médica y la cirugía electiva, respectivamente.

En el análisis de sensibilidad, no se identificó ninguna influencia de la duración del enrolamiento continuo antes del episodio inicial de diverticulitis (período de lavado) sobre el riesgo de recidiva o el riesgo de ostomía, según el grupo de tratamiento. Tampoco se identificaron diferencias en los resultados a causa del tipo de terapia médica (internado vs ambulatorio), o en los pacientes con inmunosupresión.

Discusión

La diverticulitis es una de las principales razones de la colostomía, un resultado del tratamiento clasificado entre las peores complicaciones no letales, tanto por los pacientes como por los médicos [31,32].

Después de un episodio de diverticulitis existe un riesgo de por vida de recurrencia de la enfermedad [6]; por lo tanto, cuando se aconseja a los pacientes, los cirujanos históricamente han recomendado una resección electiva del colon para prevenir la recidiva y/o un episodio futuro más grave, con requerimiento de una colostomía de emergencia. Aunque las tasas de cirugía de emergencia por diverticulitis son más altas en la presentación inicial [5,6,33], el riesgo de una ostomía después de los episodios subsiguientes no ha sido bien descrito.

La mayoría de los conjuntos de datos administrativos están restringidos a la atención en internados, lo que ha hecho difícil describir las tasas de recurrencia que ocurren en el escenario ambulatorio. En este estudio, se abordó esa limitación y se demostró que, mientras que los pacientes tratados con resección electiva tienen un riesgo considerablemente más bajo de recidiva comparados con aquellos tratados médicamente, tanto como un 6% de los pacientes tendrá una recurrencia de la enfermedad dentro de 1 año de la cirugía electiva, y la tasa es tan alta como del 15% a los 5 años.

Contrario a la hipótesis de los autores, la tasa de ostomía subsecuente es baja para ambos tratamientos, pero es mayor entre los pacientes tratados quirúrgicamente.

Asimismo, en este estudio, casi todas las ostomías se realizaron al momento de la resección o poco después, en vez de después de las emergencias quirúrgicas subsiguientes. Hasta donde conocen los autores, esta es la primera vez que se ha evaluado la recidiva de la diverticulitis y el riesgo a largo plazo de ostomía, desde la perspectiva de la carga de enfermedad, tanto para pacientes hospitalizados como para pacientes ambulatorios.

Los hallazgos tienen importantes implicaciones cuando se asesora a los pacientes sobre la elección de la cirugía electiva para prevenir el impacto de episodios futuros de diverticulitis o el riesgo de una ostomía.

Los estudios observacionales en pacientes internados con diverticulitis sugieren que hasta un tercio de los pacientes con diverticulitis aguda tendrá una recidiva [20,21.34]. En el presente estudio, los estimados de recidiva después de la terapia médica sola (32% a 1 año, 61% a 5 años) son probablemente algo más altos de lo que se informó anteriormente, al capturar episodios manejados en el entorno ambulatorio [35].

Anteriormente se pensaba que la diverticulitis recidivada representaba una forma más virulenta de la enfermedad y que, por lo tanto, era más probable que fracasara el tratamiento médico [36]. Como resultado de ello, la cirugía electiva fue recomendada para prevenir esas recidivas después de un segundo episodio. Pero esa creencia ha ido cambiando [35] y las guías ahora desalientan el enfoque de "2 strikes, estás fuera", favoreciendo la individualización basada en las preocupaciones de los pacientes [2].

Para muchos pacientes cuyas preocupaciones están relacionadas con el miedo a la ostomía, una resección electiva del colon es presentada a menudo como una cura a largo plazo para la recidiva y la evitación de la colostomía. A pesar de esa perspectiva, tanto como el 25% de los pacientes tiene persistencia de los síntomas después de la resección [20]. Una cantidad pequeña de estudios han descrito que el riesgo de la diverticulitis recurrente persiste después de la resección en el 5,8%–8,7% de los casos [30,35,37,38].

Los síntomas persistentes a menudo se atribuyen a una resección inadecuada, y se cree que estas recurrencias se deben a la inflamación de divertículos recién formados o no resecados previamente después de una anastomosis colosigmoidea [30].

El presente estudio confirmó esa tasa de recidiva a través de una muestra nacional, reportando una tasa de recurrencia a 1 año del 6% después de la cirugía electiva en la segunda consulta (y del 7%–9% después de la cirugía en consultas posteriores) Para los pacientes con seguimiento de 3 a 5 años (la minoría en esta cohorte), la recurrencia después de la cirugía alcanzó el 12% al 15%.

El riesgo de una colostomía es una preocupación importante en muchos pacientes [31], y un factor que motiva la elección entre la terapia médica y la quirúrgica es el temor a una cirugía futura de emergencia resultando en una colostomía.

Aunque ese miedo fue un impulsor de las recomendaciones más antiguas para la intervención quirúrgica temprana [11,12], análisis previos han reportado que sólo un número pequeño de pacientes requerirá alguna vez una colostomía de emergencia después de un episodio inicial (5,5%) [6], y aproximadamente 18 pacientes podrían necesitar ser sometidos a una resección electiva por diverticulitis para prevenir una sola cirugía de emergencia [2,6].

Hasta la fecha, el riesgo de una ostomía ha sido atribuido a las operaciones subsecuentes de emergencia, pero cuando un paciente es sometido a una resección electiva por diverticulitis, también se corre el riesgo de ostomía durante la operación preventiva. Aproximadamente el 2% al 5% de las anastomosis colónicas sufren disrupción requiriendo reintervención [39], alguna de las cuales demandará una colostomía de rescate. Asimismo, los cirujanos emplean a veces ostomías temporarias protectoras al momento de la resección electiva.

La tasa identificada de ostomía del 4% a 1 año de la resección electiva, es concordante con los hallazgos de otros autores [22-24], pero la consideración de la tasa muy baja de ostomía en el grupo médico (1,6%), puede influenciar la toma de decisión de aquellos que pretenden evitar este resultado.

La diferencia en el riesgo de ostomía entre los grupos puede no ser clínicamente significante, pero se debe advertir a los pacientes que, si bien el riesgo de ostomía es bajo (5%), es poco probable que mejore con una resección electiva y, en realidad, es mayor cuando se considera el riesgo de ostomía con el procedimiento electivo.

En este estudio, ambos grupos de tratamiento se han restringido al excluir a los pacientes con posibles indicaciones para la resección de colon de acuerdo con las guías actuales (esto es, absceso, fístula, estenosis, hemorragia, perforación, peritonitis, o presentación de emergencia). Sin embargo, siendo un estudio observacional de diverticulitis no complicada, esos grupos probablemente difirieron en el momento y frecuencia de los síntomas.

En efecto, el tiempo entre el primer episodio (inicial) y el segundo difirió entre los pacientes tratados con cirugía electiva (mediana 88 días; RIC: 60-143 días), y aquellos tratados con terapia médica (mediana 257; RIC: 105-551).

Eso sugiere que los pacientes tratados con cirugía electiva pueden tener más probabilidades de experimentar "diverticulitis latente", o alguna forma de enfermedad más virulenta o gravosa, que se manifiesta como una cirugía más temprana que la cohorte tratada médicamente. Esta hipótesis garantiza un estudio adicional, dado que las guías actuales no evalúan ese subgrupo de pacientes, y cuándo es más apropiada la intervención para su enfermedad [2].

Los estudios empleando datos administrativos tienen limitaciones importantes. Los diagnósticos aplicados a las reclamaciones pueden trasladarse de una consulta a otra dentro de la historia clínica del paciente.

Para manejar esa incertidumbre sobre los episodios verdaderos de la enfermedad y la gravedad de alguna recidiva (tal como la presencia o ausencia de factores complicantes, como abscesos o fístulas), se especificó que todas las consultas por diverticulitis deberían ser concurrentes con al menos 1 forma de tratamiento (internación, operación, o prescripción ambulatoria de antibióticos).

Otro desafío para comparar los resultados entre los tratamientos en las cohortes observacionales, es la potencialidad para las diferencias en la gravedad de la enfermedad entre los grupos de tratamiento (es decir, factor de confusión no medido por indicación), y una falta de certeza sobre la naturaleza electiva o emergente de una resección colónica.

Un médico puede recomendar cirugía o antibióticos, basado en la carga de los síntomas, severidad de la enfermedad, o por su propia especialidad, pero esos factores no son capturados por las bases de datos administrativas. Este estudio se restringió cuidadosamente a los pacientes con diverticulitis no complicada (excluyendo abscesos, peritonitis, etc.), para disminuir la heterogeneidad de la gravedad de la enfermedad. Asimismo, se desconoce si algunos episodios de recidiva representan, en cambio, una enfermedad latente persistente.

Puede ser que haya factores de cirugía no medidos en la cohorte quirúrgica, como inflamación persistente en la tomografía computarizada, leucocitosis persistente en laboratorios repetidos, o síntomas persistentes que conducen a más consultas o estadías más prolongadas, que justifican la caracterización en una cohorte con datos clínicos detallados. Un conjunto de datos que abarque una mayor cantidad de años permitiría períodos más prolongados de eliminación y seguimiento. Por ejemplo, la investigación futura debería incluir la medición de la proporción de pacientes a los que se les cierra la ostomía.

Finalmente, la base de datos MarketScan brinda reclamos de estadounidenses con seguro de salud privado y no incluye a Medicaid, o la población no asegurada; por lo tanto, no es completamente generalizable. Asimismo, al restringirse a pacientes con enrolamiento continuo, los autores seleccionaron una cohorte con empleo estable, a tiempo completo, que, en consecuencia, pueden ser más sanos que otros grupos.

Además, debido a que los pacientes parecen ser cancelados con frecuencia de un seguro privado, las estimaciones de los resultados a los 3 y 5 años después de un evento, pueden ser imprecisas debido a las bajas tasas de seguimiento (24% -28% y 4% -8%, respectivamente).

A pesar de esa limitación, según el conocimiento de los autores, este estudio es el más grande publicado hasta la fecha sobre reclamaciones de pacientes hospitalizados y ambulatorios por diverticulitis, y proporciona información valiosa que no está disponible a través de otras fuentes de datos.

Conclusiones

Para los pacientes con antecedentes de diverticulitis no complicada, los cirujanos han recomendado previamente la cirugía para evitar la recidiva y disminuir la probabilidad de una futura ostomía.

Este estudio muestra que, mientras que la cirugía electiva disminuye claramente el riesgo de recidiva de la enfermedad, el 6% al 15% de los pacientes tratados con cirugía electiva tendrá una recidiva a los 5 años después de la cirugía.

Estos hallazgos sugieren que el riesgo de una ostomía futura es bajo, independientemente de la elección del tratamiento, pero en la actualidad puede ser más alto en los pacientes con cirugía electiva, cuando se considera el riesgo de una ostomía relacionada con la resección electiva.

Estos hallazgos desafían la idoneidad de la cirugía electiva para la prevención de la ostomía y deberían ser útiles para informar en la toma de decisiones.


Comentario y resumen objetivo: Dr. Rodolfo D. Altrudi