Se estima que ya hay más de 20 mil millones de sitios web. Al estar más conectados, los riesgos aumentan. Desde programas que "espían" claves hasta mecanismos para "esclavizar" a las compu.
Mariana Iglesias
Se intuía, pero ahora se confirmó: cada vez es más peligroso navegar por Internet. Una de cada diez páginas de la web infecta el equipo de los usuarios, descargando programas que tienen como misión espiar a la gente para sacarle datos.
El alerta es de la empresa Google, que analizó 4,5 millones de sitios en Internet. El mecanismo del engaño es siempre igual: los virus se difunden a través de páginas trampa que ofrecen material pornográfico o software gratis. Así, el diez por ciento de las páginas infecta el equipo con programas que espían al usuario para saber desde cuál es su conducta on line hasta apropiarse de datos confidenciales como contraseñas o datos bancarios.
Google encargó la investigación a un equipo interno de especialistas dirigido por Niels Provos. El estudio, llamado The ghost in the browser (El fantasma en el navegador), asegura que hay 450.000 sitios que descargan programas peligrosos del tipo drive-by downloads, que se instalan sin avisar. El estudio agrega que se detectaron otras 700.000 páginas con elementos peligrosos.
Google explica que para difundir estos nuevos virus se usan métodos de "ingeniería social" que atraen a los usuarios hacia páginas trampa. Según Provos, "el usuario sigue links que le prometen acceso a páginas 'interesantes' que tienen material pornográfico, software u otros contenidos que le atraen. El típico ejemplo son las webs que muestran videos para adultos".
Gran parte de los programas maliciosos procede de elementos de las páginas: banners de publicidad o widgets (programas que muestran calendarios) o contadores de visitas. Los keyloggers, por ejemplo, registran todo lo que el usuario teclea, incluidos sus nombres y claves. Y algunos programas pueden llegar a convertir a la compu en una máquina "esclava" que hace operaciones que se le indican remotamente sin que el usuario se entere.
En su comunicado, Google dice que hará un mapa "para identificar todas las páginas en internet que pueden ser dañinas". Una promesa complicada, ya que el mapa de las páginas usadas para infectar equipos es muy cambiante y se trata de un volumen enorme: se estima que ya existen 20.000 millones de páginas web. En la Argentina, hay más de 12 millones de usuarios.
Marcos Pueyrredón, presidente de la Cámara Argentina de Comercio Electrónico (CACE), da algunos ejemplos de la importancia que tiene hoy Internet: "Es el quinto medio de comunicación más grande del mundo por su cantidad de usuarios, colocándose por delante del cine y las revistas. Permite trabajar, comprar, vender, informarse y estar en contacto con todo el mundo".
La CACE organizó una serie de actividades (estudios y encuestas), que incluyen una jornada completa de conferencias de inscripción libre y gratuita en el Complejo La Plaza (Corrientes 1660) donde se reunirán 42 especialistas de nivel internacional en 16 paneles que mostrarán el impacto que tiene Internet en los negocios, el trabajo y la vida de los argentinos, además de contar sus secretos y consejos para aprovechar al máximo las nuevas tecnologías. Toda la jornada será transmitida en vivo y directo por Internet a todo el país. Más detalles en www.diainternet.org.ar o en www.cace.org.ar.
Cómo protegerse
Para evitar problemas se recomienda tener antivirus, firewall y antispyware siempre actualizados, actualizar Windows cada vez que Microsoft lo sugiera, no hacer clic en ningún documento adjunto de un e-mail desconocido, no aceptar descargas automáticas en ningún sitio y hacer home banking siempre desde una PC conocida.
Qué se festeja
Hoy se festeja el Día Mundial de Internet, constituido en la última Cumbre Mundial de la Sociedad de la Información para que Internet sea un recurso accesible al público y para entender su importancia y posibilidades que ofrece a las sociedades y economías.
Navegantes
Eliana Galarza
egalarza@clarin.com
El entretenimiento, las compras, las ventas, la información, el trabajo, el ocio, la investigación. Nada es igual para quienes hoy viven conectados a Internet. Y todo indica que cada vez serán más. Porque si la banda ancha no se puede pagar en casa, un locutorio a mano puede habilitar estar allí, donde todo es inmediato y abundante. Un muestreo hecho en Capital dice que ya hay personas que, por estar conectados, postergan sus salidas: prefieren navegar. Como los antiguos navegantes, tal vez pretendan encontrar nuevos mundos. En Internet hay millones por explorar. Pero fuera de la Red, todavía, hay muchos más.
¿Peligro de colapso?
Las principales consultoras especializadas, como Deloitte Consulting, aseguran que la capacidad de Internet podría llegar a su límite a finales de 2007. Las causas: el aumento de usuarios conectados, los dispositivos de acceso a la red y la masificación de aplicaciones de video y telefonía.
Más de un tercio del tráfico de Internet son aplicaciones de imágenes y audio. Según los expertos, este año van a empezar algunos problemas, como servicios lentos o con cortes, debido a que se requiere cada vez más calidad, más ancho de banda. Una solución es cobrar ese ancho de banda a los usuarios según su uso, o desplegar una nueva infraestructura que soporte las exigencias de las aplicaciones de la web, algo que requiere de una gran inversión por parte de las empresas servidoras.
De cómo Internet nos cambió los hábitos, el trabajo, la vida
Estar online modificó la mecánica de varias profesiones. Aquí, algunos ejemplos.
Hacer las compras, pagar las cuentas, buscar departamento, hablar con amigos que están en la otra punta del mundo. Todo, o casi, se puede hacer por Internet. También trabajar. Es una herramienta que no sólo generó trabajos nuevos sino que además cambió la forma de ejercerlos. Acá, algunos profesionales cuentan su antes y después.
· Pablo Bernasconi (dibujante). "Empecé trabajando para Clarín, en 1997. En esa época, las ilustraciones las llevaba personalmente al diario, montadas en un cartón. Yo no vivía cerca y entre ida y vuelta tardaba dos horas y media. Muchas ilustraciones necesitaban correcciones, lo que implicaba volver al estudio, repararlas, y vuelta al diario. Internet me brindó la posibilidad de trabajar desde mi casa. Contaba con tiempo de sobra para las ilustraciones, e incluso podía trabajar para varios medios a la vez. Me brindó la posibilidad de mudarme a Bariloche. Más tarde me permitió trabajar para el mundo: Alemania, Inglaterra, Japón. Sólo necesito una línea de teléfono.
· Gonzalo Barros (empresario). "Ya economista (en 1994), fui contratado por el diputado Rodolfo Terragno. Conseguí un módem externo, y creo que fue la primera oficina de un diputado que se conectó a Internet. En 1995 me hice cargo del Gabinete de Computación de la casa radical, y en 1997 fundamos Netizen Internet, una empresa proveedora de servicios de Internet. Aquel equipo trabaja en distintos proyectos que tienen Internet como centro, Service Satelital SA, de la que soy presidente, brinda conexiones de banda ancha a través de satélites. Me resisto a imaginar un mundo sin Internet. Soñé toda mi vida con este mundo".
· Daniel Melero (músico). "Cuando elegí hacer música el dinero me alcanzó para comprarme dos cajas de ritmo. Era más barato que una guitarra. Esos elementos, más mis dudas y curiosidad, sumado a la vanidad de mostrar esto a otros son los materiales con los que comencé. Internet me proveyó de disparadores fabulosos en el campo de lo artístico, de nuevas visiones para hacer cosas que tenían modos más acotados, como editar un disco. Me dio nuevos medios para desarrollarme, y generar formas de trabajo con otros que solo pueden suceder por este medio".
Los peligros reales del mundo virtual
Ricardo Braginski
Es como si de golpe todos nos hubiéramos mudado a una gran avenida. Por donde pasa cada vez más gente: casi todos honestos, algunos "traviesos" y otros tantos, verdaderos estafadores. Y sin advertirlo hubiéramos abierto nuestras puertas. Cualquiera que pase por allí podría ingresar a nuestras casas, revisarlas con tiempo y llevarse lo que se le antoje. Sobre todo, las contraseñas del banco.
La explosión de la banda ancha (accesos de alta velocidad y conexión permanente a la red) trajo enormes beneficios, desde el abaratamiento de las comunicaciones hasta nuevas formas de entretenimiento y de trabajo. Pero como todo fenómeno, también tiene su contracara: al estar más conectados, todos quedamos más expuestos
Y los estafadores (los mismos de siempre, los que buscan su ventaja a costa del desprevenido) aprendieron rápido los códigos de Internet. Y si algo no les falta es creatividad.
El "cazabobos" más extendido es el phishing. Los "ciberchorros" diseñan sitios web iguales a los de los bancos, invitan a la gente a que entre —vía e-mail— y así les roban las contraseñas.
Como muchos ya se avivaron, ahora al phishing lo combinan con un 0-800 ficticio que es el que termina obteniendo las claves bancarias (vishing). O esparcen programas que capturan la secuencia de teclas pulsadas, en busca de más cuentas de usuario y contraseñas.
Lo que viene son los celulares inteligentes y las computadoras móviles que se conectan a Internet desde cualquier lugar. Más puertas abiertas para que nos sigan husmeando.
Como en el mundo "físico", para cuidarse hay que mantener hábitos seguros (ver Cómo...). Nada se arregla alejándose de la avenida. El asunto es elegir bien los sitios y, sobre todo, controlar —con las herramientas adecuadas— quién pasa por nuestra puerta.