Paciente de sexo femenino de 63 años de edad, con antecedentes de dolor epigástrico y vómitos postprandiales. No tenía antecedentes de cirugías abdominales. Al examen físico se comprobó moderada defensa sin hallarse masa palpable. Las radiografías abdominales fueron normales.
Se colocó una sonda nasogástrica que recogió 400 cc de líquido teñido de sangre que se aclaró mediante lavado con solución salina. La endoscopía alta reveló un cálculo de 3 x 3 cm, pigmentado, impactado en el píloro (Figura 1).

A pesar de reiteradas maniobras con canastillas y pinzas fue imposible remover el cálculo endoscópicamente. Además, una tomografía computada abdominal mostró cambios inflamatorios en los tejidos pilóricos que rodeaban al cálculo (Figura 2)

En la exploración quirúrgica se halló la vesícula adherida al píloro y al duodeno proximal, palpándose el cálculo impactado. No se palparon otros cálculos en el delgado ni el colon. Se desarmó la fístula vésicoduodenal removiéndose el cálculo. Se realizó colecistectomía y cierre transversal del duodeno con parche de epiplón; se instalaron drenajes y tubos para gastrostomía y yeyunostomía para alimentación.

El postoperatorio se complicó con una fístula biliar controlada por los drenajes, comprobándose por radiología la indemnidad de la piloroplastia. La paciente fue dada de alta el 16º día y ha permanecido sana por 2 años.
Artículo comentado por el Dr. Rodolfo Altrudi, editor responsable de IntraMed en la especialidad de Cirugía General.