Medicina de precisión

El microbioma: la nueva frontera en oncología

El consorcio ONCOBIOME logró avances significativos que ya sentaron las bases para usar los datos del microbioma en la mejora de los tratamientos oncológicos.

Autor/a: ONCOBIOME Network

Fuente: Nat Med. 2025 Apr;31(4):1085-1098. Impact of the ONCOBIOME network in cancer microbiome research

¿Por qué el microbioma es de importancia para la oncología?

El microbioma, el conjunto de microorganismos que habitan en el cuerpo humano, ha emergido como un actor clave en la oncología, influenciando tanto la carcinogénesis como la respuesta a los tratamientos.

Diversas investigaciones han demostrado que ciertos perfiles microbianos pueden promover inflamación crónica, generar metabolitos carcinogénicos o modular el sistema inmunitario, contribuyendo así al desarrollo de diversos tipos de cáncer, como el colorrectal, el gástrico y el hepático.

Además, la disbiosis —una alteración en la composición del microbioma— se ha asociado con un peor pronóstico en pacientes oncológicos y una mayor toxicidad a los tratamientos convencionales, como la quimioterapia y la radioterapia.

En el contexto terapéutico, el microbioma también modula la eficacia de la inmunoterapia, en especial, los inhibidores de puntos de control inmunológico. Estudios en cáncer de pulmón y melanoma han identificado que una microbiota intestinal rica en ciertas especies bacterianas, como Akkermansia muciniphila o Faecalibacterium prausnitzii, se correlaciona con una mejor respuesta clínica.

Esto ha llevado al desarrollo de estrategias innovadoras, como el trasplante de microbiota fecal y el uso de probióticos o prebióticos para optimizar el entorno microbiano de los pacientes. Así, el microbioma se posiciona como un biomarcador emergente y una posible diana terapéutica en la oncología de precisión.

ONCOBIOME

El consorcio ONCOBIOME, financiado por la Unión Europea, ha liderado un esfuerzo internacional para explorar el papel del microbioma intestinal en el desarrollo, progresión y respuesta al tratamiento del cáncer.

Desde su lanzamiento en 2019, ONCOBIOME ha reunido a más de 100 investigadores de 17 instituciones en 8 países, con un presupuesto de 15 millones de euros. Su objetivo principal ha sido identificar y validar biomarcadores microbianos asociados al cáncer, desarrollar herramientas diagnósticas y explorar intervenciones centradas en el microbioma para mejorar los resultados oncológicos.

En el ámbito del diagnóstico de disbiosis intestinal, ONCOBIOME ha desarrollado herramientas avanzadas basadas en firmas microbianas, denominadas GOMS (Gut OncoMicrobiome Signatures), utilizando la secuenciación metagenómica (MGS) de muestras fecales.

Entre los hallazgos clave, se identificaron microbios como Akkermansia muciniphila asociados a una respuesta favorable a la inmunoterapia, y especies del género Enterocloster vinculadas a resultados desfavorables.

Además, se diseñó el TOPOSCORE, un sistema de puntuación basado en PCR cuantitativa que ofrece una alternativa más accesible y económica a la MGS, permitiendo predecir la respuesta a la inmunoterapia de manera eficiente.

En el ámbito de los biomarcadores séricos de disbiosis, se han propuesto indicadores prometedores que podrían mejorar el diagnóstico y la comprensión de la relación entre el microbioma y el cáncer. Entre ellos, destaca la molécula de adhesión sMAdCAM-1, cuyos niveles bajos se correlacionan con disbiosis y un peor pronóstico para los pacientes.

Además, los estudios de metabolómica han identificado alteraciones significativas en ácidos grasos, vitaminas y metabolitos de triptófano, los cuales están asociados con la progresión del cáncer. Asimismo, se han investigado las respuestas de anticuerpos, como IgA e IgG, dirigidos contra microbios específicos, considerando su potencial como indicadores de disbiosis y su impacto en el ámbito oncológico.

Impacto clínico

Entre las intervenciones relacionadas con el microbioma, se ha observado que el uso de antibióticos de amplio espectro reduce significativamente la eficacia de la inmunoterapia, como lo confirman diversos metanálisis, subrayando la importancia de restringir su uso innecesario.

En cuanto a estrategias terapéuticas, el trasplante de microbiota fecal (TMF) ha mostrado resultados alentadores en ensayos como TACITO para cáncer renal y FMT-LUMINATE para melanoma, mejorando la supervivencia libre de progresión.

Asimismo, se están investigando probióticos como A. massiliensis y prebióticos como el camu camu, rico en castalagina, con el objetivo de potenciar la respuesta a la inmunoterapia.

Por último, la dieta también cobra relevancia. El estudio DIET-LUNG, que evalúa el impacto del aumento de fibra dietética en pacientes con cáncer de pulmón, destaca el potencial de los enfoques holísticos centrados en el microbioma para optimizar los tratamientos oncológicos.

ONCOBIOME ha sentado las bases para integrar el microbioma en la oncología de precisión, demostrando que la disbiosis intestinal es un factor modificable que influye en la inmunovigilancia y la respuesta terapéutica. Futuras investigaciones deberán optimizar estrategias personalizadas, desde biomarcadores hasta intervenciones dietéticas y microbianas, para mejorar los resultados en pacientes con cáncer.