Argentina se retirará de la la Organización Mundial de la Salud (OMS), según confirmó el 5 de febrero Manuel Adorni, vocero presidencial de Javier Milei en su habitual conferencia de prensa en Casa Rosada.
Según argumentó Adorni, la decisión "se sustenta en las profundas diferencias respecto de la gestión sanitaria, especialmente durante la pandemia (de COVID-19), que junto al gobierno de Alberto Fernández nos llevaron al encierro más largo de la historia de la humanidad y a la falta de independencia frente a la influencia política de algunos estados".
“El presidente Milei instruyo al canciller Gerardo Werthein para retirar a la participación de la Argentina en la OMS", expresó Adorni en declaraciones que cita el diario Ámbito Financiero.
La decisión del gobierno nacional llega luego de que el presidente de los EE. UU., Donald Trump, haga también efectiva la salida del país norteamericano de la organización.
Pero para hacer la retirada efectiva, el Poder Ejecutivo debería emitir un Deceto de Necesidad y Urgencia (DNU) que luego debería o bien derogar la ley 13.211 (que data de 1948) y que indica que Argentina forma parte de la OMS.
El Gobierno también emitió un comunicado oficial que señaló: "Hoy la evidencia indica que las recetas de la OMS no funcionan porque son el resultado de la influencia política, no basadas en la ciencia". A su vez, acusa a la OMS de que "lejos de admitir errores, elige continuar asumiendo competencias que no le corresponden y limitando la soberanía de los países".
Durante la conferencia, Adorni sostuvo que "esta medida no representa pérdida de fondos para el país ni afecta a la calidad de los servicios, or el contrario, le da al país mayor flexibilidad para implementar políticas adaptadas al contexto e intereses que requiere la Argentina, así como también mayor disponibilidad de recursos".
Con todo, ya hay referentes que hablan de las implicancias de esta retirada. Leandro Cahn, Director Ejecutivo de Fundación Huésped, remarcó en su cuenta de X que “la eventual salida de Argentina de la OMS/OPS, además de consecuencias sanitarias, de seguimiento de brotes y de promoción de transferencia de tecnología, costaría dinero: no se podrían comprar vacunas y tratamientos para VIH a través de su fondo rotatorio, que abarata muchísimo los costos”.
Por su parte, el Ministro de Salud de la Ciudad de Buenos Aires, Fernán Quirós también cuestionó esta medida. “Más allá de cómo se llame la organización, es muy importante tener una institución de coordinación”, afirmó Quirós en una entrevista para la radio El Observador.
“No es una cuestión de estar en esta o en otra, sino que es necesaria la coordinación y todavía no hemos escuchado cuál es la propuesta de coordinación sanitaria que vamos a tener para adelante”, agregó el funcionario porteño.
A su turno, el ministro de Salud de la Provincia de Buenos Aires, Nicolás Kreplak se expresó también a través de X: “Sin colaboración internacional y sin institución rectora se vuelve cada vez más complejo tener mejor salud en nuestro país. Y agregó entre otros puntos: “No tendríamos colaboración internacional para capacitaciones, información, estudios científicos y análisis de impactos epidemiológicos en las próximas epidemias y pandemias”.