¿Cómo se define la soledad? ¿Y qué dicen estas definiciones sobre lo que entendemos del fenómeno?
"La disrupción social no es el único motivo de investigación sobre la soledad: puede haber otros aspectos más fundamentales al inicio de la experiencia".
Durante las últimas décadas, una cantidad cada vez mayor de investigación empírica ha incluido una variedad de definiciones de soledad. Se han hecho distinciones entre la soledad y el aislamiento social, y entre la soledad y la solitud.
Muchos investigadores reconocen que la soledad y el aislamiento social (un estado sin contacto físico con otras personas) son construcciones diferentes. Sin embargo, esta distinción teórica no siempre se refleja plenamente en las investigaciones sobre la soledad, y mucho menos en las intervenciones para paliarla. Las intervenciones con el objetivo de aumentar las interacciones sociales suponen que la soledad es lo mismo que el aislamiento social porque proporcionan una exposición social en respuesta. Esto da como resultado que se socave la distinción ampliamente reconocida entre soledad y aislamiento social.
Hacer distinciones claras entre la soledad y el aislamiento social es particularmente importante en tiempos de COVID-19 porque una nueva terminología (como 'distanciamiento social') está comenzando a aparecer en investigaciones recientes para referirse a experiencias que pueden tener algunas similitudes con la soledad y el aislamiento social, pero que no son exactamente iguales.
La investigación ha proporcionado diferentes definiciones de soledad. Algunos se han centrado en la naturaleza multifacética de la soledad, abordando la interacción entre comportamientos específicos (diferentes formas de sociabilidad inhibida), emociones (sentirse amado o no deseado) y pensamientos de naturaleza negativa y autodestructiva. Mientras que otras investigaciones se han centrado en aspectos cognitivos (por ejemplo, la discrepancia entre las relaciones que nos gustaría tener y las que percibimos que tenemos). En tales definiciones, la soledad también se considera una experiencia subjetiva. Sin embargo, este aspecto subjetivo a menudo se describe como algo "privado", que oscurece las características de la experiencia que son esenciales para comprender la soledad.
Un hilo común que atraviesa todas las definiciones actuales es la tendencia a centrarse en la angustia social. Esto se originó con la conciencia de que las relaciones sociales juegan un papel fundamental en el bienestar psicológico. Ha llevado a los investigadores de salud mental a integrar el trabajo sobre la soledad y el apoyo social.
Sin embargo, la ruptura social de la soledad es solo un aspecto de la experiencia. La socialidad o estar con otras personas se ve afectada en muchas disfunciones, como la depresión y la ansiedad social. Por lo tanto, el enfoque excesivo en las relaciones sociales cuando definimos la soledad no nos permite investigar las particularidades de la experiencia y distinguir la soledad de otras experiencias que son socialmente disruptivas.
Mi investigación trata sobre la soledad y la solitud, pero no solo me interesan las experiencias de las personas con estos fenómenos. También me interesa comprender los fenómenos a nivel conceptual. Y para ello he estado realizando entrevistas de investigación con grupos de personas que tienen diferentes perspectivas sobre esos fenómenos. Lo que hace que mi investigación sea diferente de la investigación de otras personas sobre la soledad es que es una combinación de argumento filosófico e investigación fenomenológico-psicológica.
En el análisis descubrí cómo descripciones aparentemente diferentes apuntaban a algunas características que podrían ser estructurales de esas experiencias. Descubrí cosas interesantes. La soledad incluye anormalidades vivenciales que pueden resultar, o ser provocadas por, diferentes alteraciones en nuestra experiencia del tiempo, o incluso por fluctuaciones en la intensidad, calidad y significado de la soledad, según el contexto.
Otro aspecto importante a tener en cuenta sobre la experiencia de la soledad es que las diferentes formas de contacto que una persona tiene con su entorno físico pueden tener consecuencias en la forma en que interactúa con el entorno social, por si este evoluciona hacia un problema de disrupción social.
La investigación adicional necesita revelar los mecanismos involucrados en nuestra capacidad para adaptarnos a diferentes entornos, y analizar si tal capacidad permite la adaptación social.
La disrupción social no es el único motivo de investigación sobre la soledad: puede haber otros aspectos más fundamentales al inicio de la experiencia. Es probable que la comprensión de las ausencias y otros aspectos de las experiencias de soledad sean características importantes.
Necesitamos definiciones de soledad que aborden una amplia gama de eventos de la vida y de perturbaciones en la estructura subjetiva. Explorar las cuestiones planteadas aquí tendría implicaciones para nuestra terminología y nuestra investigación futura sobre los tipos de soledad. Y estos a su vez permitirían el diseño de nuevos tratamientos e intervenciones.