Reporte de caso

Coronavirus HKU1 y coinfección por RSV

Reporte de un caso en la Ciudad de México. Paciente pediátrico de Bélgica, diciembre de 2019

Autor/a: Sarai Aldana Vergara*, Jose Luis Patiño Galeana y colaboradores

Fuente: BJSTR.2020.28.004590

Indice
1. Texto principal
2. Referencias bibliográficas

Resumen

En diciembre de 2019, en la ciudad de Wuhan, China, se detectaron varios casos de una nueva especie de coronavirus, provocando la infección denominada Covid-19, produciendo la enfermedad por SARS-CoV-2, provocando la muerte de innumerables personas y en consecuencia, la mundo en una pandemia. Este coronavirus reciente se considera la séptima cepa de esta especie.

Considerando lo ocurrido en el pasado diciembre de 2019, el presente trabajo reporta el caso de una paciente de 18 meses que desarrolló una condición en diciembre de 2019 luego de viajar con sus padres desde Bélgica a la Ciudad de México.

Se informó que tanto los padres como el niño estaban sanos. Aun así, al llegar a la Ciudad de México, el infante de repente comenzó con una presentación clínica de fatiga, intolerancia al medio ambiente, fiebre y dificultad respiratoria, que resultó en un panel viral positivo para coronavirus HKU1 e infección mixta por virus respiratorio sincitial (RSV) luego de ser ingresado en el hospital.

Abreviaturas: CAT: tomografía axial computarizada; XR: rayos X; PCR: reacción en cadena de la polimerasa; RSV: virus respiratorio sincitial; Covid-19: Coronavirus 19; SARS-CoV-2: síndrome respiratorio agudo severo

 

Informe de caso

Este informe presenta el caso de una niña de un año y seis meses que nació en Bélgica sin antecedentes familiares de importancia para la afección que se describe a continuación. La paciente resultó de un embarazo que progresó normalmente con la atención prenatal adecuada. Nació a las 36,4 semanas de gestación por parto sin complicaciones, con peso y talla adecuados, sin precisar maniobras de reanimación avanzadas. La paciente tenía un esquema de vacunación completo para su edad, según su país de origen, y no tenía antecedentes patológicos personales de importancia.

La afección denunciada comenzó en diciembre de 2019, 2 días antes de su ingreso a la atención de urgencia, durante un viaje aéreo de Bélgica a México. El cuadro se caracterizó por astenia, adinamia e irritabilidad, aumento de temperatura a 37,5 ° C; rinorrea acuosa; tos irritante y productiva con accesos, con intervalos largos, no cianóticos, no disneicos ni eméticos, y sin predominio de horario.

La paciente fue trasladada a un hospital pediátrico privado por un cuadro inicial de taquipnea, temperatura de 38,8 ° C, recurrente cada 6 horas, y los siguientes signos vitales: frecuencia respiratoria de 70 respiraciones por minuto, frecuencia cardíaca de 184 latidos por minuto, presión arterial de 102/48 mmHg, temperatura de 38,4 ° C, saturación de aire ambiente del 72%, irritabilidad reconfortada por los padres, datos de disnea severa a expensas de retracción supraesternal, retracción intercostal y disociación toracoabdominal. El tórax presentó espiración prolongada y estertores crepitantes dispersos, con áreas de hipoventilación, y el resto de la exploración sin otras alteraciones.

Tratamiento de admisión

Prueba rápida de influenza: negativa. Biometría hemática: Hb 11.2, HCT 34.7, MCV 70, MCH 22.7, leucocitos 17.500, neutrófilos 78% (13.650), linfocitos 18% (3.150), monocitos 4% (700), eosinófilos 0, basófilos 0, bandas 0, plaquetas 448.000, Proteína C reactiva: 5.12, Procalcitonina 0.91.

El manejo del paciente se inició con una mascarilla en bolsa reservorio a razón de 10 litros / min, que mejoró la oximetría de pulso al 98% pero sin mejorar la dificultad respiratoria. Así, se decidió admitir a la paciente en terapia pediátrica donde se colocó una cánula nasal de alto flujo a 8 litros por minuto con FiO2 al 80% con manejo dinámico.

El tratamiento al ingreso incluyó metilprednisolona (2 mg / kg / día), ceftriaxona (58 mg / kg / día), claritromicina (15 mg / kg / día), oseltamivir (6 mg / kg / día), acetaminofeno (15 mg / kg) / dosis) y nebulizaciones con Combivent y budesonida. Posteriormente, se analizó una muestra de frotis nasofaríngeos mediante una prueba de reacción en cadena de la polimerasa, y dado que resultó positivo para Coronavirus HKU1, se suspendió el oseltamivir y se inició tratamiento con nitazoxanida (15 mg / kg / día). La paciente también dio positivo para virus respiratorio sincitial tipo B.

Tratamiento de control

Un ecocardiograma mostró un corazón estructuralmente normal, sin datos de hipertensión pulmonar. El tratamiento incluyó ceftriaxona durante siete días, claritromicina durante diez días y nitazoxanida durante cinco días.

El tratamiento con metilprednisolona se administró durante cinco días y el tratamiento con prednisona (1 mg / kg / día) se continuó durante siete días. Los dispositivos de suministro de oxígeno se redujeron gradualmente hasta que se lograron saturaciones de aire ambiente del 92% al 98%. Se solicitó TAC de tórax ya que el estado de la paciente lo permitía.

 Tomografía Corte Axial

Tomografía monofásica con ventana de parénquima pulmonar. Se observó patrón en vidrio esmerilado hacia los lóbulos superiores, mostrando un área de parénquima sano hacia el segmento anterior del lóbulo superior derecho. Áreas de vidrio esmerilado en parches, además de bandas atelectásicas hacia la topografía del segmento medial del lóbulo medio y el segmento superior de la língula, condicionando las bronquiectasias cilíndricas por tracción hacia la región anterior.

Evolución

Teniendo en cuenta los resultados de la TAC, se agregaron micronebulizaciones con alfa dornasa cada 12 horas así como budesonida / formoterol a través de una cámara aerodinámica, lo que hizo que la paciente mejorara. La paciente fue dada de alta a los 13 días por una adecuada evolución clínica y fue enviada para su posterior manejo a su país de origen. A la fecha, reporta un crecimiento y desarrollo adecuados sin complicaciones respiratorias.

Discusión

El coronavirus (SARS-CoV-2) CoVID-19 es hasta la fecha el séptimo descubierto. Se describen, en orden de aparición, como: HcoV-229E que se identificó en 1966. HCocV-0C43 observado en 1967; ambos causan en los humanos una enfermedad respiratoria similar a la gripe.

El SARS-CoV descubierto en noviembre de 2002, que provocó una epidemia del síndrome respiratorio agudo severo. HCoV-NL63 descubierto en 2003 en bronquiolitis. Y el MERS-CoV que se encontró en 2012 en Arabia Saudita. Los Coronavirus (CoV) son virus de ARN de la familia Coronaviridae.

El coronavirus CoV-HKU1 se descubrió en 2004 en un paciente de 71 años con neumonía. La nomenclatura se debe a su aislamiento en la Universidad de Hong Kong; al parecer, los reservorios del virus son algunos mamíferos, y su transmisión es directa al ser humano.

Este virus se ha aislado en el 4 al 6% de los pacientes pediátricos hospitalizados con neumonía viral y hasta en el 8% de los pacientes ambulatorios menores de 3 años con neumonía viral. En una revisión retrospectiva realizada en China, el CoV-HKU1 correspondió solo al 0,3% de las infecciones causadas por coronoavirus; también se informó coinfección con adenovirus, bocavirus, rinovirus, virus sincitial respiratorio e influenza.

El virus respiratorio sincitial tipo 1 y 2 es un virus ARN de la familia paramixoviridae y su prevalencia en lactantes es del 11%. Es bien sabido que la transmisión produce bronquiolitis a través de gotitas, pero también puede desarrollar neumonía, causar infección respiratoria aguda inferior en los lactantes y es la principal causa mundial de hospitalización en niños menores de dos años debido a bronquiolitis y neumonía viral.

Hay informes que afirman que la coinfección de CoV-HKU1 y RSV no influye en la evolución de la enfermedad en comparación con pacientes con infección viral única, aunque clínicamente pueden compartir síntomas respiratorios y ser prácticamente indistinguibles. Por tanto, la detección mediante métodos moleculares es fundamental para establecer la diferencia epidemiológica.

El tratamiento de CoV-HKU1 aún no está bien establecido, aunque se utilizan algunos medicamentos antiparasitarios ya que han mostrado acción antiviral. Nitazoxanida, un antiparasitario intestinal de amplio espectro que tiene propiedades bactericidas in vitro frente a anaerobios gramnegativos, grampositivos y frente a cepas no replicantes de Mycobacterium tuberculoso.

Nuestra paciente recibió Nitazoxanina durante cinco días, presentando mejoría clínica. Se ha establecido in vitro que disminuye la producción de citocinas proinflamatorias en células periféricas mononucleares y suprime la producción de IL-6. El tratamiento del VSR se lleva a cabo con medidas de apoyo.

Presentamos el caso de una paciente pediátrica que fue tratada inicialmente por un diagnóstico de sospecha de infección por influenza y sobreinfección bacteriana. Sin embargo, ante una mala evolución, la brusquedad del cuadro clínico y la prueba positiva de coinfección con CoV-HKU1 y VSR, se realizaron cambios en su tratamiento que dieron como resultado una buena evolución en un hospital pediátrico privado de tercer nivel. Los virus CoV-HKU1 y RSV son más frecuentes en otoño e invierno.

Los síntomas clínicos de neumonía que presentó la paciente son difíciles de diferenciar por el agente etiológico ya que la neumonía por CoV-HKU1 y RSV puede compartir fiebre, síntomas nasales, laringitis, tos, otitis y cefalea; el VSR puede manifestarse en lactantes en las vías respiratorias inferiores como bronquiolitis y neumonía viral; el HKU1 puede ocurrir como neumonía viral en la minoría de casos, los síntomas gastrointestinales y trastornos neurológicos como convulsiones también se reportan en el CoV-HKU1.

La mediana de duración de la fiebre en el HKU1 es de 1,7 días, aunque, en asociación con el VSR, puede aumentar hasta 5,2 días. En el caso de nuestro paciente, la mediana de duración fue de tres días. La coinfección por virus ARN como la de este caso clínico puede ser el resultado de una respuesta deficiente del hospedador en el equilibrio de la inmunidad innata y la inmunidad adaptativa, la alta virulencia de los patógenos y la capacidad de evadir la respuesta inmune del hospedador.

El VSR está asociado con polimorfismos en genes que codifican factores para la inmunidad innata; por otro lado, los coronavirus modifican la membrana celular de una manera diseñada para aumentar su replicación viral, por lo que la combinación de ambos resulta en perfiles clínicos más severos. Actualmente, hay informes que no muestran claramente si la coinfección es más grave que la infección única.

En varios informes de pacientes con infección por VSR no existe un tratamiento establecido específico para el VSR, se recomienda un tratamiento de mantenimiento con oxigenoterapia y líquidos. En este caso, con la coinfección, la paciente presentó sibilancias que se revirtieron con broncodilatadores y la adición de esteroides sistémicos e inhalados como terapia antiinflamatoria, y la elevación de leucocitos con predominio de neutrófilos decidió la cobertura del neumococo ya que las coinfecciones bacterianas ocurren en el 17 al 39% de los pacientes que ingresan en cuidados intensivos pediátricos.

El palivizumab como agente biológico preventivo está indicado para pacientes con factores de riesgo establecidos como la prematuridad; sin embargo, el alto costo de la medicación dificulta el acceso a la población.

En los últimos años, se han probado varios fármacos antivirales y análogos de nucleasas sin presentar una eficacia real en el uso diario. También se utilizó la nitazoxanida, que es un antiparasitario intestinal de amplio espectro que posee propiedades bactericidas in vitro frente a anaerobios gramnegativos, grampositivos y cepas no replicantes de Mycobacterium tuberculosis.

La paciente recibió nitazoxanida durante cinco días y presentó mejoría clínica; se ha establecido in vitro que disminuye la producción de citocinas proinflamatorias en células mononucleares periféricas y suprime la producción de IL-6. La paciente presentó una evolución favorable y fue dada de alta con oxígeno suplementario.

Conclusión

El HCoV-HKU1 fue descrito en 2005, lo que es de interés en el presente caso, los informes de infección grave por coronavirus en la población pediátrica ascienden a un porcentaje mínimo en la actualidad. Por tanto, cada país debe esforzarse por comunicar en consecuencia lo que vemos y cómo lo tratamos, para mejorar la estadística a nivel global.

Pensamos que es fundamental estudiar cada caso por separado de las estadísticas, teniendo en cuenta la evolución del paciente, la respuesta de sus mecanismos de defensa, la edad y el sexo. Asimismo, debemos basarnos en los avances tecnológicos que están disponibles para aislar los microorganismos, que actualmente nos permiten tomar mejores decisiones en el diagnóstico y tratamiento de cada paciente.