Vitamina D y las infecciones del tracto respiratorio en la infancia

Relación entre la Vitamina D y las infecciones del tracto respiratorio en los niños

Los datos disponibles avalan el papel de la deficiencia de vitamina D en el riesgo de tuberculosis, otitis media aguda recurrente y bronquiolitis grave en los niños.

Autor/a: Esposito S, Leli M

Fuente: BMC Infect Dis. 2015 Oct 28;15:487.

Introducción

La vitamina D es una prohormona que cumple diversas funciones en el organismo, además de las relacionadas con la prevención de la osteoporosis y la osteomalacia en los adultos y el raquitismo en los niños. Cada vez hay más pruebas que indican que la vitamina D tiene efectos beneficiosos extraesqueléticos, como los vinculados con la mejoría en la función inmune y la disminución de la inflamación en tejidos tales como el cerebro, el corazón, el estómago, el páncreas, los ganglios linfáticos, la piel, las gónadas y la próstata que están compuestos, entre otras células, por linfocitos T y B y expresan el receptor de vitamina D (RVD). También, hay pruebas que indican que el consumo de vitamina D puede reducir las infecciones respiratorias en niños susceptibles, como la tuberculosis, la otitis media aguda (OMA), la faringoamigdalitis, la rinosinusitis, la bronquitis y la neumonía. El objetivo de esta reseña fue describir los datos existentes en la bibliografía acerca del vínculo entre la vitamina D y las infecciones del tracto respiratorio en los niños.

Vitamina D e infecciones respiratorias en los niños

En los niños, las infecciones constituyen la causa principal de morbilidad y mortalidad y diversos estudios detectaron una asociación entre los niveles inadecuados de vitamina D y las infecciones del tracto respiratorio en los niños. Ya desde 2004 se observó una asociación entre la deficiencia de vitamina D y las infecciones del tracto respiratorio en los niños con raquitismo. También, hay pruebas acerca de un pico en las infecciones virales en los meses de invierno cuando la síntesis cutánea de vitamina D es inferior. La deficiencia de vitamina D en las embarazadas puede resultar en un aumento en el riesgo de infecciones del tracto respiratorio en sus hijos. Se demostró que los niveles séricos de 25 hidroxicolecalciferol (25[OH]D) durante el embarazo pueden condicionar la expresión de ciertos genes tolerogénicos vinculados con enfermedades distintas al raquitismo congénito. El aporte complementario de vitamina D durante el embarazo parece tener efectos beneficiosos sobre la salud del niño.

Los estudios publicados en los últimos 20 años encontraron un vínculo entre la disminución en las concentraciones séricas de calcitriol y el incremento en la gravedad o en la susceptibilidad a la infección por tuberculosis. Los datos existentes indican que los niveles disminuidos de vitamina D se asociaron con tuberculosis, tanto latente como activa. Son necesarias más investigaciones para confirmar el posible papel de la vitamina D en la prevención de la tuberculosis o como tratamiento de sostén.

Los datos existentes indican que las concentraciones séricas disminuidas de 25(OH)D se asociaron con un riesgo aumentado de OMA. No obstante, dada la alta frecuencia de OMA en la población pediátrica, se necesitan estudios para identificar los niveles séricos vinculados con un riesgo aumentado de la enfermedad y para determinar si el suplemento con vitamina D puede evitar las OMA en los niños o reducir los episodios recurrentes.

La vitamina D puede tener un papel preventivo en la faringoamigdalitis recurrente al inhibir la formación de biopelículas bacterianas, pero los estudios publicados al respecto son escasos. Por ello, la información existente es insuficiente como para extraer conclusiones definitivas sobre este tema.

Hay datos que indican una asociación entre los niveles disminuidos de 25(OH)D y la rinosinusitis crónica en los adultos. En un estudio publicado en 2012 se encontraron concentraciones disminuidas de vitamina D3 en los niños con rinosinusitis alérgica y poliposis. Sin embargo, dado que la rinosinusitis pediátrica es principalmente aguda y se caracteriza por ausencia de pólipos, es necesaria la realización de más investigaciones para determinar el papel de la vitamina D en los niños con episodios únicos o recurrentes de rinosinusitis aguda.

Ya desde 1975 se postuló una relación entre la vitamina D y la neumonía. Un metanálisis de ensayos controlados y aleatorizados demostraron que el aporte complementario profiláctico de vitamina D en niños redujo la probabilidad de presentar infecciones del tracto respiratorio inferior. Hay algunos datos que indican que la vitamina D puede proteger contra la bronquiolitis grave por el virus sincicial respiratorio, dado que los estudios in vitro demostraron que la vitamina D disminuye la respuesta inflamatoria de las células epiteliales de la vía aérea a la infección por este virus. Además, los polimorfismos genéticos en el RVD se asociaron con internaciones por bronquiolitis aguda en los lactantes.

Diversos estudios demostraron que los niveles séricos de 25(OH)D fueron inferiores en los lactantes internados por bronquiolitis aguda que en los controles sanos. Algunos investigadores postularon que los suplementos con vitamina D en el embarazo pueden ser útiles para evitar las infecciones respiratorias agudas como la bronquiolitis. En un ensayo publicado en 2011 se demostró que la ingesta materna aumentada de vitamina D durante el embarazo puede disminuir el riesgo de sibilancias recurrentes en la primera infancia.

La información en conjunto indica que los suplementos con vitamina D en embarazadas y lactantes pueden constituir una estrategia útil para evitar y reducir la gravedad de las infecciones respiratorias virales que causan la bronquiolitis. En un metanálisis publicado en 2013 no se encontraron pruebas que avalen el aporte complementario terapéutico de vitamina D en la neumonía extrahospitalaria en los niños menores de 5 años.

Los datos disponibles no permiten extraer conclusiones sobre el papel de la deficiencia de vitamina D en el aumento en el riesgo de neumonía extrahospitalaria y no demostraron efectos beneficiosos de los suplementos con vitamina D sobre los desenlaces clínicos de la neumonía extrahospitalaria en la fase aguda de la enfermedad.

Suplementos con vitamina D

Diversos estudios demostraron que la vitamina D tiene propiedades inmunomoduladoras asociadas con el riesgo de infecciones del tracto respiratorio en la edad pediátrica. Si bien no hay un consenso, una concentración de 25(OH)D entre 20 ng/ml y 50 ng/ml se considera adecuada para brindar un efecto inmunomodulador. Los datos disponibles avalan el papel de la deficiencia de vitamina D en el riesgo de tuberculosis, OMA y bronquiolitis grave en los niños. Se necesitan más estudios para confirmar una asociación entre la deficiencia de vitamina D y la faringoamigdalitis recurrente, la rinosinusitis aguda y la neumonía extrahospitalaria.

El mantenimiento de niveles adecuados de vitamina D puede ser una medida eficaz y económica contra las infecciones del tracto respiratorio, pero no se determinó el régimen de aporte complementario óptimo. Además de la falta de consenso sobre la necesidad de aporte complementario de vitamina D y de un régimen ideal, los países pueden tener diferentes recomendaciones según las características de sus poblaciones.

El efecto funcional de los polimorfismos del RVD con respecto a la raza, la exposición solar, las características cutáneas y la absorción de grasas pueden influir sobre el régimen recomendado. Hasta el momento, los esquemas de aporte complementario asociados con éxito son los que evaluaron el colecalciferol en dosis de 1000 UI por día durante 8 semanas en los niños con tuberculosis y de 1000 UI por día durante 4 meses en aquellos con antecedentes de OMA a repetición.

No se encontraron efectos beneficiosos con dosis elevadas únicas de colecalciferol (100 000 UI) o con el aporte complementario oral a corto plazo (1000 a 2000 UI por día durante 5 días) en niños con neumonía extrahospitalaria. Otra estrategia es el aporte complementario materno de vitamina D durante el embarazo para reducir el riesgo futuro de enfermedades del tracto respiratorio en sus hijos, aunque no se ha establecido el régimen ideal. Es necesaria la realización de estudios clínicos para determinar las concentraciones de 25(OH)D asociadas con un riesgo aumentado de infecciones del tracto respiratorio y el régimen de aporte complementario de vitamina D óptimo según el tipo de infecciones del tracto respiratorio y teniendo en cuenta los polimorfismos del RVD.

Conclusión

Los datos disponibles avalan el papel de la deficiencia de vitamina D en el riesgo de tuberculosis, OMA recurrente y bronquiolitis grave en los niños, mientras que se necesitan más estudios para confirmar una asociación con la faringoamigdalitis recurrente, la rinosinusitis aguda y la neumonía extrahospitalaria también en la población pediátrica.

 

♦ SIIC- Sociedad Iberoamericana de Información Científica