Anoche nos reunimos con médicos de planta y residentes del Servicio de Clínica Médica del Hospital Centenario de Rosario. Esa misma mañana, en un ateneo del Servicio, habían realizado y comentado una función de teatro leído por ellos mismos sobre una obra de Albert Camus, "El malentendido". Todavía estaban conmovidos y seguían discutiendo acerca de las resonancias del texto y de su conmovedora lectura. ¡Sí, en un ateneo de hospital público universitario! Ni usted leyó mal, ni yo estoy delirando. Saque sus propias conclusiones.
Médicos y personas en formación (dos caras de la misma moneda)
Desde hace años venimos observando, generación tras generación, a jóvenes que llegan allí y crecen transformándose en médicos y en personas extraordinarias. Chicas y chicos brillantes que adquieren al mismo tiempo una formación de excelencia y un perfil humanitario y cultural que, tristemente, vemos poco asociados en otros escenarios. Cuando imaginamos un ambiente propicio para la formación del médico recién graduado, siempre nos aparece este grupo admirable como una excepción que quisiéramos fuera la regla. Liderados por el profesor Alcides Greca y por Roberto Parodi conforman una comunidad que abriga a los novatos y que, con la generosidad del maestro verdadero, transfiere lo que los expertos saben junto a sus valores más profundos sin apelar a la absurda pedagogía de la humillación que la medicina ha padecido –y aun padece- como una tradición perversa. Hay un aire tibio de incubadora, un clima que estimula y cobija a los que quieren aprender protegiéndolos y preparándolos para afrontar la intemperie del mundo.
En un semicírculo de personas que se reunió sin jerarquías como alrededor de un fuego imaginario, algunos residentes leyeron relatos del último libro de IntraMed: “La verdad y otras mentiras”. Las historias eran duras y salvajes, los hechos malditos y sagrados del pequeño planeta médico. Reflexionamos juntos, pensamos en nuestra profesión y en nosotros mismos. Los textos cobraron una dimensión personal, a veces dramática, a veces íntima y secreta. Nos emocionamos, se nos cerró la garganta, el aire se nos hizo espeso y amargo algunas veces. Pero fuimos felices porque estuvimos juntos, porque nos dimos el raro permiso de reflexionar acerca de lo que hemos elegido hacer, de los fundamentos y los desvíos de la vida que decidimos vivir. Los relatos leídos nos hicieron hablar, nos hicieron callar. Mientras nos reunía una densa atmósfera cargada de emociones y de sueños personales, algo que sentimos, sin poder ver, nos unió con un lazo solidario, como una mano invisible.
Fue una noche infrecuente y misteriosa. Cuando se piensa en la propia práctica, en la forma en que la medicina nos devora la vida sin que nadie nos advierta de ello, cuando comprobamos que hay “maestros” que no lo han olvidado, que forman profesionales y personas porque saben que son dos caras de la misma moneda. Cuando eso ocurre, al desasosiego lo disuelve la esperanza. Si alguna vez usted duda del futuro de la medicina, si lo asaltan el desaliento y el desánimo: vaya a visitarlos. Son un poderoso remedio para melancólicos.
D.F.
P.D: Quiero nombrarlos, a todos, porque nos queda con cada uno de ellos una deuda de afecto que sabemos que nunca podremos pagar.
Jefe del Servicio: Prof. Dr. Alcides Greca
Coordinador de Instructores: Dr Roberto Parodi
Instructores de residentes y médicos de planta
Dr. Damián Carlson
Dr. Francisco Consiglio
Dra. Mariana Lagrutta
Dr. Diego Bértola
Dra. Liliana Negro Marquínez
Amalia Pati, Jorgelina Presta
Jefe de residentes
Dra. Fernandez Maria Virginia
Residentes
Dra. Ayelén Blesio
Dra. Micaela Otal
Dra. Cintia Cambursano
Dra. Nadia Petrini
Dra. Magalí Cavallo
Dra. Celeste Soldevila
Dra. Melisa Luchini
Dr Juan Ignacio Ibarzabal
Dra. Pamela Dip
Dr. Walter Sacchi
Dra. Sofía Bulaty
Dra. Fernanda Jaureguizahar
Dr. Lisandro Navas
Dra.. Luisina Caliani
Dra. María Florencia Martínez
Dra. Melisa Realini
Dra. Rocio Amormino
Dra. Stephanie De Araujo Otero
*Pueden visitarlos en:
Twitter @clinicaunr
