En IntraMed hemos estado publicando desde hace muchos años decenas de artículos, realizado varias investigaciones y libros acerca del estado actual de la medicina como profesión. Hemos procurado encontrar un punto de equilibro entre la eficiencia técnica y la deshumanización del cuidado de las personas. Cada vez que nos encontramos con grupos que comparten estas ideas nos sentimos menos solos y más reconfortados. Los colegas del Proyecto HU-CI son un ejemplo más de una tendencia que, en diversos lugares del mundo, hace oir su voz reclamando la atención que estos temas reclaman con urgencia. Le hemos pedido al Dr. Gabriel Heras La Calle (España) que nos relate cuál es su punto de vista y cuáles los del proyecto que lidera. Ojalá también ustedes se vean reflejados en lo que en esta nota nos plantea.
Dr. Daniel Flichtentrei (IntraMed)
Una vuelta de tuerca
En los últimos 30 años, el desarrollo a nivel tecnológico de las Unidades de Cuidados Intensivos ha sido espectacular y gracias a ello las cifras de supervivencia en dichas unidades han aumentado de forma notable. En España, la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (SEMICYUC), ha estimado la supervivencia global de las UCI españolas en más del 90% de los pacientes atendidos.
Somos buenos profesionales, hacemos muy bien nuestro trabajo. Pero, por otro lado, parece existir un sentir general de que las máquinas han podido relegar a las personas a un segundo plano: se pierde la narrativa en la elaboración de las historias clínicas, no hay tiempo para la escucha activa por las cargas de trabajo y los propios profesionales, hastiados de no poder realizar su trabajo en unas condiciones aceptables por los recortes de personal y la pérdida del reconocimiento social, han perdido su vocación.
En este contexto, y tras una reflexión personal, nace en Febrero de 2014 el Proyecto HU-CI: Humanizando los Cuidados Intensivos. “Sentía que lo que hacíamos, que la asistencia que estamos dando, no era la Medicina que había soñado cuando éramos estudiantes. Esa Medicina por la que daríamos la vida, no es esto que hacemos”.
Pararse a pensar, volver a los básicos y mirar alrededor. Recuperar la esencia de los sueños y bajarlos a tierra. Y darme cuenta de que no estaba sólo.
En poco tiempo, latidos de todas las partes del planeta se sincronizaron, vibrando en la misma sintonía para crear el Proyecto de Investigación multidisciplinar que hoy somos, donde las voces de pacientes, familiares y profesionales suenan a la vez y comparten sus puntos de vista. Se trata de un movimiento, una revolución que busca el cambio del paradigma en la atención, para que la Sanidad esté centrada en las personas.
A través de iniciativas concretas de cambio que son objetos de estudio a nivel internacional, se pretende hacer esa UCI tan necesaria y tan anhelada por todos, donde los conocimientos científico-técnicos puedan convivir con la parte más humana de todos los protagonistas: se trata de un despertar emocional.
Hablamos de flexibilizar los horarios de visita y dar protagonismo a las familias incluyéndolas en el equipo sanador, estudiar y prevenir el síndrome de burnout para remotivar al profesional, recuperar la narrativa, formar en habilidades de comunicación, empatía, escucha activa y duelo, rediseñar los espacios y derribar los muros mentales, apostar por una Sanidad integrativa, prevenir las secuelas post-UCI y naturalizar el proceso de morir.
Los profesionales de los Cuidados Intensivos fuimos entrenados con un objetivo fundamental: salvar vidas. Quizás lo primero es entender que eso es imposible, como mucho conseguimos prolongarlas. Hemos de entender nuestra propia faceta humana, donde caben los fracasos y los errores, donde aceptamos nuestra humanidad y que nunca fuimos los dioses que nos hicieron creer, y que es necesario un giro hacia esa parte donde hay mucho margen de mejora: hacer las UCI lugares más amables, a través de la reflexión personal: ¿Y qué puedo hacer yo?.
Basta de quejas: seamos parte activa del cambio, porque hay cosas que exclusivamente dependen de nosotros. Nunca recibimos una formación especializada en relación de ayuda: aprendámosla. Recuperemos el tiempo de estar sentado con el paciente y escuchemos. Necesitamos educarnos para educar. Sabemos que la enfermedad es democrática, al igual que la muerte, y que solo es cuestión de tiempo pasar al otro lado de la cama. Por eso es cuestión de interés general.
Lo importante es darse cuenta, porque hasta que no lo ves, es imposible generar el cambio. Hasta que no hemos visto las secuelas que pueden suponer sobrevivir a la UCI, no fuimos capaces de estructurar el síndrome post-UCI. Y desde luego, somos responsables de intentar al menos cambiar la tendencia actual: las UCI no son, ni de lejos, el mejor lugar para morir.
Si ya lo sabemos, si ya lo sentimos… ¡hagamos algo! Porque si no, estaremos peor que al principio
Investiguemos, usemos la ciencia y la tecnología, pero recuperemos la pasión, la compasión y el factor humano. Cuidemos lo invisible. Analicemos, implementemos los cambios y reevaluemos. Y así haremos historia porque aportaremos valor.
Ese es el futuro de la Medicina Intensiva: la excelencia de los cuidados con los mejores medios tecnológicos y el mejor trato posible. Eso es lo que todos queremos y por eso apostamos.
Por eso te necesitamos a ti, que ahora lees estas letras. Juntos sumamos más y haremos posible el cambio. Es nuestra responsabilidad y entre todos lo conseguiremos.
- Con los Avales Científicos de la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (SEMICYUC) y la Socieda Española de Enfermería Intensiva y Unidades Coronarias (SEEIUC)
- Premio a la Mejor Idea de la Sanidad 2014 de Diario Médico, en la iniciativa Legal, Ética y Deontológica
- Primer premio a la categoría de Proyectos de Hospital Optimista.
Gabriel Heras La Calle
Creador y blogger de Proyecto HU-CI
http://www.humanizandoloscuidadosintensivos.com/
En inglés es www.humanizingintensivecare.com
@HUMANIZALAUCI