Una de las herramientas más importantes que tenemos para prevenir la propagación de la enfermedad del Ébola es el rastreo de contactos.
El rastreo de contactos es encontrar a todas las personas que estuvieron en contacto directo con un paciente con la enfermedad del Ébola. Se vigila a los contactos por signos de enfermedad durante 21 días, a partir del último día en que tuvieron contacto con el paciente con ébola.
Si el contacto presenta fiebre u otros síntomas, se aísla inmediatamente, se le hacen pruebas, se le da atención médica, y el ciclo empieza otra vez: se busca a todos los contactos del nuevo paciente y se les vigila por 21 días.