La luteína y zeaxantina (L+Z) son los únicos carotenoides que se encuentran exclusivamente en la mácula y forman el pigmento macular. Dicho pigmento filtra las ondas cortas de luz azul y es un antioxidante que protege la retina del daño foto-oxidativo. La densidad óptica del pigmento macular es una medición no invasiva de la concentración de L+Z.
En la mácula dicha medida está asociada con mayor velocidad de procesamiento visual. La densidad óptica del pigmento macular está relaciona inversamente con el ruido escotópico (ruido asociado con la visión en condiciones de luz tenue). Por lo tanto, es biológicamente probable que L+Z puedan afectar la función neural más allá del sistema visual.
En importantes estudios epidemiológicos, sobre adultos que consumen grandes cantidades de vegetales de hojas verdes y crucíferos (ricos en luteína) se ha demostrado que tienen un deterioro cognitivo más lento. Los antioxidantes en plasma, en especial L+Z, están asociados con una mejor salud de la función cognitiva en personas mayores y, por el contrario, son escasos en pacientes con deterioro cognitivo leve y síndrome de Alzheimer. Asimismo, el suplemento L mejora la función ejecutiva, aprendizaje y memoria a corto plazo en mujeres mayores sanas.
El objetivo de la presente investigación fue determinar la relación de L+Z en suero y densidad óptica del pigmento macular con la capacidad cognitiva de adultos mayores sanos.
Pacientes y métodos:
Participaron adultos mayores seleccionados de un estudio sobre maculopatía relacionada con la edad de Memphis, USA. Se midieron los carotenoides utilizando cromatografía líquida de alto rendimiento. La densidad óptica del pigmento macular se evaluó utilizando cromatografía por parpadeo heterocromática. Se diseñaron ocho pruebas para evaluar distintos dominios cognitivos como memoria, velocidad de procesamiento, etc.
Al igual que en la retina neural, la luteína y zeaxantina se detectaron en el tejido cerebral humano en concentraciones significativamente más elevadas que otros carotenoides. La cohorte seleccionada es una población ideal para analizar la hipótesis de que la densidad óptica del pigmento macular se relaciona con la actividad cognitiva, ya que se trata de adultos mayores sanos con funciones cognitivas normales y con amplia información disponible.
Relación entre mediciones de la función cognitiva y niveles de L+Z total en suero y densidad óptica del pigmento macular (DOPM) (n=108)
La asociación de las mediciones cognitivas no coincidieron con los niveles en suero de L+Z, mientras que si hubo asociación con la densidad óptica del pigmento ocular, este último consiste en la medición estable de L+Z en la retina y es más representativa del consumo de L+Z a más largo plazo que la medida en suero. Una de las explicaciones posibles para dicha asociación podría ser que la densidad óptica del pigmento macular refleja los niveles de L+Z en el cerebro, lo que ya ha sido observado en primates.
La ventaja de utilizar el pigmento macular como biomarcador es que el fotómetro heterocromático es un método no invasivo para evaluar la concentración de L+Z e in vivo.
Es necesario realizar investigaciones que midan la actividad cognitiva y la densidad óptica del pigmento ocular en paralelo y/o estudios sobre suplementos alimentarios para evaluar el impacto de los suplementos de L+Z sobre la función cognitiva, para establecer cuál es la relación entre ambos.
Pocos estudios hasta hoy han investigado la hipótesis de la relación entre densidad óptica del pigmento macular y función cognitiva. La mayoría de las investigaciones se concentran en su capacidad antioxidante y la de filtrar la luz de onda corta. Estas podrían no ser las únicas funciones de L+Z.
La investigación indicaría que a través de diversos mecanismos, la luteína y zeaxantina mejorarían la eficiencia neurológica. En el tejido retiniano, los efectos observados son menor ruido y mayor velocidad de procesamiento temporal. No se estudió la función de L+Z en el cortex.
Conclusiones:
La densidad óptica del pigmento macular está relacionada con la función cognitiva en adultos mayores. Su rol como biomarcador potencial de la función cognitiva debería seguir investigándose.
• Síntesis y traducción: Dr. Martín Mocorrea, editor responsable de Intramed en la especialidad de oftalmología.