Por Shereen Lehman
NUEVA YORK (Reuters Health) - Un equipo de Washington University, St. Louis, Missouri, publica que los grupos que trabajan en un proyecto común mientras permanecen de pie están más comprometidos y son menos territoriales que cuando lo hacen sentados.
"Un lugar de trabajo que alienta a los empleados a ponerse de pie obtendrá resultados más colaborativos y creativos", dijo por correo electrónico Andrew Knight. Con otro autor del estudio, Markus Baer, estudian las conductas de las organizaciones en la Escuela de Negocios Olin.
El estudio que realizó su equipo surge de un estilo de construcción que en la universidad generó reuniones y debates sobre nuevos diseños de muebles y disposición, según explicó Knight sobre los resultados publicados en Social Psychological and Personality Science.
Los autores reunieron a 214 estudiantes para trabajar en pequeños grupos durante 30 minutos. Tenían que producir un video para atraer potenciales estudiantes para la universidad que grabó un asistente de investigación.
Cincuenta y cuatro grupos de entre tres y cinco estudiantes trabajaron en una habitación con un pizarrón blanco, dos caballetes y una mesa rectangular. Podían haber o no sillas alrededor de la mesa.
En una sesión individual antes de la "reunión" y, luego, durante la actividad grupal, los participantes utilizaron sensores pequeños en la muñeca para registrar la actividad eléctrica de la piel, un indicador de excitación fisiológica.
"Una función primaria de la excitación es adelantar la importancia de los estímulos ambientales y preparar al cuerpo para la acción", escriben Knight y Baer.
"En situaciones sociales, las experiencias compartidas de excitación promueven la unión y el sentido colectivo, que son esenciales para motivar la acción conjunta", agregó.
Los asistentes calificaron cómo los integrantes de los equipos trabajaban juntos y la calidad de los videos finales. Los participantes calificaron cuán territoriales habían sido sus colegas durante la sesión.
El equipo observó que el trabajo grupal en la sala sin sillas había elevado la excitación fisiológica, había reducido la conducta territorial y había aumentado el intercambio de información de ideas de manera significativa.
"Cuando las personas se sientan en una sala de conferencias, son dueñas de su propio espacio, quizás tienen su papel, su anotador en el que trabajan y todo esto crea una configuración mental individualista", dijo Knight.
En cambio, comentó que cuando los participantes estaban de pie, tendían a reunirse más alrededor de un espacio laboral compartido y a co-crear todo aquello en lo que el grupo trabajaba en ese espacio.
Por eso, el consejo de Knight para las personas que tienen que organizar espacios de trabajo para reuniones es: "Lo primero y principal es ponerse de pie y hacer que los demás se pongan de pie".
Agregó que contar con un punto focal colaborativo en la sala, como un pizarrón blanco, también impulsa a la gente a trabajar en conjunto.
La doctora Sally Augustin opinó que muchos elementos del diseño de una sala influyen en el trabajo grupal.
FUENTE: Social Psychological and Personality Science