By Kathryn Doyle
NUEVA YORK (Reuters Health) - Las niñas a las que les dijeron "gorda" son más propensas a ser obesas en la juventud, según una nueva carta de investigación publicada en JAMA Pediatrics.
El estigma precoz que produce esa etiqueta social agravaría el problema en lugar de ayudarlas a ser más saludables, pero los autores aclaran que se necesitan más estudios para confirmarlo.
"Este estudio es un paso más en esa dirección, pero aún no podemos asegurar que decirle "gorda" a una niña hará que sea obesa", dijo la autora principal, A. Janet Tomiyama, de University of California, Los Angeles.
"El estudio incluyó a niñas de 10 años y se las siguió durante nueve años, de modo que sabemos que se trata de algo más que el trato circunstancial. Esto me hace pensar que deberíamos seguir investigándolo", agregó.
Con su equipo analizó los datos de un estudio previo, en el que los autores habían seguido a un grupo de niñas durante la adolescencia.
Cuando tenían 10 años, las participantes respondieron la siguiente pregunta: "¿Alguna de estas personas les dijo que eran muy gordas: padre, madre, hermano, hermana, mejor amiga, el niño que les gusta, cualquier otra niña, cualquier otro niño, la maestra?".
En un grupo de 2.000 niñas, 1.188 respondieron "sí" a una de esas opciones. Diez años después, las niñas que habían dicho "sí" eran más propensas a tener un IMC en el rango de obesidad que las que habían respondido "no".
"Existe suficiente evidencia de que los jóvenes estigmatizados o que sienten vergüenza por su peso son vulnerables a las distintas consecuencias negativas en la salud física y psicológica", indicó Rebecca Puhl, subdirectora del Centro Rudd para Políticas Alimentarias y Obesidad de Yale University, New Haven, Connecticut.
"Este estudio sugiere que las etiquetas sociales negativas asociadas con el peso corporal favorecerían esas experiencias adversas y tendrían un efecto prolongado y potencialmente dañino en las niñas", dijo Puhl, que no participó del estudio.
Las niñas a las que les decían "gorda" conservaban un elevado riesgo de ser obesas aun tras considerar el IMC a los 10 años, el ingreso familiar, la etnia y el nivel educativo de los padres.
El efecto aumentaba aún más cuando la descalificación provenía de un integrante de la familia. En ese caso, el riesgo de obesidad años más tarde crecía un 60 por ciento, mientras que lo hacía un 40 por ciento cuando los comentarios provenían de los amigos o los docentes.
Pero Tomiyama recomendó no sacar demasiadas conclusiones de esa diferencia porcentual porque el estudio fue sólo exploratorio.
A la autora no le sorprendió que a la mitad de las niñas les dijeran "gorda". "La presión social para ser delgados es intensa y otros estudios demuestran que las personas se autocalifican y califican a los demás con 'sobrepeso' aunque el IMC objetivo esté dentro del 'rango normal'".
Señaló que este estigma es muy común en las mujeres, pero que también afecta a los varones.
"No hay necesidad de que los padres utilicen la palabra 'g' si quieren mejorar la salud de sus hijos", agregó.
Angelina Sutin, especialista en bienestar psicológico y disparidades en salud de la Facultad de Medicina de Florida State University, Tallahassee, y que no participó del estudio, recomendó que los padres se concentren más en la salud de la familia en general.
FUENTE: JAMA Pediatrics
Efectos del estigma sobre la salud física
Decirles "gorda"a las niñas favorece la obesidad
Los jóvenes estigmatizados o que sienten vergüenza por su peso son vulnerables a las distintas consecuencias negativas.