Expresión y comunicación por el arte (APSA 2014)

El arte como terapia

Eel arte es una herramienta que facilita la expresión y comunicación de aspectos internos de las personas con trastornos mentales apelando a formas de comunicación no verbales.

Noticias médicas

/ Publicado el 21 de abril de 2014

Por el Dr. Horacio Vommaro (presidente de APSA)
 
“Los científicos describen nuestro cerebro en términos de detalles físicos… Pero la ciencia se olvida que no es así como experimentamos el mundo... Por eso necesitamos el arte... que nos recuerda  que la ciencia es incompleta… estamos hechos de arte y de ciencia. Somos la materia de la que están hechos los sueños, pero también somos simple materia”.  Jonah Lehrer

El arte  a lo largo de la historia  significó una expresión que representaba cada momento social y cultural de la humanidad. A través de la producción artística fue posible en muchos casos reconstruir las vicisitudes, usos y costumbres de cada  época,  las características de cada construcción social y  las modalidades de expresión y  comunicación del hombre. Presupone una manera de comunicación donde convergen  en el artista simultáneamente el deseo de dar a conocer la cultura que lo habita con el  poder decir y expresar los sentimientos que provienen de su andamiaje interno. El arte se puede expresar de diferentes formas (música, danza, dibujo, pintura, escultura, literatura)  e implica en cualquiera de estas variantes  tener en cuenta la noción de creatividad. La creatividad estimula la capacidad de transformar, que se expresa   en el  proceso creativo, a través de poder generar algo nuevo para la persona.

La utilización del arte, en sus diferentes manifestaciones, ocupa un lugar importante en la estrategia terapéutica en el Área de Psiquiatría y  Salud Mental del Instituto de Neurociencias Buenos Aires (INEBA).  Es una herramienta que facilita la expresión y comunicación de aspectos internos de las personas con trastornos mentales apelando a formas de comunicación no verbales.

La comunicación no verbal predomina desde el nacimiento en  el bebé, que se expresa a través de sus emociones. La sonrisa o el llanto le sirven  como medio para manifestar lo que siente. En el transcurso de su vida el hombre se expresa por la palabra y el cuerpo, desde lo psicológico y lo endocrinológico. Es por eso que el arte puede servir como herramienta terapéutica válida no solo  para aquellas patologías donde la palabra no alcanza, sino también como espacio de expresión emocional no verbal.

El trastorno mental provoca muchas veces una actitud de aislamiento  que dificulta el acceso a la palabra pero que  tiene expresión corporal, lo que justifica la utilización de otras modalidades terapéuticas que no incluyen la palabra como instrumento de mediación con el otro.  Es por ello que el uso de otros lenguajes, como el corporal, musical, plástico o  teatral, favorece la comunicación y promueve  la socialización.

La ciencia y  el arte en la psiquiatría no se pueden separar  pues son partes inseparables de la terapéutica. Permite abordar tanto el andamiaje interno del sujeto como sus vínculos familiares y sociales. Le posibilita un contacto consigo mismo que le permite construir una narrativa diferente sobre su “locura” y una posibilidad distinta de vínculo social. La experiencia de cada uno de los talleres artísticos terapéuticos de INEBA demuestra la posibilidad de encontrar un instrumento más apto para el conocimiento del mundo y de si mismo.

Entendidos terapéuticamente las diferentes actividades asociadas al arte, al cuerpo y al quehacer grupal, cumplen una función en el devenir del tratamiento de un paciente, que permite ampliar no solo una visión desde la clínica sino una mirada distinta y particular de acuerdo al espacio en que éste participe. Los talleres en tanto dispositivos de intervención, representan dispositivos terapéuticos no convencionales que tienen en cuenta los aspectos “sanos “del sujeto, y aportan para que éste se implique en su padecer y otorgue a ese padecimiento un sentido diferente del que hasta entonces le daba.

La implementación del arte como  instrumento terapéutico facilita a que los pacientes puedan  conectarse y lidiar con sus emociones. El taller terapéutico los puede ayudar  a que se expresen  las partes inconscientes de la mente y las experiencias ocultas y sin voz. A través de las diferentes modalidades del arte  pueden encontrar nuevas maneras  para expresar los aspectos del ser que por lo general quedan en silencio. El arte no es sólo la auto-expresión, sino también la auto-creación.

El lenguaje creativo no verbal  utilizado como herramienta  terapéutica es un espacio de construcción común entre pacientes y terapeutas. Aquí  el sentido principal no está en el producto artístico, sino  en lo que se va logrando a lo largo del trabajo en conjunto con cada paciente. En definitiva no es el objetivo la calidad de lo producido, sino la expresión de la emoción humana en el proceso de su producción.

El arte en el devenir terapéutico conjuga psiquismo con endocrinología, porque no solo es expresión del teatro de la mente, sino que también pone en juego el cuerpo como  campo primordial donde confluyen y se condicionan todas las experiencias. Deshace el cuerpo instituido, preexistente, inventando uno nuevo en todas sus conexiones. Un cuerpo sensible. Un cuerpo que no está ni en el espacio ni en el tiempo, sino que él es espacio y tiempo.

El terapeuta no deja de tener en cuenta en los pacientes todas las sensaciones y los sentimientos que se van expresando al ejecutar sus movimientos, al elegir los materiales, al seleccionar los colores, al pedir cantar y/o escuchar una u otra música, al inventar un personaje. Cuanto material y riqueza terapéutica se produce al observar las dificultades con  las que se encuentra, los interrogantes cuando arriba a un momento en que no sabe como continuar, la manera en que se concentra en su obra a realizar, todas las circunstancias que acaecen hasta conseguir lo que quiere.

Los diferentes espacios y modalidades de abordaje terapéuticos proponen un encuentro con la creatividad, el presente, el juego, los afectos, el cuerpo.  Una resignificación de los vínculos personales y sociales permiten al individuo integrar las funciones mentales, emocionales, y físicas o motoras.

Finalizo con una frase de Maurice Béjart: “El arte nos permite unir actividades que están habitualmente separadas. Exige que funcionemos sobre los tres planos al mismo tiempo: físico, intelectual y emocional”.

Inauguración del Espacio de Arte  el miécoles 23 /4 a las  20.30 hs,en el NH.