Las cataratas son una patología progresiva y una de las principales causas de ceguera en el mundo. Sin la intervención quirúrgica adecuada, el paciente experimenta un constante deterioro de la agudeza visual. La extracción de cataratas es una de las intervenciones quirúrgicas más comunes en los Estados Unidos ya que mejora la visión y calidad de vida de los pacientes. El método más elegido es la extracción extracapsular o facoemulsificación seguida de implante de lentes intraoculares (LIO). Para tratar la inflamación normalmente se utilizan drogas antiinflamatorias no esteroides (DAINE), tanto pre como postoperatoriamente, lo que ayuda a la recuperación óptima de la agudeza visual.
La cirugía oftalmológica induce una respuesta inflamatoria que lleva al aumento de la producción de prostaglandinas. El trauma quirúrgico activa la fosfolipasa A2, que a su vez libera ácido araquidónico a través de la membrana celular. Las DAINE inhiben la síntesis de prostaglandinas, controlando la inflamación y el dolor. La respuesta inflamatoria causada por la intervención quirúrgica puede iniciar una cascada de eventos inflamatorios que llevan al colapso de la barrera hemato- retiniana, acumulación de fluidos intrarretinianos y engrosamiento macular/edema. Estudios anteriores han documentado que 27-42% de los ojos sometidos a facoemulsificación experimentan aumento del espesor macular, con los correspondientes cambios en la agudeza visual y deterioro transitorio o permanente de la visión.
En la actualidad existen dos DAINE tópicas que han sido aprobadas para el tratamiento de la inflamación y dolor postoperatorio en pacientes intervenidos para la extracción de cataratas, estas son bromfenac 0.09% y nepafenac 0,1%. Ambas drogas han sido objeto de ensayos clínicos que confirmaron su eficacia y seguridad para el tratamiento del dolor y la inflamación. El presente estudio tiene como objetivo informar acerca de los resultados de un nuevo régimen de dosificación de bromfenac, de una vez por día, que ha sido aprobado recientemente y compararlo con nepafenac 0,1% que se administra tres veces por día. Los objetivos primarios de este estudio son la agudeza visual mejor corregida, el volumen macular y espesor retiniano medidos mediante tomografía de coherencia óptica y puntaje sumado de inflamación ocular (SOIS). Los objetivos secundarios fueron evaluación de seguridad con efectos adversos graves y no graves, y mediciones de presión intraocular.
Pacientes y métodos:
Se asignó aleatoriamente a los pacientes que intervinieron en el estudio bromfenac una vez por día (n=10) o nepafenac tres veces por día (n=10). El tratamiento se comenzó tres días antes de la cirugía de cataratas y continuó hasta el día 21 postquirúrgico. Además de dicho tratamiento todos se utilizaron antiinfecciosos intraoperatorios y los cuidados postoperatorios estándar. Se controló a los pacientes al día siguiente de la intervención, a la semana, 3 y 6 semanas después de la operación. En cada control se evaluó la agudeza visual mejor corregida, se realizó biomicroscopía, se registró el SOIS (graduación de la inflamación), se midió la presión intraocular, registrándose efectos adversos y cualquier medicación concomitante. Se realizó tomografía de coherencia óptica en la semana 1, 3 y 6 postoperatorias.
Comparación de la agudeza visual mejor corregida utilizando la graduación del ETDRS (Estudio del tratamiento temprano de la retinopatía diabética) entre línea de base y la sexta semana para ambos grupos
Cambios en volumen macular
BROM= Bromfenac, NEP= Nepafenac, WK= Semana
Cambios en espesor retiniano medio
BROM= Bromfenac, NEP= Nepafenac, WK= Semana, OCT= Tomografía de coherencia óptica.
Los efectos antiinflamatorios de ambos agentes han sido bien documentados y se ha demostrado que el uso de DAINA durante las dos primeras semanas después de la facoemulsificación mejora la agudeza visual mejor corregida, sin embargo no existe una buena investigación comparativa. En el presente estudio no hubo diferencias estadísticamente significativas en la visión de ambos grupos, se observó un aumento del espesor retiniano de 11,9 µm entre la primera y la tercera semana en el grupo nepafenac y una disminución de 0,4 µm, en el grupo bromfenac en el mismo período de tiempo. También se observó una tendencia de mayor volumen macular medio en el grupo nepafenac. El protocolo del estudio no incluyó evaluación de la sensibilidad de contraste. En general todos los pacientes sometidos a cirugía de cataratas e implante de LIO experimentan recuperación y mejora de la visión.
Los pacientes del grupo nepafenac no pudieron mantener la estabilidad del volumen macular como el grupo bromfenac. Ambos grupos mostraron persistencia del efecto durante un intervalo de seis semanas después de terminar el tratamiento, sin embargo el cambio del volumen macular no fue significativamente distinto entre ambos grupos de tratamiento. Debe seguir investigándose la duración del efecto más allá del fin del tratamiento.
La principal limitación de este estudio es la poca cantidad de pacientes, no obstante los resultados en cuanto a las características clínicas y demás mediciones para esta población deben ser tenidos en cuenta para realizar un estudio con una población mayor.
Conclusiones:
En el presente estudio los pacientes que recibieron DAINE después de facoemulsificación e implante de LIO, tanto con bromfenac 0,09 una vez al día como nepafenac 0,1% tres veces por día toleraron bien el tratamiento y tuvieron resultados clínicos positivos. Dichos resultados indican que el grupo tratado con bromfenac muestra menos engrosamiento retiniano en general, mayor mejoría de la agudeza visual mejor corregida desde línea de base y menos cambios en el volumen macular durante el período del estudio. Deberán seguir investigándose con más profundidad y realizar nuevos análisis para comprender las diferencias en cuanto a la eficacia de ambas DAINE oftálmicas.
♦ Síntesis y traducción: Dr. Martín Mocorrea, editor responsable de Intramed en la especialidad de oftalmología.
Bibliografía:
1. Congdon N, Vingerling JR, Klein BE, et al. Prevalence of cataract and pseudophakia/aphakia among adults in the United States. Arch Ophthalmol. 2004;122(4):487–494.
2. Desai P, Minassian DC, Reidy A. National cataract surgery survey 1997–1998: a report of the results of the clinical outcomes. Br J Ophthalmol. 1999;83(12):1336–1340.
3. Mangione CM, Phillips RS, Lawrence MG, Seddon JM, Orav EJ, Goldman L. Improved visual function and attenuation of declines in health-related quality of life after cataract extraction. Arch Ophthalmol. 1994;112(11):1419–1425.
4. McGwin G Jr, Scilley K, Brown J, Owsley C. Impact of cataract surgery on self-reported visual difficulties: comparison with a no-surgery reference
group. J Cataract Refract Surg. 2003;29(5):941–948.
5. Schein OD, Steinberg EP, Javitt JC, et al. Variation in cataract surgery
practice and clinical outcomes. Ophthalmology. 1994;101(6):1142–1152.
6. O’Brien TP. Emerging guidelines for use of NSAID therapy to optimize cataract surgery patient care. Curr Med Res Opin. 2005;21(7): 1131–1137.