Por Genevra Pittman
NUEVA YORK (Reuters Health) - Un estudio sugiere que los niños con rellenos dentales de BPA serían más propensos a tener trastornos conductuales o emocionales años más tarde.
Pero el efecto fue pequeño y la autora principal rápidamente señaló que con su equipo no había determinado los niveles de BPA y no existía la manera de saber si los rellenos contenían otras sustancias químicas que invadían el organismo.
"Es una controversia en la investigación odontológica: cuánto material de un relleno pasa al organismo (...) y si tendría o no algún efecto -dijo Nancy Maserejian, de los Institutos de Investigación de Nueva Inglaterra, Watertown, Massachusetts-. Se asume que las pérdidas son pequeñas."
BPA, la sigla de bisfenol A, es una sustancia química que se utiliza para fabricar plásticos, como los que se usan para empaquetar alimentos. En el 2011, un estudio asoció la exposición prenatal al BPA con la hiperactividad y la ansiedad, en especial en niñas (ver noticia de Reuters Health del 24 de octubre del 2011). Pero se desconocen sus efectos.
El equipo de Maserejian analizó datos de 534 niños, de entre seis y 10 años, que tenían caries. Al azar, se les colocaron rellenos de amalgama o uno de dos rellenos compuestos distintos. El BPA se utiliza en el proceso de preparación de uno de esos rellenos más nuevos.
A los cinco años, los padres y los niños respondieron cuestionarios sobre la ansiedad y la depresión, las actitudes en la escuela y la conducta general.
El equipo halló que a los niños con rellenos combinados con BPA y los que los habían tenido durante varios años, les fue entre dos y seis puntos peor en una escala de 100 puntos que los niños sin rellenos dentales o que sólo habían tenido alguno durante poco tiempo.
Los trastornos de conducta fueron especialmente comunes en los niños que tenían esos rellenos en las superficies dentarias que se utilizan para masticar, según publica el equipo en Pediatrics. Esto respalda la noción de que algunos rellenos comenzarían a quebrarse con la masticación, lo que permitiría que drenen ciertas sustancias químicas.
Maserejian consideró posible que los rellenos contengan residuos de BPA utilizado para prepararlos, aun cuando no sea el ingrediente principal. Pero es una hipótesis.
"No medimos el nivel de BPA y no sabemos si los rellenos contenían BPA -dijo Maserejian a Reuters Health-. "Para preparar esos compuestos se utilizaron otras sustancias químicas y el BPA no se usó directamente en su preparación. No sabemos realmente cuáles son los efectos en la salud de esas otras sustancias químicas."
Para eso, aseguró que se necesitan más estudios.
En tanto, dijo que los padres no deberían preocuparse demasiado: la diferencia promedio entre las conductas de los niños con distintos tipos de rellenos fue tan pequeña que "pasaría desapercibida en la mayoría de los niños".
"Los tipos de rellenos a utilizar lo debe decidir el dentista según la caries a tratar y el niño -indicó Maserejian-. Por ahora, lo mejor que los padres puedan hacer para evitar este debate por completo es prevenir las caries con un buen cepillado y limpieza dental."
FUENTE: Pediatrics, online 16 de julio del 2012