• Se presentó una nueva droga que mejora la recuperación de los pacientes que son sometidos a una anestesia general.
BUENOS AIRES, abril de 2012.- Por primera vez en la historia, la Argentina fue sede del encuentro científico mundial más relevante de la anestesiología: el 15º World Congress of Anaesthesiologists (WCA), que se realizó en la ciudad de Buenos Aires entre el 25 y el 30 de marzo. Allí, los más destacados referentes de la especialidad presentaron los más recientes avances, entre los que se cuentan la utilización de relajantes musculares que permiten una mayor seguridad dentro del quirófano.
“Para la Argentina, es un verdadero honor que nuestro país haya sido seleccionado como sede de este encuentro mundial. Seremos anfitriones de más de 12.000 colegas de todo el mundo y tendremos el placer de escuchar a los más prestigiosos especialistas internacionales”, comentó el doctor Juan José Capria, jefe de Anestesia del Hospital de Gastroenterología Dr, Carlos Bonorino Udaondo.
El congreso se desarrolló en el predio ferial La Rural, en el barrio porteño de Palermo (Av. Sarmiento y Av. Santa Fe, CABA), donde 156 sesiones y 11 workshops permitieron abordar el “estado del arte” de la anestesiología. “Desde el primer acto anestésico, hace ya más de 150 años, la anestesia general siempre ha sido relacionada con la inhalación de gases –señaló el doctor Capria–. Pero en los últimos 10 años, el desarrollo de los conocimientos en farmacología y en especial farmacocinética han cambiado la visión de la anestesia.”
Así, el desarrollo de drogas anestésicas de administración intravenosa ha superado al de las inhalatorias, destacó el especialista. “Uno de los protagonistas del grupo de nuevas drogas intravenosas son los llamados relajantes musculares. Hoy, gracias a ellos se pueden realizar cirugías en donde la inmovilidad y la relajación de los músculos de todo el cuerpo es crucial, permitiendo mayor exactitud para el cirujano y aumentando los niveles de seguridad intraoperatorios.”
Los riesgos del bloqueo residual
Sin embargo, el uso con fines anestésicos de los modernos relajantes musculares presenta el riesgo del llamado “bloqueo residual”. A pesar de las técnicas que se emplean para revertir los efectos de los relajantes musculares una vez concluida la cirugía, distintos estudios muestran que entre el 33 y el 64% de los pacientes presentan una recuperación neuromuscular insuficiente al momento de ingresar en la unidad de recuperación postanestesia.
“Durante el postoperatorio inmediato, muchas complicaciones serias de la anestesia general son producto de la mala reversión del efecto de los relajantes musculares”, advirtió el doctor Capria. Una deficiente recuperación de los efectos del uso de estos anestésicos se asocia a un mayor riesgo de complicaciones respiratorias posoperatorias, tanto en el corto como en el largo plazo.
En el marco del 15º World Congress of Anaesthesiologists (WCA) se presentó una nueva droga, el sugammadex, que ha demostrado en estudios clínicos revertir en forma eficaz y segura el bloqueo neuromuscular que producen drogas relajantes musculares como el rocuronio o el vecuronio que se emplean como anestésicos. Al encapsular las moléculas de las drogas anestésicas que se encuentran aún activas dentro del cuerpo del paciente, el sugammadex revierte rápidamente sus efectos.
“Con esta nueva molécula podremos ofrecerle a los cirujanos relajaciones profundas hasta el último minuto de la cirugía, sin el temor a una recuperación prolongada. Esto aumentará significativamente la seguridad para el paciente y el rendimiento productivo de las instituciones que lo incorporen, pues permitirá reducir el tiempo que ocioso de los quirófanos que resulta de la extensa recuperación de los relajantes musculares –explicó el doctor Capria–. Aunque no existe todavía experiencia en la Argentina con esta nueva molécula, las referencias que tenemos son excelentes y las publicaciones internacionales avalan su eficacia y seguridad.”
Un reciente estudio que evaluó la eficacia y seguridad de sugammadex en comparación con la neostigmina –un agente más antiguo que se utiliza para revertir la relajación muscular postcirugía–, demostró que la nueva molécula permite que un mayor porcentaje de pacientes alcance una recuperación óptima de la anestesia. Además, la recuperación de los pacientes que recibieron sugammadex fue más rápida que la de aquellos que recibieron neostigmina.
La eficacia de sugammadex fue incluso demostrada en pacientes añosos, entre los cuales los riesgos de la anestesia suelen ser mayores. Un estudio diseñado especialmente para tales efectos mostró que esta nueva droga es bien tolerada en estos pacientes, en los que facilitan la rápida recuperación de la anestesia inducida por rocuronio.
“Los estudios coinciden en que la nueva molécula aumenta significativamente los niveles de seguridad en aquellos pacientes que requieren una relajación máxima por el tipo de cirugía al que deben ser sometidos, ya que la recuperación de la anestesia se abrevia enormemente”, concluyó el doctor Capria.