Los falsos positivos

Test que se hacen a bebés prematuros pueden afectar a los padres

"Los test de los recién nacidos son un caso singular porque son obligatorios".

Por Frederik Joelving

NUEVA YORK (Reuters Health) - Los padres de bebés prematuros sufrirían mucha ansiedad cuando los test de pesquisa que se les hacen a los recién nacidos da una falsa alarma, lo que los haría llevar al bebé a la consulta médica con frecuencia.

Las falsas alarmas (o falsos positivos) son causa de preocupación en todo tipo de examen, pero los expertos aseguran que sus efectos merecen más análisis cuando se trata de la pesquisa a recién nacidos.

, dijo la doctora Beth Tarini, pediatra de la University of Michigan en Ann Arbor.

"Se han realizado estudios en que los padres aún tenían dudas sobre la salud del bebé aunque los médicos les habían confirmado que había sido un falso positivo", añadió.

El Colegio Estadounidense de Genética Médica propuso en el 2005 un programa de pesquisa obligatoria para los recién nacidos. Incluye 29 enfermedades "clave", como la fibrosis quística y la fenilcetonuria, un trastorno metabólico que produce retraso mental si no se trata.

Los test se realizan con muestras de sangre, orina y otros fluidos del bebé; son para detectar desequilibrios que indican enfermedad.

Según Susan Waisbren, del Hospital de Niños de Boston y que estudia las reacciones de los padres a los resultados de los test a los recién nacidos, el programa identifica anualmente unos 1.240 niños con enfermedades metabólicas en Estados Unidos. En el camino, se producen alrededor de 8.850 falsos positivos.

"La pesquisa sigue teniendo efectos positivos tremendos en la prevención de la muerte y el daño cerebral en bebés con enfermedades raras", dijo Waisbren.

"Pero debemos prestar atención a sus consecuencias no deseadas, como un aumento innecesario del uso de los servicios de salud, mientras que el impacto psicológico sigue sin ser estudiado", añadió.

El nuevo estudio, publicado en la revista Pediatrics, surge de la información de casi 50.000 bebés beneficiarios de Medicaid nacidos en el 2006 en Michigan; uno de cada 10 había sido prematuro.

La pesquisa había dado resultados falsos positivos en el 6 por ciento de los prematuros y en apenas el 1 por ciento de los bebés a término.

En 10 meses, los padres de los prematuros hicieron seis consultas médicas si la pesquisa había dado un falso positivo y cuatro consultas sin ese resultado.

"Es posible que esos niños no estén muy enfermos y que la pesquisa dé un falso positivo. Eso hace que los padres se preocupen mucho más por sus hijos", dijo Tarini, pero agregó que el estudio no lo prueba.

Tarini advirtió también que todo sería distinto cuando los padres tienen un seguro privado. Por otro lado, no hubo diferencia en el uso de los servicios de salud cuando los que habían obtenido un falso positivo eran bebés a término.

"El problema de los falsos positivos es mucho más complejo de lo que la mayoría piensa: no todos los padres de bebés con un falso positivo padecerán ansiedad prolongada ni utilizarán excesivamente los servicios de salud, pero existiría un subgrupo que sí sufriría esos efectos", dijo.

Waisbren coincidió y sostuvo que, aunque los padres no consulten seguido al médico, podrían estar preocupados innecesariamente por la salud de sus hijos.

"Existe un efecto. Si el profesional que comunica los resultados de la pesquisa se ocupa del impacto psicológico que puede tener, ayudaría a reducir el estrés agregado", añadió Waisbren.

FUENTE: Pediatrics, online 19 de septiembre del 2011